Extrapolando el impacto blóguer

Cuando se valoren la positividad y la negatividad obtenidas de aquello que se publique, por más generalista que sea el público y por mayor impacto comunicativo que se consiga, habrá que recurrir en mayor o menor medida a la extrapolación. Un componente estadístico va a tener que abordarse, pues, en todo blog que pretenda una mínima incidencia remarcable.

Difícilmente, si no del todo imposiblemente, podremos conseguir de lo que sea que hayamos difundido la opinión de todos y cada uno de los humanos, incluso contando sólo a los humanos civilizados y, para el caso concreto de lo blóguer, los humanos civilizados familiarizados en general con Internet y en particular con la blogosfera. Lo que marquen los diferentes indicadores de interactividad bidireccional, por mucha positividad o mucha negatividad que nos muestren, no dejará de ser una aproximación a lo que literalmente todo el mundo opinaría de lo que hagamos, pero bien puede ser una aproximación muy acertada contemplándolo estadísticamente. Tendremos que proceder, así pues, extrapolando el impacto blóguer que generemos a partir de lo recabado para hacernos una idea de la buena o mala receptividad que causemos: de la buena, aun por mucha que sea, tendremos que procurar que no nos nuble de orgullo ni de soberbia; de la mala, nos tocará valorar muy en especial toda la que emane de una negatividad constructiva en pro de nuestra constante mejora; y en ambos casos, cabe que no dejemos de lado que siempre acostumbrará a haber una, aunque sea mínima, reacción no evidenciable y que no significa no reacción.

Al asumir desde un principio que la obtención o no de reacciones interactivas bidireccionales con el público, o los públicos, no será siempre simétrica respecto a las expectativas que tengas, estarás dando solidez a la ausencia de toda decepción posible ante la mala receptividad que, por muy sorprendente que te resulte, puedas llegar a producir. Sin embargo, no abandones una actitud sanamente ambiciosa en aquello que hayas emprendido dentro o fuera de la blogosfera.

La negatividad en el efecto eco

Al considerar el efecto eco que se pretende que el mensaje que sea tenga, es natural desear y esperar que se consiga un pleno efecto eco en positivo, pero aun siendo posible conseguir una resonancia con positividad completa ¿es esto conveniente? Si partimos de la base de que prácticamente todo es mejorable, una positividad al completo no es siquiera pertinente más que en contadas ocasiones.

De lo más propio que en particular en tanto que blóguers hagamos, y por más meticulosidad que mantengamos en ello siempre, tenemos que estar dispuestos a que el eco que de lo que expresemos se derive pueda dar lugar a reacciones negativas, reacciones que en sí mismas no es malo que se produzcan y hasta resultan todo lo contrario en según qué casos. A base de la negatividad en el efecto eco de aquello que produzcamos, mientras sea una negatividad fundamentada en la crítica constructiva, estaremos obteniendo unos buenos 'inputs' respecto a los que reflexionar en pro de mejorar en lo siguiente que emprendamos. Asegurándonos que la meticulosidad prima en lo que hacemos, toda negatividad que obtendremos del efecto eco no debiera ser mayor que la positividad y no debiera asimismo ser sino una negatividad constructiva en todos o casi todos los casos. Lo crítico, que por lo común se encuadra en lo propiamente subjetivo y más en concreto en lo opinativo, estará fuera de merecer que lo consideremos lo más mínimo cuando claramente apreciemos que, por el motivo que sea y por mayor cantidad que constituya, esté hecho desde actitudes como la sinrazón, la ignorancia o el odio. Valorando toda negatividad constructiva que recibamos estaremos cuidando el conveniente y sano espíritu de superación que estamos convencidos que a todo ser humano resulta beneficioso.

Según vayas avanzando en tu trayectoria emprendedora en general y blóguer en particular, el mayor dominio que adquirirás de la meticulosidad y asimismo el mayor respeto que en principio habrás con ello ganado, favorecerán que la negatividad que obtengas sea siempre menor que la positividad y que de tal negatividad obtenida la mayoría, si no toda, sea constructiva. No caigas en el desánimo que muy en especial te puede acechar en tus ciclos primerizos al recibir una considerable negatividad, incluso mayor que la positividad que consigas, pues esto no deja de ser propio de todo inicio de lo que se emprenda.

Grado de elaboración

Establecer una línea claramente divisoria entre un rol intermediario y uno propiamente expresivo genuino, entendiendo expresivo en el sentido más amplio y no sólo artístico, no es siempre fácil pero viene muy determinado en todo caso por el grado de elaboración. Con lo intermediario, si bien el grado de elaboración se caracterizará por acabar ofreciendo algo en esencia menos genuino, se aporta el muy necesario, sea objetivo sea subjetivo, efecto de eco.

Que en un blog, u otro tipo de soporte, encontremos una función intermediaria, incluso cuando se trate de una función muy sencillamente planteada, como pueda ser la de un linklog, no tenemos por qué estar necesariamente ante unos contenidos que estén faltos de que alguien sea capaz de hacer de ellos lo que sea desde la más pura originalidad. Un canal comunicativo, de la clase de la que se trate, al asumir un rol intermediario no es que no sea por completo original porque no queramos o no podamos, sino porque en realidad no debemos, pues si hacemos contenidos del todo originales estaremos haciendo otro tipo de acto comunicativo, sea más artístico o más técnico, o sea, más personal o más impersonal, pero en cualquier caso no nos centraremos en hacer una función de efecto eco y en cambio estaremos optando, lo cual es igualmente muy legítimo, por realizar lo que sea pero con un grado de elaboración por lo menos notablemente propia. De ahí, tendremos que esperar que sean otros los que hagan respecto a nosotros el correspondiente efecto eco para que nuestras originales aportaciones encuentren, en particular en la blogosfera, una resonancia importante con el aval que supone el hecho de que precisamente otros con un respetable rol intermediario nos mencionen.

A medida que pases de tus primeros a tus segundos ciclos de especialización y versatilidad, estarás en mayor condición de ofrecer, en especial en tanto que blóguer, contenidos de un mayor grado de elaboración y, en este sentido, de un mayor nivel de originalidad, por lo que en su caso podrás dar mejor el salto de un rol intermediario a uno de ofrecer elaboraciones más propias. Habiendo cuidado en tu fase intermediaria más primeriza un sentido de comunidad desde la virtualidad de la blogosfera, debieras contar, gracias a ello, con un buen apoyo desde el que encontrar un primer entorno favorable a hacer, sobre todo mediante interactividad bidireccional bloguera, eco de lo que con tu mayor originalidad ofrezcas.

Mejor cuanto mayor eco en la blogosfera

Del enorme y en constante aumento volumen de información que en Internet en general y en la blogosfera en particular se alberga, deriva en buena parte la importancia o por lo menos la mucha conveniencia de que haya portales, entre los cuales en especial blogs, que asuman un rol intermediario, lo cual implica asumir la tarea de una especie de filtro en base a lo que proporcionar a todo público lo relevante de determinado ámbito. Una función intermediaria tal, hará que el blog en cuestión devenga punto de referencia en su área con lo multimultimediático.

Aun no estando afectados para nada por el riesgo de acomodarnos a recurrir sólo a lo hecho por los demás, será adecuado en todo ciclo de nuestra trayectoria hacer que nuestro blog mantenga una cierta función intermediaria en el sentido de, sin dejar de ir hacia lo multimultimedia, profundizar en un rol de referente respecto a ser una base de datos, aunque sea a modesta escala, de recursos externos en el ámbito que abordemos. Si la gestionamos bien, la función intermediaria que de este modo estemos asumiendo, lejos de parecer que nos conformamos con no pasar de aglutinar lo que otros hagan, resulta una tarea de suma importancia no sólo para nosotros mismos sino precisamente para los contenidos externos y sus autores, pues estamos causando un efecto de eco, de expansión, para aquello ajeno que en nuestro blog incluyamos: un efecto que es de hecho necesario para todo lo que pretenda conseguir la máxima positiva incidencia, en especial, cuando a mayor público generalista se pretenda dirigir tal incidencia. En todo lo que de manera abierta tenemos intención de comunicar cabe que consideremos mejor cuanto mayor eco en la blogosfera y en general en cualquier otra vía comunicativa, por lo que cumple una importancia destacada, en concreto en el ámbito internáutico, todo blog que asuma un bien confeccionado rol de intermediación.

Lo multimultimedia te puede hacer llegar a acabar dando por completo mayor función relevante a tus contenidos propios, en particular creativos, o a seguir manteniendo el hincapié en lo por completo ajeno. No tienen por qué ser mutuamente excluyentes la producción de originalidad y la de efecto eco, y menos con el espacio a la práctica ilimitado que ofrece la blogosfera; combinar ambas clases de producción de experiencias blogueras es del todo recomendable, si bien convendrá que, sea la que sea de las dos, prime una sobre la otra para que el blog no esté carente de una identidad basada en la solidez y la claridad.

La profundidad de lo particular genuino

Es lo superficial algo de por sí que, aun no siendo inoportuno que caracterice en cierta medida según qué contenidos, está incompleto y si además ni acompaña algo que sea de una mínima profundidad de mensaje, queda en prácticamente nada. Al sintetizar, que no necesariamente abreviar, convenientemente todo mensaje que procure ser profundo, hasta lo más superficial que pueda haber tendrá un positivo efecto.

Que tengamos capacidad de sintetizar bien un texto, alfanumérico o no, tiene bastante en tanto que finalidad y mérito conseguir transmitir de la mayor manera positiva toda la debida profundidad del mensaje que ese mismo texto entrañe; y aunque pueda parecer que esto es en particular difícil en primeros ciclos de especialización y versatilidad y que según pasemos a ciclos de veteranía nos resultará más sencillo, no es así del todo. La positividad en primeros ciclos, al manejarnos en buena parte con lo que ya otros han realizado, nos viene con bastante cantidad de tarea hecha: sentenciemos o propongamos, todo estará sustentado en lo que las aportaciones de otros hayan dado de sí; en el caso concreto de blogs, esto se apreciaría precisamente de manera bastante clara en el caso de un linklog convencional. Según entremos en ciclos de veteranía, la conveniencia de ir en particular hacia los contenidos propios, y en general hacia no sólo lo multimedia sino lo multimultimedia, hace que desarrollar aportaciones auténticamente genuinas suponga una seria dificultad que, sin embargo, disponiendo de verdadera motivación, nos puede reportar un interesantísimo reto en aquello que hagamos.

Uno de los mayores riesgos en los primeros ciclos de desarrollo de cualquier proyecto en general consiste en precisamente que caigas en la comodidad de no avanzar hacia ciclos de veteranía por conformarte con manejarte a base de aportaciones de otros. Por muy bueno que seas sintetizando a partir de lo que ya se haya realizado, será a través de sintetizar desde la profundidad de lo particular genuino como hallarás una excelente satisfacción personal.

Profundidad del mensaje

Entre sentenciar y proponer es diferencia esencial, si no la más esencial, la remarcable y en todo caso siempre por lo menos igual o superior profundidad de mensaje que debe tener lo sentenciador respecto a lo proponente. Sentenciar, aun siendo todavía, y como es propio en primeros ciclos, de manera poco original y en este sentido en base a lo que ya esté establecido, tiene que sustentarse en un mensaje nada superficial. Puede en cambio permitirse cierta superficialidad lo proponente.

Si bien todo texto, largo o breve, personal o impersonal, alfanumérico o de otras vertientes comunicativas, blóguer o no, tenemos que hacerlo bien sintetizado, debemos procurar que si es sentenciador tenga una remarcable profundidad del mensaje, por lo tanto un mensaje que emane de una elaboración concienzuda que, por su parte, en un texto proponente no tiene por qué procurar ser en general más que mínimamente una elaboración meticulosa. Toda sentencia, desde refranes a una enciclopedia entera, pasando por ensayos, fórmulas matemáticas, etcétera, tiene por objeto ser de efectiva y considerable aceptación por el tiempo que sea y que por lo común no es extraño que se pretenda que sea un tiempo largo; y para esto es indispensable que nutramos lo sentenciado de profundidad del mensaje a base, muy en particular, de argumentos sólidos en el caso de textos impersonales y de emociones bien expresadas en el de los personales. Cuando nos ocupemos de hacer propuestas, la consistente meticulosidad con la que las elaboremos constituirá la debida profundidad del mensaje, profundidad que estando por lo menos, o incluso como mucho, en pequeña dosis no estará reñida, en especial en contenidos más de carácter artístico, con una apreciable y quizá hasta recomendable superficialidad, que no frivolidad.

¿Resulta factible hacer que un mensaje superficial sea interesante y enriquecedor? Sí, siempre que a la superficialidad la hagas provenir de una finalidad proponente con cierta consistencia, o sea, que lo superficial sea fruto de la imposibilidad momentánea y honestamente plasmada en cuanto a aportar sentencia firme respecto al asunto que abordes. Al sentenciar por sentenciar estarás contribuyendo a que tu credibilidad acabe seriamente perjudicada.

Lo técnico sentenciador y lo técnico proponente

Al abordar la contundencia discursiva en lo que es más de carácter técnico, esto es lo impersonal, los extremos que suponen sentenciar y proponer se encuentran en el ámbito que por costumbre se les suele conferir, lo cual no conlleva que valga ir de cualquiera de tales extremos al otro de cualquier manera. Lejos de que por asociarlos fácilmente con lo impersonal se les trate indistintamente en esta clase de contenidos, hay que por esa fácil asociación tratarlos hasta con mayor rigor.

Todo lo impersonal, desde lo más propiamente técnico hasta lo más científico, conviene que lo caractericemos por sentenciar desde la especialización y proponer desde la versatilidad, por lo menos y al igual que al tratar de aplicar esto a lo personal, en un primer ciclo de recorrido entre grados de contundencia, empezando por la especialización. No nos parece que vaya a dar demasiado buen resultado alterar tal orden entre lo técnico sentenciador y lo técnico proponente por lo menos en un principio, ni siquiera por considerar que al ser lo técnico donde sentenciar y proponer son actitudes más propias dé lo mismo empezar por una u otra; mejor partamos de la base de que por ser estas actitudes tan propias en el referido ámbito están estandarizadas de modo tal que merece respetarse aún más si cabe el conveniente orden de empezar por lo sentenciador y seguir por lo proponente, ambos aún faltos con toda seguridad de poder considerarlos originales en buena medida en ese punto. Será en un segundo ciclo de especialización y de versatilidad cuando estaremos en mayor disposición de, además de aportar una originalidad por lo menos notable, alterar si lo estimamos oportuno el orden para empezar, o en verdad continuar, con las propuestas, pero ya más originales, para ser luego cuando pasemos en su caso a un tono sentenciador por segunda, y también más original, ocasión. Alterar así el orden en un segundo ciclo de recorrido entre grados de contundencia en cuanto a lo artístico sentenciador y lo artístico proponente sería asimismo aceptable.

Sentenciar y proponer son ambas actitudes que en definitiva emanan de las convenciones mismas que todo ser humano acostumbra a aprender y a desarrollar a lo largo de su vida. Cuando aplicas esto a blogs y a otros proyectos, no estás sino trasladando al emprendimiento de aquello de lo que te ocupes unas actitudes que son completamente esenciales en la propia naturaleza humana y hasta en la de, si no todos los seres vivos, por lo menos el resto de los animales, a su manera, claro.

Artístico de sentencia y artístico de propuesta

Por lo general, a lo personal, o sea a lo de mayor carácter artístico, se le asocia con las acciones de reflejar o expresar, ambas desde el más puro sentimiento, y no tanto a sentenciar o a proponer. Sin embargo, aun con facilidad no relacionándose de entrada lo artístico con sentencias o propuestas, va bien que se le intente dar un sentido a vincularlo con tales grados de contundencia discursiva.

Siguiendo la trayectoria que según nuestro parecer asocia los ciclos de toda iniciativa, sea o no blóguer, con la de normal respectiva pertinencia de sentenciar o de proponer, los contenidos personales empezarían, igual que los impersonales, por una conveniente y primera especialización a la que seguiría, de manera recomendable, por lo menos una cierta tendencia a la versatilidad. A partir de ahí, respecto a lo que en el caso de lo impersonal se entiende bastante bien que se correspondería con sentenciar desde la especialización y proponer desde la versatilidad, en lo que de por sí es más de tipo artístico cabe comprender que no todo consiste en basarse siempre y del todo, aun con la pertinente inspiración, en el sentimiento más intenso, sino que los ciclos primerizos suelen y deben caracterizarse por una tendencia a la sentencia, si bien con toda probabilidad estará aún muy marcada por lo que otros ya hayan hecho, y los primeros ciclos de madurez, al transitar hacia una recomendable versatilidad, suelen y deben orientarse hacia la actitud de proponer. Tras completar una primera vez tal recorrido entre grados de contundencia discursiva estaremos en disposición de iniciar un nuevo recorrido de tal índole empezando por una especialización desde la que ya seamos capaces de proceder con contundencia artística pero a base de una actitud fundamentada en sentencias con mayor sello propio y genuino.

En la medida en que lo artístico incluso de mayor intensidad sentimental puede ser de mayor o de menor grado de contundencia, lo puedes considerar respectivamente artístico de sentencia y artístico de propuesta. No te ofusques al darte cuenta de que en todo primer ciclo de actitud sentenciadora o de propuestas no hagas sino casi o por completo repetir lo que ya conozcas de tus referentes en el ámbito que sea; a partir de un segundo ciclo sentenciador, las sentencias en cuestión que hagas serán artísticamente de un estilo más particular, del mismo modo que lo serán las propuestas que en un segundo ciclo de propuestas hagas.

Entre sentenciar y proponer

¿Cuáles son los límites en los que mejor mantenerse si se pretende ser, respectivamente y cuando proceda, especialista o versátil? Teniendo muy en cuenta el ciclo de trayectoria en el que uno mismo se encuentre, así como en el que se encuentre el proyecto emprendido, habrá que valorar cuándo conviene adoptar una actitud propia de lo especializado y cuándo propia de lo abordado desde la versatilidad.

Al haber apreciado una dinámica entre especialización y versatilidad a lo largo de ciclos de proyecto en la iniciativa que sea, cabe que sin dejar de lado el conveniente trato, según el caso, de la doble dinámica de lo cuantitativo y lo cualitativo, tengamos claro en qué debemos acabar concretando un texto, no necesariamente alfanumérico, que o bien se caracterice por la especialización o bien por tratarlo desde la versatilidad que tengamos respecto a demás cuestiones. Independientemente de que demos tanto a los discursos especializados como a los no especializados una estructura general más o menos parecida, o sea, un estilo genérico, en particular en cuanto a forma, más o menos similar, la diferencia, si no del todo, casi del todo esencial que determinará que estemos elaborando un buen texto especializado o no especializado será, de manera respectiva, que concluyamos a base de sentencias o a base de propuestas. Tal diferencia entre sentenciar y proponer vale tanto para contenidos impersonales como personales, pues en los segundos, esto es en los que tienen más carácter artístico, también podemos considerar aplicable según el ciclo de trayectoria un menor o mayor nivel de contundencia pertinente en lo expresado.

Por mucho que a través de tu blog, o incluso otras vías comunicativas, tengas la lícita intenció de dejar huella, no tengas demasiada fijación en que ello tenga que derivar por fuerza desde la actitud de sentenciar, pues querer plasmar conclusiones contundentes demasiado pronto te reportará muy probablemente que te acabes precipitando en exceso en aquello que abordes. Ser bueno proponiendo te permite, en particular cuando operas desde la versatilidad, dejar también huella.

Cuando es compleja la especialización y simple la versatilidad

Que la sencillez, la claridad y la concisión definan lo especializado no conlleva que la especialización no pueda ser compleja, pues de hecho a la plena especialización de un ámbito no se llega sin abarcar toda la complejidad que el ámbito en cuestión entrañe. Sin embargo, a la especialización la define la simplicidad en el sentido de hacer la comparación con la mínima complicación que toda versatilidad tiene en sí misma.

Puesto que la versatilidad es compleja por el hecho de estar constituida por una mínima diversidad de vertientes, la especialización resulta definible, por pura contraposición, en tanto que simple, pero nos estamos refiriendo a una simplicidad, y en el caso de lo versátil a una complejidad, puramente de tipo cuantitativo, o sea, que la versatilidad es compleja por contener un número diverso de cuestiones mientras que la especialización incluye una, o no muchas más, cuestiones. Ahora bien, establecido esto, la especialización en el ámbito que sea, dentro o fuera de lo bloguero, puede ser en efecto cualitativamente compleja, esto es, que puede requerir de unas habilidades, sean más innatas sean más adquiridas, de tipo complejo; asimismo, la versatilidad, que a nivel cuantitativo es indudablemente compleja de por sí en comparación a la especialización, puede que no tenga por qué implicar complejidad cualitativa y, en este sentido, tal vez resulte apropiado y hasta inevitable que lo abarcado en la versatilidad tenga un tratamiento simple, no profundo. Estas consideraciones nos permiten respectivamente cuando es compleja la especialización y simple la versatilidad hacer el tratamiento pertinente de lo que abordemos.

Especializarte y ser versátil implica que tengas presente en ambas acciones la doble dinámica de lo cuantitativo y lo cualitativo. La especialización es cuantitativamente simple pero cualitativamente compleja, mientras que la versatilidad es cuantitativamente compleja pero cualitativamente simple. Teniendo todo esto por base, tu desarrollo de especialización y versatilidad a lo largo de ciclos de proyecto será más acertado.

Especialización y versatilidad a lo largo de ciclos de proyecto

De una parte, teniendo en cuenta que la versatilidad propiamente es, o suele ser, posterior por lo menos a una primera especialización, y de otra parte, la evolución de toda trayectoria blóguer y de otros ámbitos más o menos similares, bien se puede establecer una dinámica entre especialización y versatilidad a lo largo de ciclos de proyecto en la iniciativa que sea. Esto permite apreciar que la especialización encajaría con los ciclos primerizos y la versatilidad con los de madurez.

Respecto a todo proyecto que emprendamos, los ciclos incipientes de su trayectoria tendrían que procurar estar marcados por una tendencia a la especialización aun por muy multitemática que la iniciativa pretenda ser, pues un proyecto recién aparecido, por mucha veteranía que podamos acreditar nosotros en tanto que impulsores del mismo, tiene la finalidad esencial de darse a conocer, causar un primer impacto positivo en algún público y ante esto la sencillez, la claridad y la concisión que definen la especialización son las mejores herramientas de las que nos podamos valer. A medida que el proyecto vaya ganando madurez, la versatilidad del mismo es algo que a pesar de que queramos dotar tal proyecto de una esencia muy monotemática será idóneo que procuremos cultivar a lo menos en cierta moderada proporción, pues de lo contrario, estaremos transmitiendo con toda probabilidad una profunda limitación por nuestra parte en cuanto a ir más allá de aquello respecto a lo que cualquiera ya esté familiarizado por ser lo que hayamos estado ofreciendo desde un principio; no se trata de hacer necesariamente cambios extremos en el proyecto, lo cual más bien denotaría desorientación por nuestra parte, sino de plantear nuevos enfoques partiendo de una identidad que el proyecto en cuestión debiera tener ya mínimamente consolidada.

Todo nivel de especialización o de versatilidad con el que cuentes no debiera ser sino un apoyo para aquella iniciativa de la que, encontrándose en su respectivo ciclo de trayectoria, te ocupes. Hacer que un proyecto blóguer, o de casi cualquier otra clase, sea el que se ajuste de pleno y siempre a la condición, especializada o versátil, de quien o de quienes su elaboración dependa siendo tal condición diferente de la del proyecto contribuirá a que tal iniciativa carezca de una identidad propia que le dé sentido de por sí.

Un digno blogolegado

Con lo que uno a lo largo de su trayectoria blóguer acabe desarrollando, sea a partir de más versatilidad o de más especialización, lo relevante es que acabe el resultado constituyendo un digno blogolegado. El total de aportaciones que perduren en la blogosfera es lo que contribuirá a que lo blogueado, más allá de lo que respecto a contemporáneos se comparta, sirva para generaciones venideras.

Aunque sea algo que para que acabe teniendo una mínima consistencia tengamos que contemplarlo en el largo plazo, un blogolegado del que se desprenda una dignidad mínima debe empezar a valorarse desde un principio, tanto si acaba siendo un blogolegado caracterizado por la versatilidad como por la especialización. Lo bueno de la versatilidad en un blogolegado es que con toda probabilidad mantendrá el interés por parte de un público más generalista a lo largo de incluso varias generaciones, mientras que el interés por un blogolegado especializado estará más circunscrito, sin que ello tenga que ser negativo por fuerza, a un público mucho más específico. Mientras todo aquello aportado en la blogosfera lo hayamos procurado elaborar de manera bien sintetizada, lo que desde nuestra perspectiva no implica necesariamente una manera breve, podremos tener la convicción de que lo que cualquiera visite y revisite de nosotros, por más tiempo que pase, tendrá una mínimamente digna consideración. En la medida en la que construyamos un blogolegado fundamentado en la versatilidad, cabe que vayamos con cuidado de que según profundicemos más en unas vertientes, no dejemos las otras demasiado superficiales; mientras que en la medida que optemos por la especialización, debiéramos procurar dentro de lo específico que de por sí será el conjunto de lo que aportemos, ofrecer una mínima variedad en lo expresado, tanto en lo referido al fondo como a la forma.

Si bien por lo menos una cierta tendencia a la versatilidad es muy recomendable, que tu blogolegado acabe caracterizándose por una especialización extrema no tiene por qué resultar negativo. Habiendo mostrado en base a una buena síntesis una mínima variedad temática o formal, es bastante seguro que el conjunto de lo que realices sirva de referente a cualquiera que lo consulte.

Especialización

La especialización es lo que lleva a ser experto en algo, por lo que teniendo por finalidad abordar con acierto y en profundidad la materia que sea, hay que especializarse en tal materia. Al emprender el interés por otro ámbito, conviene no concebir tal cambio o alternancia en tanto que deba implicar necesariamente vertientes inconexas y al margen cada una respecto a la otra, sino en tanto que pueda conllevar vertientes potencialmente combinables por muy diferentes que sean.

Tras habernos especializado en aquello de lo que se trate, nos puede atraer la especialización respecto a otras cuestiones debido tanto a similitudes como a diferencias respecto a aquello en lo que estemos especializados: ambos motivos son válidos igualmente. Si hay similitudes, más razón habrá para considerar ya desde un principio el potencial de combinación entre lo que hayamos aprendido de lo que seamos expertos y lo nuevo que abordemos; pero incluso cuando lo que nos atraiga sea la diferencia, no conviene que dejemos de lado por completo aquello en lo que nos hayamos especializado. Intentando aprovechar nuestro bagaje de especialización para proceder al estudio o a la práctica de alguna materia novedosa para nosotros, estaremos en disposición de dar lugar, potencialmente por lo menos, a enfoques innovadores y aportaciones que enriquezcan ambas de nuestras vertientes en cuestión, la antigua y la nueva. Se trata de establecer de algún modo una especie de interactividad entre ideas de ámbitos diferentes a partir de lo cual, en general pero en particular en cuanto a actividad blóguer y de tipo más o menos parecido, podamos también establecer vínculos entre diseños y temáticas que de otro modo tendrían entre sí una dinámica de pura sucesión.

Al respetar, en los primeros momentos sobre todo, la idiosincrasia de cada materia nueva en la que penetres estarás en la senda de lo correcto: mezclar antes de tiempo puede ser algo muy nocivo tanto para la propia materia que abordes como para tu propia trayectoria. Sin embargo, si en la medida en la que te acoplas por completo a algo nuevo no emprendes alguna aportación particular, te estarás limitando a no hacer más que reproducir lo ya establecido y desperdiciando la oportunidad de realizar un aporte que, aun no estando a salvo de errores, pueda constituir una propuesta mínimamente innovadora.

Versatilidad

Para sacar el mayor partido a los dispositivos tan versátiles que son, en general por lo menos, los digitales cabe procurar tener tendencia a ser en tanto que blóguers, e incluso en tanto que otra clase de emprendedores con mayor o menor experiencia, lo más versátiles que se pueda. Sin dejar fuera de la actividad central aquello en lo que uno en su caso quiera e incluso deba especializarse, será bueno nutrirse de cuantas más modalidades de realizar proyectos sea factible.

Al igual que lo comunitario, o lo social, virtual en la vida de cualquiera va después de lo comunitario, o lo social, real es, o por lo menos suele ser, posterior la versatilidad respecto a la profunda especialización; ello no implica que antes de que consigamos ser versátiles, no hayamos demostrado un gran potencial en cuanto a un amplio abanico de posibilidades de iniciativas, pero de hecho y en cualquiera de los casos centrarnos en las etapas más jóvenes de nuestra vida en por lo menos una cierta especialización, nos proporcionará una mejor base desde la cual saltar a otra especialización desde la que a su vez, con el tiempo, también podamos saltar a otra y así sucesivamente hasta donde nos resulte viable: en definitiva, la versatilidad no es de entrada sino una suma de especializaciones, si bien cuantas más especializaciones abarquemos, más difícil nos resultará que todas sean además profundas. Este amplio margen de opciones entre especialización y versatilidad, debemos ser capaces de conjugarlo pertinentemente a lo largo de nuestra trayectoria blóguer, o trayectoria más o menos parecida, para que podamos aportar la mayor positividad hacia cualquier público que tengamos. Tanto la versatilidad como la especialización pueden ser de fondo, forma o ambas, en función de cómo abordemos lo textual, no sólo alfanumérico, la temática o los dos aspectos.

La versatilidad encaja muy bien con la idea de lo multimedia. Ya que tienes como nunca antes ha habido a lo largo de la historia la capacidad de practicar con dispositivos que ofrecen buena calidad en lo multimediático por la condición digital de tales mismos dispositivos, merece la pena intentar sacar el máximo jugo a esto, combinando gracias a las elevadísimas opciones de interactividad lo propio y lo ajeno, o sea, lo que bajo nuestra perspectiva implica combinar de manera no sólo multimediática sino multimultimediática.

Flujos mutuos entre lo real y lo virtual

De lo mejor que reporta una sana combinación de comunidades reales y virtuales es que entre ellas, de hacerse convenientemente, se pueden establecer flujos mutuos de enriquecimiento y mejora, se trate del proyecto en cuestión del que se trate. A partir del contacto real bien puede derivar una pertinente interactividad virtual y asimismo del contacto virtual resulta viable que se den vínculos en la más tangible realidad.

Con los flujos mutuos entre lo real y lo virtual tenemos ocasión de combinar nuestra actividad en la mayor proximidad física con aquello a lo que mediante lo virtual, por ejemplo mediante la propia blogosfera, tengamos acceso aun estando aquello en la mayor de las distancias. Tal es la virtud de este trasvase recíproco entre lo real y lo virtual en su vertiente enfocada a lo comunitario, que nos permite afianzar ambas dimensiones de lo social en un modo en el que lo que aprovechemos de la blogosfera y lo que aportemos en ella lo podemos desarrollar prácticamente por igual con la conveniente positividad tanto en la cercanía como en la lejanía. De la misma manera que toda tecnología de la comunicación contribuye a hacer, lo cercano y lo lejano son intercambiables en la medida en la que cambiemos nuestra propia ubicación física, por lo que la comunidad real de un determinado ciclo de nuestra trayectoria puede devenir comunidad virtual en otro ciclo, y viceversa, según nosotros mismos nos movamos con carácter más o menos permanente. Una vez más, no obstante, lo particular de la tecnología de la que emana la blogosfera radica en gran medida en lo multimedia: los flujos mutuos entre lo real y lo virtual los podemos llevar a cabo de manera plena a través de los dispositivos digitales, caracterizados por su gran versatilidad, la cual hace que tanto en la cercanía como en la lejanía podamos emitir y recibir con la misma celeridad cualquier contenido en el formato mediático que sea.

Una comunidad real y una virtual sólidas siempre serán mejores que la solidez de sólo una de ellas, si bien por fuerza en la vida de todo ser humano la primera siempre se gesta y se desarrolla antes que la segunda, por lo que encontrar el equilibrio entre la solidez de ambas no tiene que preocuparte en exceso cuando aún estés en ciclos primerizos de tu presencia internáutica en general y bloguera en particular. Procura no obstante, no demorar en demasía el desarrollo de una sólida presencia bloguera, presencia que de por sí, en la medida en la que ya hay una primera generación plenamente blóguer, cualquiera impulsará en su vida cada vez más pronto.

Un montón de gente

En la blogosfera, y en especial en las redes sociales por ser donde en gran medida la interactividad bidireccional ha tenido tendencia a vehicularse en Internet, se ha facilitado, como nunca antes, que sujetos de toda clase formen parte de una misma comunidad, comunidad en todo caso virtual. Tal aspecto cualitativo va combinado con el aspecto cuantitativo referente a que además es factible pertenecer, también como nunca antes, a un número ilimitado y simultáneo de comunidades, también virtuales.

Tengan o no su vertiente en la realidad más tangible, las comunidades virtuales nos permiten estar en contacto con un montón de gente, estén o no tras una identidad personalizada e identificable, en todo el mundo: esto da a la interactividad en general y a la bidireccional en particular una capacidad transfronteriza que hasta no hace tanto hubiera sido casi inimaginable. A nivel de interactividad puramente unidireccional, las infraestructuras de gran alcance en la distancia no son tan recientes, y contemplando medios comunicativos como el telégrafo o los primeros teléfonos, incluso la interactividad bidireccional ya casi era algo muy parecido a la que practicamos en la actualidad por Internet. No obstante, lo internáutico ha asimilado en tal grado lo multimedia, ya propio en lo informático no telemático, o sea en ordenadores no necesariamente conectados en red, que nos resulta viable a fechas actuales transmitir de manera inmediata, con alcance planetario y de manera abierta una amplia variedad de formatos mediáticos como nunca antes ha habido posibilidad, y todo ello mediante dispositivos altamente versátiles por su condición digital. Incluso los dispositivos digitales de carácter más específico tienen en comparación a, si no todo, casi todo dispositivo analógico, una elevada versatilidad, esto es una elevada capacidad de producir, y en ciertos casos por lo menos transmitir también, multimedia, un multimedia capaz de llegar a cuantas comunidades virtuales pertenezcamos y hasta otra gente que no esté en cualquiera de tales comunidades de las que formemos parte.

Según la plataforma, en particular microbloguera, la manera de crear, y pertenecer a, comunidades virtuales será más o menos distinta: es uno de los aspectos por los que cada red social se diferencia de las demás. Que sea más fácil o menos desarrollar una actividad comunitaria virtual no debe hacer respectivamente ni que, por un lado, te centres demasiado en la clase de comunidad virtual de una red social en particular, ni que, por otro lado, descartes o abandones tu presencia bloguera en una determinada red social: mejor intenta adaptarte y comprender bien el funcionamiento de cada red social.

Comunidad virtual

De entre las grandes contribuciones que la tecnología internáutica ha proporcionado merece especial mención la capacidad de crear una nueva clase de comunidad entre personas: la comunidad virtual. Esta tan particular manera de cultivar relaciones de prácticamente todo tipo tiene una remarcable vertiente en la blogosfera y supone un aporte de importancia sin igual por parte de la tecnología al ámbito de lo social.

Las tecnologías de la comunicación de toda época han tenido entre sus características la de contribuir a que las distancias puedan ser cada vez menos un obstáculo para el contacto con otra gente por más lejana que esté. Con la Internet que en la actualidad tenemos a nuestro alcance, hemos hecho de las distancias algo tan casi, si no del todo, irrelevante para la comunicación que tenemos opción de establecer tanta, o incluso según el caso más, solidez en una comunidad virtual en comparación a una real. ¿Es esto bueno o malo? Optar por una u otra respuesta sería limitarnos en demasía pues, como en tantas otras cuestiones, tanto puede haber de bueno como de malo, partiendo de las propias comunidades reales, que, si bien son las que a lo largo de la historia la humanidad más ha llevado a cabo, esto ha sido así sin más remedio, pues la teoría y la práctica de la comunidad virtual no han sido desarrolladas hasta muy recientemente. Sea como fuere, no merece insistencia remarcar las virtudes pero también los defectos que las comunidades reales han tenido siempre, la cuestión es que si las comunidades virtuales calan tanto en las sociedades contemporáneas es porque por fuerza algo aportan, tanto en lo bueno como en lo malo, pero en cualquier caso algo hay en ellas que las comunidades reales no tienen capacidad de proporcionar y que en cambio a todo el mundo atrae. Otra limitación en demasía nos llevaría a concebir que comunidad real y comunidad virtual no son compatibles entre sí, que la humanidad acabará por optar, en mayor o en menor medida sin otro remedio, por la una o por la otra: una sana combinación de ambas nos parece en cambio que desde el ámbito más individual al más global ayudará a una sociedad mejor.

Evita toda convicción de que, entre comunidad real y virtual, una, la que sea de las dos, es mejor que la otra, pues ello no te reportará sino limitaciones en cuanto a aprovechar el enorme potencial tanto de la una como de la otra. Nútrete de las dos tanto como puedas y aporta también tanto como puedas a ambas. Cuando sientas, por la razón que sea, malestar por dedicarte poco o mucho a una de las dos intenta equilibrar tal dedicación y seguro que entonces rendirás mucho mejor en una y otra.

Afianzando la solidez de la presencia blóguer

Cuando se interactúa bidireccionalmente en las redes sociales, entorno por el que se ha vehiculado muy en especial la práctica de tal interactividad, se puede interactuar de manera más objetiva o más subjetiva pero en cualquier caso cabe tenerse en cuenta en todo momento la comunidad microbloguera que se haya conseguido desarrollar. Correspondiendo desde un microblog a quienes los indicadores de interactividad muestren que dan su apoyo a tal blog, se estará en el blog en cuestión afianzando la base de una sólida presencia en la red social de la que se trate.

Por extensión, al afianzar una sólida presencia en una red social, a lo cual se llega fomentando al máximo la interactividad bidireccional que mediante la microblogosfera tanto se ha popularizado, estamos afianzando la solidez de la presencia blóguer en el conjunto de la iniciativa bloguera de la que en mayor o en menor medida nos ocupemos. Esto aplica muy en especial a toda red social generalista, que es desde donde nos resulta viable confraternizar precisamente con un público de mayor perfil general, por lo que nos resulta factible evaluar nuestro positivo impacto en una mayor variedad de gente, lo cual es muy recomendable en todo proyecto blóguer aun teniendo tal proyecto una esencia de marcado carácter especializado. Sin embargo, también en las redes sociales generalistas pero en particular en las especializadas, en la medida que observemos una positiva bidireccionalidad interactiva con público de perfil específico haremos bien en plantearnos respectivamente, según tal positividad haya sido más o menos buscada, profundizar en la clase de contenidos especializados ofrecidos, o bien, reorientar lo que hayamos estado ofreciendo hacia aquello mediante lo cual hayamos suscitado tal positividad. En caso de profundizar en lo que ya hayamos estado ofreciendo, es vital no optar por limitarnos a ofrecer simplemente más de lo mismo, sino que tenemos que enriquecer por lo menos con una cierta variedad aquello por lo que hemos logrado crear, aunque sea modesto, un sello propio.

¿De qué manera se hace interactividad bidireccional objetiva y subjetivamente? Esto sería respectivamente interactuar bidireccionalmente de manera más formal o más informal, o sea, más pautada o menos. Cuanta mayor regularidad muestres, en calidad y en cantidad, respecto a tus interacciones en la red social que sea, más objetivamente estarás interactuando, lo cual no debe restar variedad sino evitar la interactividad bidireccional a tientas a la que te llevaría un proceder muy subjetivo, en especial si además no valoras debidamente el sentido de comunidad microbloguera que construyas.

Una mínima subjetividad en la objetividad

Lo que, si contemplamos una amplia perspectiva, viene a definir lo objetivo y lo subjetivo sería respectivamente lo formal y lo informal. A esto se le debe aplicar según sea pertinente la diferencia entre fondo y forma: así pues, algo que sea objetivo en cuanto a fondo puede ser expresado de manera informal, o bien, de manera formal también, así como algo que sea subjetivo en cuanto a fondo puede ser expresado de manera formal, o bien, de manera informal también.

En la complejidad propia que debiera desarrollarse en los respectivos formatos convenientes en la macroblogosfera y, también en bastante grado por lo menos, en las redes sociales especializadas, la mínima objetividad incluso en la mayor subjetividad que queramos transmitir es indispensable pues de lo contrario todo texto, no sólo alfanumérico, que transmitamos corre el riesgo de que lo contaminemos de informalidades que a prácticamente todo público le resultarán inapropiadas. Respecto a las redes sociales, en especial las generalistas, tan orientadas a la mensajería corta y a los dibujos emoticónicos, por tanto a recursos muy caracterizados por la informalidad, pero que como también ocurre con las especializadas, tienen tales redes menor grado de customización respecto a cualquier macroblog, podemos concluir que precisamente por tal menor grado de customización tienen ya de por sí un elevado grado de formalismo, lo cual justifica que aquí en particular aprovechemos al máximo los dibujos emoticónicos para lograr cierto equilibrio, consiguiendo así una mínima subjetividad en la objetividad: de esta manera, por oposición, reafirmamos la justificación de que en macroblogs, aunque también bastante en redes sociales especializadas, los contenidos, por su mayor orientación natural a la complejidad, deben tener en cambio una mínima objetividad en toda subjetividad que plasmemos. Los macroblogs son considerados de entrada en tanto que informales precisamente por su elevado grado de customización, partiendo de las propias plantillas que en el caso de las plataformas genéricas se proporcionan o del estilo totalmente libre que en una plataforma particular podemos desarrollar, así que ello contribuye a que para no despistar más de la cuenta a cualquier público, la formalidad, o sea la objetividad, siempre procure estar mínimamente presente hasta en lo de carácter más artístico.

Comparando texto de mensajería corta y expresiones emoticónicas, puedes tener la seguridad de que, dentro de la informalidad, o sea de la subjetividad, las segundas siempre tendrán mayor nivel de formalidad que el primero, ya que lo emoticónico, por su carácter graficoplástico, se mantiene igual entre idiomas, mientras que el texto de mensajería corta diferirá según el idioma. Recuerda por tanto que en este sentido se hace en todo caso mejor en cualquier blog el uso de expresiones emoticónicas que la mecanografía corta.

Una mínima objetividad en la subjetividad

Bien puede asumirse que cuando a un texto se le aplica mecanografía corta es porque tal texto en efecto se lo puede permitir. Los textos complejos no tienen más opción que considerar las abreviaturas propias de mensajería corta y los dibujos emoticónicos recursos en general fuera de lugar porque fundamentalmente de lo contrario perderían su objetividad.

Hay todo un debate histórico en torno a lo que es objetivo y lo que es subjetivo: tomando una resolución simple y corta podemos hacer una asimilación respectivamente con lo descriptivo y lo opinativo pero esto nos llevaría a identificarlos, también respectivamente, con lo impersonal y lo personal, lo cual nos resulta una perspectiva muy limitada. Lo personal, o sea lo de más bien carácter artístico, puede, y de hecho en un blog debe, ser objetivo en un sentido de ser capaz de incidir positivamente en cuanto más público mejor. Hasta lo artístico más radical, subjetivo y experimental acaba por construir sus pautas, de modo que, si bien haciendo falta en ciertos e incluso muchos casos un interés y un estudio en profundidad, es factible identificar rasgos que son prácticamente entendibles por cualquiera o casi cualquiera: esto hace que a tal arte le podamos otorgar una mínima objetividad en la subjetividad, esto es, y por expresarlo en términos textuales, una naturaleza que resulte altamente descifrable, y de ahí formal, aun siendo de por sí bastante complicado de descifrar fuera de sectores de público especializado. Un texto, en concreto alfanumérico, en el que usemos mecanografía corta y dibujos emoticónicos, estará hoy por hoy en el marco de lo más puramente informal porque, aun disponiendo de algunas pautas, éstas no se aplican sino a destinatarios por lo general muy específicos: más específicos de lo que pueda resultar cualquier clase de público especializado, de modo que puede no haber siquiera una mínima objetividad expresiva en la plena subjetividad expresada.

En buena medida, lo que hace que un mensaje en el formato que sea lo puedas considerar complejo es el hecho de que se dirija a un público cuanto más amplio mejor, sin perjuicio de que se pueda tratar de un público especializado. Mientras tal contenido esté bien sintetizado, que no necesariamente abreviado, la extensión en sí no tiene por qué ser un factor determinante de la complejidad, pues complejos pueden ser un simple verso o una corta fórmula de matemáticas.

Abreviaturas formales

Para que en todo caso alguna de las abreviaturas propias de la mecanografía de mensajería corta pasase a formar parte de lo común y aceptado en la comunicación de textos complejos, teniendo en cuenta la relativamente corta trayectoria de tal mecanografía, debería aún pasar bastante tiempo. Se trataría de que se produjese el pertinente proceso de estandarización.

Ante la eventual duda de por qué es conveniente no usar, además de los dibujos emoticónicos, las abreviaturas de mensajería corta en textos complejos si en tal clase de textos ya existen de hecho abreviaturas, baste con retomar la importancia que conlleva el tema de la subjetividad, pues en efecto hay abreviaturas en textos complejos pero a diferencia de las de mensajería corta se trata de abreviaturas ligadas a aspectos objetivos, se busca en este sentido el rechazo a todo matiz emotivo particular y al poder dar lugar según de qué modo a varias interpretaciones. Estas abreviaturas formales, desde las de unidades de medida a las de cargos, tipos de vías públicas, etcétera, las empleamos de hecho muy en especial en los textos más impersonales, y han devenido además recursos muy estandarizados, de modo que sólo guardan relación con las abreviaturas de mecanografía corta por la propia condición en sí de abreviaturas; por lo demás, estamos ante recursos textuales que pertenecen a ámbitos comunicativos diferentes, en concreto las abreviaturas formales al ámbito más objetivo y las de mecanografía corta al más subjetivo, y tienen trayectorias también diferentes, en concreto las abreviaturas formales una por la que ya se han estandarizado y las de mecanografía corta una aún muy incipiente en términos históricos.

Si en cuanto a abreviaturas textuales alfanuméricas como las propias de la mensajería corta ya de por sí, salvo que a lo largo de bastante tiempo se estandaricen, es del todo inadmisible que pasen a mezclarse en el ámbito en el que son propias las abreviaturas formales, concebir tal mezcla con los dibujos emoticónicos, en los que estás ante una situación de transtextualidad, es todavía peor. En un blog, o vía comunicativa más o menos similar, que en especial sea de ámbito científico, emplear las debidas abreviaturas formales te reportará reconocimiento de tarea bien hecha, pero las de mensajería corta, salvo en redes sociales y en mensajes de marcado carácter informal, resultarán más bien un defecto.

En cuanto a subjetividad

Yendo al máximo detalle se puede llegar a establecer que las abreviaturas de mensajería corta y los dibujos emoticónicos, por más que se quisiese justificar en base a motivos de transtextualidad, seguirían sin ser recomendables en textos complejos. Más allá de la falta de meticulosidad que de por sí se transmitiría, se estaría ante un forzar demasiado lo que en cambio, en su pertinente contexto, sí tiene pleno sentido.

En el lenguaje empleado para mínimamente complejos textos, en especial alfanuméricos pero también entendiendo texto más allá de tal vertiente comunicativa, las abreviaturas y los dibujos emoticónicos quedan fuera de lugar porque se trata de recursos altamente pensados para la muy particular subjetividad: no tienen por tanto unas normas notablemente fijadas que, por muy aburridas que puedan parecer a según quién, dotan a emisor y receptor de unas pautas con las que se tiene una prácticamente total seguridad de que la comunicación va a ser fluida, eficiente y no sujeta a matizaciones muy específicas y concretas que dependiendo de cómo se quieran interpretar pueden significar una cosa u otra. Quizá sea en lo impersonal donde se aprecie esto de manera más remarcable, pero incluso en lo personal, siempre que pretendamos causar la mayor incidencia de positividad en cuanto más público mejor, la extensión del uso de abreviaturas y de dibujos emoticónicos resulta en absoluto recomendable porque si transmitir emociones complejas y tramas elaboradas ya es de por sí complicado, añadiéndole todavía mayor grado de subjetividad a base de los recursos propios de la mecanografía de mensajería corta, todavía haríamos que lo que transmitamos sea más difícil de ser entendido. En definitiva, en lo impersonal, o sea lo de más carácter técnico, los mencionados recursos están fuera de lugar por no haber de por sí en tal clase de contenidos cabida para la subjetividad; mientras que en lo personal, o sea lo de más carácter artístico, están fuera de lugar porque supondrían un exceso de subjetividad en tal clase de contenidos.

Debes moverte, en particular en la macroblogosfera en cuanto a un desarrollo profundo de lo alfanumérico, en un lenguaje en el que por muy raro que se te haga prescindas de los recursos propios de la mecanografía en mensajería corta y que en cambio en las redes sociales son tan pertinentes. En general, pero en especial en un macroblog, procura por tanto en cuanto a subjetividad no hacerla aparecer donde no debe ni plasmarla en exceso aun haciendo contenidos de muy marcado carácter personal.

La popularizada mecanografía de mensajería corta

Puesto que en mayor o en menor medida, al cabo del tiempo todo proyecto comunicativo, se trate o no de una iniciativa de tipo blóguer, debe acabar teniendo tendencia a desarrollar autoinspiración, conviene facilitarse a uno mismo la futura tarea de ir recuperando lo que en su momento se realizó y procurar en este sentido haber hecho todo contenido bien elaborado en fondo y forma. En particular en las redes sociales, pero en la blogosfera en general, esto tendría que conducir a desmitificar, en concreto en lo alfanumérico, la indiferencia ante la correcta expresión.

Si en algo tan suprahumano como es un contexto en su dimensión más histórica aceptamos, como de hecho nos parece que no hay más remedio, su condición evolutiva, está claro que algo de mayor carácter concreto, por más permanencia que tenga a lo largo de varios contextos, como puede ser un idioma tiene que ser evolutivo desde sus formas más eruditas a las más comunes. Las genuinas abreviaturas y la transtextualidad de los dibujos emoticónicos que la mecanografía propia de la mensajería corta ha popularizado son innegablemente recursos cómodos, ágiles y divertidos que desde nuestra perspectiva es genial utilizar, pero asimismo debemos reconocer que para la elaboración de contenidos que sean mínimamente complejos y que vayan a tener una continuidad a largo plazo, se trate de contenidos personales o impersonales, tales recursos pierden, a lo menos bastante, su sentido. No es que debamos menospreciar la popularizada mecanografía de mensajería corta por ser, a nivel de amplia difusión, recomendable en todo caso en redes sociales, sino que tenemos que sacarle el máximo jugo dentro del contexto en el que mejor pueda desprender sus atributos, no sólo para la positividad inmediata en el público del que se trate, sino para que cuando tengamos que autoinspirarnos, recurriendo por tanto a buscar ideas dentro de lo que hayamos publicado bastante tiempo atrás, no tengamos que, de aplicar tal clase de mecanografía a lo que debiera ser más elaborado, ir redescifrando a duras penas lo que en su momento hayamos expresado con intencionalidad de discurso de importante calado.

En el público del que se trate, en general por lo menos, también se espera con toda probabilidad que de querer hacer contenidos elaborados no hagas siquiera el intento de mezclar esto con una expresión basada en lo característico de la mensajería corta, pues esto en mensajes largos y que pretendan devenir sagas, obras científicas a largo plazo y variantes habidas y por haber acaba por ser desconcertante e incluso transmite que tienes falta de meticulosidad. Como recurso en una novela o similar para recrear algo expresado mediante mensajería corta, sería tal vez de las contadas ocasiones en las que la mencionada mecanografía podrías, e incluso deberías, incluirla en tu compleja obra.

Una obra científica a largo plazo

En las obras de carácter impersonal, y más cuanto más grado científico adquieran, deviene especialmente fundamental en qué etapa de la propia trayectoria y de la del proyecto, blóguer o no, se esté. A diferencia de lo personal, que aun siéndole siempre recomendable una mínima coherencia puede permitirse recurrir más a la inventiva, en lo técnico, que cuando es complejo y largo suele ser científico por defecto, no hay lugar más que en todo caso para cierto grado de suposición.

Según los ciclos en los que nos encontremos, si estamos llevando a cabo una obra científica a largo plazo, estaremos más en disposición de un bagaje adquirido que nos permita la mínimamente recomendable autoinspiración en este ámbito, si bien aquí la interactividad respecto a aquello que sea nuestro objeto de estudio será a lo que deberemos dar prioridad. Lo científico debiera partir en todo momento de lo que el objeto de estudio transmite de por sí y no, o no tanto, de nuestras ideas preconcebidas. No obstante, el bagaje adquirido a lo largo del tiempo, si ha dado lugar a unos fundamentos sólidos, nos puede facilitar suponer de entrada hacia dónde puede dirigirse la explicación de cualquier, o casi cualquier, nuevo objeto de estudio que abordemos, hasta tal punto quizá de llegar a elaborar toda una cosmovisión. Sea como fuere, la blogosfera nos resulta idónea para que sin prácticamente límites procedamos a la publicación y difusión de nuestros hallazgos, desde el nivel científico más erudito hasta el más divulgativo. Al igual que con lo artístico, en toda transmisión de mensajes científicos que elaboremos mediante texto alfanumérico es un macroblog lo que nos resultará más útil para desenvolvernos mejor, mientras que las redes sociales, en concreto las especializadas, serán un recurso adecuado en mayor grado para todo lo que en particular en formato audio y audiovisual presentemos.

Ya que en los avances técnicos y científicos contribuyen muy en especial las aportaciones que entre los propios investigadores se hagan, la interactividad bidireccional que proporciona la blogosfera, y muy en concreto la microblogosfera, resulta altamente pertinente que la emplees para fomentar tales aportaciones tuyas y para que aproveches las de los demás. Además de que la tecnología en general hace que la ciencia avance a mayor celeridad, la blogosfera en particular contribuye a que también la difusión de los avances científicos sea más inmediata.

Crear una saga

La coherencia puede parecer en un principio algo mucho más propio de lo impersonal, y en particular de lo de más carácter científico, de modo que lo personal, lo artístico, tal vez parezca que tiene que centrarse en una inspiración que no tema por la total rienda suelta a lo que salga. Si bien puede ser apropiado que en lo artístico se tenga tendencia a una autoinspiración que se caracterice por constantes idas y venidas, sólo una mínima coherencia de conjunto permitirá que la positividad en todo público sea más efectiva.

De plantearnos crear una saga, en el formato del que se trate, estamos abordando el que quizá sea, de entre lo personal, o sea lo artístico, el tipo de obra en el que de manera más patente apreciaremos el muy recomendable, si no necesario, recurso a la autoinspiración. Tanto como en cualquier complejo discurso impersonal, guardar una coherencia de conjunto nos resulta imprescindible en toda saga a la que acabemos dando forma, pues de querer intentar combinar cambios profundos constantes más o menos a base de rienda suelta, más nos convendrá plantearnos hacer en todo caso una compilación o una antología de aquello que acabemos por realizar. En general, y siempre mejor si tenemos la habilidad de mantener la coherencia en los términos planteados, la blogosfera es un entorno idóneo precisamente para poner en práctica la producción de sagas, pues el espacio prácticamente ilimitado que nos brinda permite que dispongamos de amplísima capacidad de difusión para dar a conocer lo que hayamos creado, si bien son en particular las plataformas genéricas las que de por sí nos facilitan en mayor grado esta capacidad. Siendo el texto alfanumérico la vertiente comunicativa que empleemos, sin duda la macroblogosfera será nuestra mejor base, pues las redes sociales, por más multimedia que permitan, están enfocadas a mensajes breves de texto alfanumérico. Pero en cambio, y muy en especial las redes sociales especializadas, nos facilitarán más que cualquier otro recurso telemático la difusión de sagas que, en concreto, elaboremos en formato audio y más aún en formato audiovisual.

En cualquier saga que, en el formato que sea, elabores tienes que procurar que la necesaria alternancia de tramas no vaya asociada a un caos de líneas temáticas tal que lo complicado que pueda ser ya de por sí seguir la saga acabe resultando un contenido prácticamente, o del todo, imposible de entender. Mediante la mayor proporción de meticulosidad que de la imprecisión propia de lo más impulsivo, obtendrás una mejor obra resultante por más larga que acabe siendo.

Un discurso bloguero de sentido constante

Conseguir la garantía de plena coherencia va ligado a la evolución de la propia trayectoria bloguera, y conseguir la garantía de plena y profunda coherencia todavía más: esto, que también aplica a otras vías comunicativas, va unido en la blogosfera con la facilidad de consulta y reconsulta que este entorno facilita. Tal facilidad no sólo es útil al público o los públicos para confirmar la referida coherencia, sino para el propio blóguer para autoinspirarse.

A través del respectivo algoritmo de prácticamente todo sencillo buscador que cualquier blog, de la macro y de la microblogosfera, incluye, o puede incluir en particular en el caso de los macroblogs, nos resulta muy sencillo y rápido interactuar con lo que hayamos publicado, tanto propio como ajeno, en cualquiera de nuestros posts; no necesariamente nos referimos a una interactividad modificadora, a la que de hecho nos parece que es preferible no tener que recurrir, sino a una interactividad puramente contemplativa respecto a tales posts pasados e incitadora de la debida introspección que nos lleve de tal modo a la autoinspiración con la que garantizar una continuidad de discurso a base de plena y profunda coherencia. Incluso siendo poco el tratamiento que en nuestra trayectoria bloguera demos al texto alfanumérico, es esta clase de texto la que nos permite hacer búsquedas de todo lo multimedia que elaboremos o compartamos: así pues, debemos procurar hacer, aun limitándonos a sólo títulos, hacer textos alfanuméricos que faciliten la búsqueda allá donde hagamos nuestros posts. Que en la búsqueda, de por sí fácil, rápida y sencilla, de lo que publiquemos se aprecie un discurso bloguero de sentido constante, que no monótono, depende que tanto para todo público como para nosotros mismos la coherencia general avance hacia la profundidad y que nuestra autoinspiración se fortalezca.

De combinarse diferentes grados de trayectoria entre blóguer y blog, tendrás que valorar en qué medida debes adaptarte más tú a lo que lleve de bagaje el blog en cuestión o más este blog a tu propia trayectoria. En principio, la trayectoria más larga, sea la del blóguer sea la del blog, es la que de entrada merece ser más respetada, haciendo conveniente que la otra se adapte. Cuando en tanto que blóguer tengas más o menos la misma trayectoria que tu blog, se trate de uno propio desde el principio o adquirido, tendrás oportunidad de orientar por completo ambas trayectorias si se trata de ciclos potenciales o incipientes, mientras que te convendrá un muy afinado ajuste si los ciclos son de veteranía, aun siendo la tuya y la del blog en cuestión trayectorias muy parecidas.

La garantía de plena y profunda coherencia

Se practique en mayor o en menor medida lo multimedia, lo que sea propio va a poder devenir lo que al final acabe dando forma a la autoinspiración para los próximos contenidos a seguir elaborando y difundiendo. Con la autoinspiración, en este sentido, es factible que se dé un cierto grado de genuina compartición intertextual e intercontextual según los formatos abordados que tengan entre sí un encaje de elevado nivel.

En lo que concierne al muy recomendable, y de hecho inevitable con el tiempo, desarrollo de la autoinspiración, tendremos oportunidad de aplicar, si desarrollamos contenidos en varios formatos, lo que hayamos realizado en un formato a otro en el que, sin que ello desnaturalice lo ya hecho en el formato final, tal aplicación implique un enriquecimiento mutuo entre vertientes comunicativas que hayamos puesto en práctica. En especial, si hemos asociado mucho cada temática a una clase de formato, deberemos obrar con cautela al pasar lo que hayamos hecho característico en un formato a otro formato, incluso si lo que buscamos es causar impacto; cabe no dejar de lado que lo que salga de la más impulsiva improvisación es poco recomendable en todo blog, y por extensión en cualquier vía comunicativa. Si bien tanto en contenidos propios como ajenos la mínima coherencia nos la garantizan unos fundamentos, en particular en cuanto a temática y diseño, bien asentados, la autoinspiración en lo multimedia propio, sea en cualquier formato y entre los formatos que sean, es la garantía de plena y profunda coherencia, lo cual permitirá que aunque intercambiemos recursos y expresiones entre lo multimedia propio que realicemos nos mantengamos alejados de una improvisación excesiva, improvisación que en cualquier público al que nos dirijamos no contribuye a un positivo efecto, esto es, un efecto adecuado.

Toda coherencia que, siendo igualmente necesaria, debes aplicar a la difusión de contenidos ajenos resulta imprescindible que sea por lo menos básica, y a partir de ahí, en la medida de lo factible, plena, pero la condición de profunda es más bien aplicable sólo a la necesaria coherencia de la que tienes que dotar tus contenidos propios, pues es de hecho en contenidos propios donde por fuerza te resulta esencial hacer más uso de la introspección. La autoinspiración entre lo que vayas haciendo en múltiples formatos puede llevarte también a valorar trasvases transtextuales y transcontextuales.

Buena síntesis textual

Al tener que hacer, por poca que sea, una matización intertextual pese al elevado encaje entre dos vertientes comunicativas, hay que recurrir en la vertiente final a una mínima contextualización, constatando, así pues, una mínima diferencia intercontextual que en ciertos casos es inevitable. Con esto se aprecia que, a menor contexto, mayor es el número de significados posibles para un mismo significante; asimismo, el significado concreto para un significante quedará más acotado cuanto mayor sea el contexto en el que el significante se encuentre.

De que hagamos una adecuada síntesis de texto, entendiendo síntesis no necesariamente por abreviación y concibiendo texto más allá de lo alfanumérico, depende que construyamos un contexto que, no sólo en lo impersonal, o sea técnico, por su característica precisión, sino en lo personal, o sea artístico, no albergue dudas en cuanto a lo que incluso los términos más polisémicos que en su caso usemos puedan significar en el mensaje concreto que transmitamos. Por su mayor grado de customización, la macroblogosfera siempre dará más opciones que la microblogosfera en cuanto a creación del contexto que nos resulte necesario, por más complejo que sea; complejidad que a su vez será mayor en la medida en la que manejemos más lo multimedia, en particular si combinamos formatos que entre sí encajen poco a nivel intercontextual e intertextual. Cuantos más formatos empleemos y más diversidad temática desarrollemos, más deberemos tener presente una mínima buena síntesis textual a todos los niveles en cada formato al que recurramos, si bien en tal caso y, en la línea de nuestra perspectiva, no necesariamente por tratarse de hacer síntesis, proveer a cada formato de cuanta más brevedad o, en cualquier caso, de cuanta más sencillez, será lo mejor.

Cuando te manejes más bien poco en lo multimedia, esto es que te centres en un formato o en pocos, la buena síntesis textual tendrías que procurar que en vez de ser mínima, ya que precisamente no abordas una diversidad de formatos por lo menos notable, sea o tenga tendencia a ser exhaustiva. Demuestra, por tanto, que aun expresándote en un solo formato, sea el que sea, aprovechas entonces para sacarle el máximo jugo y, si bien siendo texto alfanumérico esto deberás vehicularlo por la macroblogosfera, en otros formatos te resultará mejor incidir más en la microblogosfera, en particular en las redes sociales especializadas.

Matización de intertextualidad

Aunque entre vertientes comunicativas altamente encajadas los significantes, y sus significados, no se alteren por el simple cambio de una a otra de tales vertientes, cabe tener en cuenta que con facilidad habrá casos en los que en el receptor se producirá la necesidad de una matización de intertextualidad que quizá de entrada el emisor no requiera. Entre las dimensiones escrita y oral de todo idioma esto es apreciable en particular mediante la homofonía y todavía más mediante la homografía.

En las palabras que suenan igual pero se escriben de manera distinta, el hecho de pronunciarlas, en especial en tanto que palabras aisladas, hace que por mucho que el emisor tenga claro lo que quiere transmitir, el receptor tenga fácilmente necesidad de alguna matización para esclarecer cuál es la palabra pronunciada. Así pues, aun manteniendo la validez de que entre formatos comunicativos muy intertextuales un significante y su significado no cambian por pasar de uno a otro de tales formatos, habrá que matizar en ciertas ocasiones por lo menos un poco según la palabra de la que se trate a falta de otras palabras con las que se dé un mínimo contexto que permita tener clara la palabra referida. En la homografía aún se suele añadir la dificultad de que significados diferentes se vehiculan a nivel comunicativo mediante un mismo significante que además de escribirse igual suele también caracterizarse por la homofonía, si bien puede darse la circunstancia de que un mismo significante, según el significado que le queramos dar, adopte una pronunciación distinta. Sea como fuere, una palabra que adquiera diferentes significados, o sea, la polisemia, lo cual no es sino la homografía restringida a un solo idioma, precisa de matización de intertextualidad muy en especial al transmitirla aisladamente, lo cual nos lleva a que entre lenguaje escrito y oral haga falta, en este caso, el mismo nivel de la matización en cuestión a aplicar, haciendo falta, por tanto, si queremos determinar uno de los posibles significados, hacer que entre en juego lo contextual.

Con el encaje entre lo visual y lo audiovisual puedes apreciar que la matización de intertextualidad quizá haga falta, muy en particular, en casos de significantes relacionados con la ficción. Un objeto, o un sujeto, ficticio puede llegar a estar tan asociado a un tipo concreto de formato visual graficoplástico o audiovisual que por mucha intertextualidad e intercontextualidad que entre ambas vertientes comunicativas haya, precises con toda probabilidad una matización intertextual cuando encuentres tal objeto o tal sujeto representado fuera de su habitual formato.

No hay modificación intertextual de significado

Todo significante va asociado a por lo menos un significado, como no podría ser de otra manera debido precisamente a tal condición de significante. Y viceversa, todo significado, para ser vehiculado mediante un acto comunicativo, debe ir asociado a su significante. De no especificarse lo contrario, se entiende que todo significante al que le sea aplicable a lo menos lo intertextual no varía su significado asociado al aplicársele efectivamente la intertextualidad.

En las vertientes comunicativas que entre sí tienen intercontextualidad, en especial si hay también entre las mismas intertextualidad, y además si el encaje es de elevado nivel, deberíamos apreciar, por lo menos bastante, que para un mismo significante no hay modificación intertextual de significado por el simple hecho de que tal significante lo expresemos por una u otra de las vertientes comunicativas altamente encajadas de las que se trate. Concibamos, según los mismos ejemplos que hemos ido apreciando, un objeto, o un sujeto, cualquiera representado mediante lo visual graficoplástico y lo audiovisual: en ambos formatos seguirá siendo el mismo, no cambiará significante ni significado por el simple hecho de que lo mostremos mediante un dibujo, una foto o una grabación de vídeo, cambiará únicamente el estilo y el grado de dinamismo, todo ello aspectos en cualquier caso más contextuales; entre lo escrito y lo oral pasa lo mismo: una palabra no cambia de significado por estar escrita o por ser pronunciada, cambia el significado según el contexto que le demos, tanto en modo escrito como en modo oral. De hecho, entre tales respectivas correspondencias intertextuales, siempre que haya en su caso un cambio de significado del significante que sea en un formato, el cambio será, o debería ser, de inmediata y hasta sincrónica aplicación al correspondiente formato con el que se dé el encaje. Para que hubiera modificación intertextual de significado habría que darse, también por ejemplo, el caso de que en algo o en alguien cambiase lo que transmite en tanto que mensaje en sí por el simple hecho de ser dibujado, fotografiado o filmado; o que una palabra cambiase su significado por el simple hecho de ser escrita o pronunciada: cambios de tales naturalezas podríamos en todo caso encontrarlos más bien en lo que tenga relación con lo transtextual.

Los dibujos emoticónicos te sirven también de buena muestra de lo que se refiere a que un significante pueda variar su significado según esté en su contexto propio o en otro. En blogs u otras vías comunicativas, al mezclarlos con lo propiamente visual alfanumérico les haces variar de significado según el contexto que les des, si bien el significante sigue siendo el mismo y que en lo propiamente visual graficoplástico, que es su entorno natural, no tiene por qué tener el mismo significado que, al aplicarles tal transtextualidad y tal transcontextualidad, les hayas atribuido.

De manera intertextual

Teniendo en cuenta que en lo visual en su dimensión más amplia está incluido lo alfanumérico, conviene resaltar que al compararse lo visual con lo audiovisual, del mismo modo que en lo audiovisual se está descartando lo genuinamente teatral y otras combinaciones afines entre lo visual dinámico y lo sonoro, en lo visual se está haciendo referencia en concreto a lo graficoplástico. Entre lo visual alfanumérico y lo sonoro hay correspondencias contextuales y textuales a un nivel como mínimo igual que entre lo visual graficoplástico y lo audiovisual.

Del modo de comunicación visual, entendiendo visual en su sentido más amplio, una parte, en concreto la parte alfanumérica, tiene con el audio, por tanto un modo propiamente completo de comunicación, un encaje intercontextual a tal nivel que llegan a ser dos caras de la misma moneda: las dos caras de todo idioma en tanto que lenguaje escrito y oral. Tienen una unión tal ambas vertientes comunicativas entre sí que no sólo encajan de manera intercontextual sino de manera intertextual, pues prácticamente todo lo existente en una tiene su equivalente en la otra; por eso, en especial dentro de los márgenes de lo comprensible, todo lo oral es transcribible y todo lo escrito es pronunciable: se trata de un elevadísimo grado de correspondencia en cuanto a intercontextualidad e intertextualidad. Es tal vez precisamente la casi total equivalencia entre lo visual alfanumérico y lo oral lo que nos resulte más apropiado para comprender del todo la intertextualidad, lo cual conlleva movernos a un estrato mucho más directo que lo intercontextual: lo intertextual implica todo significante equivalente e igualmente propio en un modo de expresión y en otro, lo cual entre lenguaje escrito y oral se aprecia claro por completo; por su parte, lo transtextual consistiría en pasar significantes propios, o más propios, de una vertiente de expresión a otra, cosa que en las ilustraciones a base de emoticonos, algo tan habitual en blogs, tiene un ejemplo evidente.

Cuando mezclas dibujos emoticónicos con texto al uso, o en muchas ocasiones texto abreviado de las más diversas maneras, estás llevando a cabo un acto de transtextualidad, pues pasas significantes propios de lo visual graficoplástico a lo visual alfanumérico. En esta práctica hoy tan extendida, la intertextualidad característica entre lenguaje escrito y oral se desmarca por lo menos un poco del encaje casi al completo que de por sí incluso a nivel más informal hay.