Las redes sociales implican una customización que, en comparación a la de los blogs típicos, ofrece menor número de opciones porque se prima la semejanza entre perfiles del conjunto de usuarios. Esto nos lleva, en cuanto al blog que elaboremos, a referirnos a diseños estándares.
Al ser estándares, tales diseños no pueden desarrollarse demasiado a partir de un estilo marcadamente diferenciado por parte de cada usuario de la red social de la que se trate. Los conocimientos de HTML sirven poco en este ámbito, pero en eso mismo puede radicar el motivo por el que, precisamente al no ser tan necesarios los mencionados conocimientos, las redes sociales parece que atraen a mucha más gente.
Nos movemos, entonces, en una clase de plataformas telemáticas en la que lo normal viene a ser que justo los perfiles de los usuarios sean visualmente parecidos. Se hace más complejo, pues, diferenciar el propio proyecto, mientras que tiende, en cambio, a incentivarse el sentido de pertenencia a una comunidad.
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