Nivelar razonablemente la acción de transparencia

Saliendo del hermetismo pero sin caer en el exhibicionismo se consigue nivelar razonablemente la acción de transparencia y se contribuye, por tanto, a dar la adecuada familiaridad a lo que se realice. Con un proyecto al que se le aplique una buena acción de transparencia, quien sea responsable de la iniciativa conecta más con ciertos agentes respecto a los cuales convenga una proximidad, aunque no siempre sea una proximidad física.

De entre los agentes, tanto individuales como grupales, con los que nos interesa potenciar la familiaridad y la proximidad, el más numeroso sería, o debiera ser, nuestro público, nuestra clientela si adoptamos una perspectiva del todo comercial. En cuanto a un agente del ámbito inversor, tendrá que tener una percepción muy particular de nuestra transparencia: percepción caracterizada, en lo fundamental, por tener el objetivo de sustentarse en la exigencia del máximo detalle en cuanto a transparencia. Desde la faceta por completo interna de nuestro proyecto, y refiriéndonos al caso concreto de proyectos grupales, es importante que la transparencia sea algo de lo que se sientan a gusto siendo, como deben ser, partícipes los integrantes del equipo.

Puesto que en cuestión de transparencia en un proyecto primerizo aún no tendrás, con toda probabilidad, mucho que ofrecer, mejor reserva la aplicación de una acción de transparencia, en especial en cuanto al público, para cuando dispongas de un proyecto más consistente. De cara a inversores, te convendrá ser transparente desde el principio, incluso al tratarse de un proyecto incipiente, o hasta potencial. En caso de que hagas un proyecto en grupo, seas o no quien dirige tal grupo, contribuirá a ofrecer una acción de transparencia muy positiva el hecho de que los miembros del equipo os desenvolváis bien coordinados en vuestras tareas.

Variaciones adrede

Opciones de que lo fortuito dé lugar a una variación en principio no deseada pero a la que al final se la acaba considerando pertinente pueden producirse. Sin embargo, confiar siempre en lo azaroso hace perder el sentido de lo que ser emprendedor representa. Todo proyecto que se emprenda, o que se quiera emprender, se sustenta en la idea de planificación, que es lo que justo hace que de incluso lo fortuito sea factible seleccionar con qué quedarse.

Los factores azarosos que puedan derivar en cambios no deseados, tanto internos como externos, deben, de no poder evitarse, estar por lo menos bajo control al máximo; y procuremos que de acabar dejando que un factor fortuito inicialmente no deseado se acople a nuestro proyecto sea a causa de habernos asegurado bien de que en verdad es adaptable a lo que estamos realizando: de ahí la importancia de una planificación y de que los ciclos que siga el desarrollo de nuestra iniciativa no se produzcan porque sí. Emprender, sea a nivel individual o grupal, tiene sentido si ejercemos un control adecuado y si las variaciones, no sólo las adaptadas de origen fortuito sino incluso las variaciones adrede que hagamos, se corresponden con un plan general que, si bien debe ser adaptable según convenga, tiene que ajustarse a la esencia de lo que queramos aportar al público, siempre que tal esencia la hayamos definido bien. Un blog, o un proyecto cualquiera en general, está bajo control cuando no sólo tenemos bien acotados los factores azarosos no deseados y aunque al final se acaben adoptando tras la conveniente adaptación, sino cuando somos capaces de aplicar con acierto los factores que deseemos y de los que, por tanto, debamos tener bien meditada desde un principio su función de producir variaciones adrede que tengan la finalidad de obtener mejoras; además de esto, para que nuestra iniciativa esté del todo bajo control, cabe no descuidar protegernos de eventuales variaciones adrede con las que, a nivel interno o externo, se nos intente perjudicar.

En lo que realices, o vayas a realizar, los peligros no sólo pasan por lo fortuito. Ten bajo control todo aquello que, sea azaroso o adrede, sea interno o externo, implique una potencial variación, interna o externa, no deseada en tu proyecto. Una buena intuición es la mejor habilidad de la que en este sentido puedas hacer uso: mantén, así pues, en tu planificación general y a lo largo de todos los ciclos de tu proyecto, una actitud fundamentada en el punto medio exacto entre la improvisación y la preparación.

Autoconfianza, no autoengaño

La confianza es un concepto interesante de aplicarse respecto a uno mismo. En las relaciones dentro de un grupo que tiene el objetivo de llevar a cabo un proyecto la confianza mutua es clave, pero a todo individuo, esté o no en una iniciativa de equipo, le conviene tener un buen grado de autoconfianza. Un grupo en el que todos se tengan confianza mutua pero cada miembro a título personal tenga poca autoconfianza es bastante probable que vea mermado el potencial grupal.

Con autoconfianza seremos capaces de gestionar adecuadamente el control de casi cualquier factor, incluso si es muy imprevisible y muy intenso, que pueda representar en nuestro blog, u otra clase de proyecto, una variación no deseada, tanto interna como externa. En un proyecto individual es de especial importancia ya que, si bien el responsable en una iniciativa de este tipo tiene una elevada libertad, se carece de la opción de contar con alguien a quien recurrir, de manera inmediata por lo menos, ante ciertos factores que puedan obstaculizar lo que se realiza y a los que a tal responsable le sea complicado de entrada encontrar solución. La autoconfianza no se basa tan sólo en convencernos por nosotros mismos de que seremos capaces de hacer algo si nos lo proponemos, sino que es lo que sustenta, en la pura práctica, el hacer desde la sensatez y lo asumible lo máximo por mantenernos firmes en la consecución de eso que nos hayamos propuesto, haciendo frente a cualquier alteración no deseada, interna o externa. Si la autoconfianza no pasa de la simple autoconvicción teórica, quizá lo que estemos haciendo sea autoengañarnos.

Manteniendo la firmeza con la que de modo efectivo resuelvas hasta los más serios obstáculos con los que te encuentres en el desarrollo de tu proyecto, se trate de un blog o de cualquier otro tipo de iniciativa, tu autoconfianza no será una simple idea que hayas asimilado sino un sentimiento que tendrá de pedestal un bagaje. Los obstáculos que sigan surgiendo podrán ser nuevos y muy distintos a los que hayas ido resolviendo, pero mientras sea autoconfianza, no autoengaño, lo que te guíe estarás en mejor condición de reaccionar con una actitud que te facilite encontrar, y aplicar, buenas soluciones.

Toda alteración interna no deseada

De los múltiples factores que lleven a considerar, y a veces hasta sin tener otro remedio, la variación del ritmo interno de un proyecto se conseguirá que no deriven en ninguna variación sustancial en la faceta externa procurando que tales factores, de no ser deseables y no haberse evitado, estén al menos bajo control. Sea una iniciativa individual sea una grupal, lo preferible para quien es el responsable consiste en tener la máxima seguridad de que a esa iniciativa no la condicione ningún cambio que no haya sido aprobado tras analizarlo bien y llegar a la conclusión de que aplicar tal cambio es positivo.

Tener la certeza de que el público va a disponer siempre de lo que mediante nuestro proyecto pretendemos aportar implica que tengamos la certeza de que el ritmo interno de nuestra iniciativa funciona, y de que va a seguir funcionando, pese a toda alteración interna no deseada. A nivel interno, el control de lo que realicemos está vinculado a unas medidas que serán diferentes en función de cada proyecto, pero en general lo que cabe tener presente a nivel básico es cómo difiere este control en función de si nuestro proyecto es individual o grupal. En una iniciativa individual, por el hecho de que el control interno no depende de nadie que no sea uno mismo y no habiendo por tanto eventuales directrices de alguien más, habrá una total libertad por parte del responsable del proyecto; si además el responsable dispone de entusiasmo, capacidad organizativa y un buen sentido previsor, conseguirá que las alteraciones que, incluso siendo muy profundas, a nivel interno se den no hagan que el proyecto, en su faceta externa, dé muestras de ningún relevante cambio no deseado. La clave en lo que se realice a nivel grupal está en la confianza mutua entre los integrantes: un equipo bien constituido tiene la ventaja de que, ante la multiplicidad de factores susceptibles de alterar mucho y de manera no deseada el proyecto, hay opción de derivar cada factor a quien cuente, según el caso, con las mejores habilidades y además, debido a esa confianza intragrupal, teniendo la certeza de que a quien se derive tal responsabilidad la cumplirá.

Una alteración interna y profunda ante la que no encuentres solución de inmediato no debe hacerte caer ni mucho menos en la desesperación. Si pierdes tu propio control pierdes el del proyecto también, y entonces, si la situación se prolonga, y aún más si también se agrava, las consecuencias acabarán siendo las menos favorables en todos los sentidos. El control, de un modo u otro, siempre debes tenerlo en cuanto a tu proyecto: en uno individual, ten el máximo conocimiento de todos los aspectos que hacen posible lo que realizas; en uno grupal, asegúrate de que al frente de cada área cuentas con alguien no sólo capacitado sino de confianza.

Variar el ritmo interno

En una acción de transparencia se muestra aquello que hace tener una cierta idea, a quien es externo al proyecto del que se trate, de cómo funcionan los procedimientos internos que conducen a la realización de la iniciativa. La realidad cotidiana sin embargo, por muy abierta que sea la acción de transparencia que se haga, hace que esa cierta idea se ajuste más o menos a lo que en verdad es el funcionamiento habitual que da lugar al desarrollo del proyecto.

Toda la transparencia que dentro de unos márgenes razonables queramos aplicar a nuestro proyecto, y dando con ello una buena impresión de proximidad y de familiaridad, no dejará de ser siempre una idea aproximada, en especial hacia quien sea por completo externo a nuestra iniciativa. La transparencia total no sería factible salvo que retransmitiésemos a cámara abierta en todo momento todo cuanto pasa en cada rincón de los espacios relacionados con nuestra iniciativa, lo cual a nuestro parecer no sería, incluso de poder hacerse, algo auténticamente interesante en ningún proyecto. En cualquier caso, lo que dentro de los márgenes razonables mencionados, y que son lo que entendemos que es conveniente aplicar, la transparencia da una noción del ritmo interno de lo que estamos llevando a cabo en el marco de lo que realicemos; pero a veces, y quizá a menudo, ese ritmo, lejos de ser constante, lo alteraremos, incluso muy a conciencia, ante lo que, sea de modo previsible, o en cambio, imprevisible, se produzca eventualmente y que suponga hasta un serio obstáculo al correcto desarrollo de nuestros procedimientos.

Múltiples son los factores que te lleven a considerar variar el ritmo interno que sigas en los procesos mediante los cuales, en el propio ámbito interno e independientemente del grado de transparencia que apliques, lleves a cabo la confección de tu blog, y en general de toda clase de proyecto. Lo importante es que evites que la variación en el ritmo interno cause una alteración sustancial de lo que esperas transmitir al público y, a su vez, de lo que el público espere de ti.

Intuyendo

Aun siendo la perspectiva cortoplacista más bien poco recomendable, de emplearse será más acertado hacerlo mediante una actitud que sea distinta a la basada en la improvisación, y en particular en la improvisación desde el más puro impulso: la mejor habilidad a la que recurrir en este sentido sería la intuición. En una circunstancia de poco margen en cuanto a reaccionar, una actitud a raíz de una bien desarrollada intuición permite disponer de cierta capacidad de anticiparse que incluso resulta más eficiente que la más desarrollada habilidad improvisadora.

¿Qué es lo recomendable en pro de poseer buena intuición? Al hacer y responder esta pregunta nos estamos basando en que, al igual que con la improvisación, contemplar la intuición en tanto que una habilidad cultivable es lo ideal. De hecho nos parece que la intuición, a causa de su, aunque en ocasiones sea mínimo, componente de anticipación sirve, si bien sin llegar al nivel de la preparación, por lo menos de mucha más consistente base en comparación a la habilidad de improvisar. La respuesta que a nuestro entender es acertada a la pregunta que hemos planteado la formularemos de la misma guisa que lo que nos parece que es el auténtico camino de encontrar la inspiración: mientras que en pro de hallar buena inspiración debemos transitar entre la interactividad y la introspección, en pro de disponer de buena intuición tendremos que hacer nuestra búsqueda entre la improvisación y la preparación: intuir es el punto intermedio exacto entre improvisar y preparar. Acostumbrándonos, por tanto, a improvisar pero teniendo adquirida una práctica constante de preparar a conciencia lo que elaboremos, nuestra buena intuición será más potente.

La intuición te parecerá quizá que es de esas habilidades que la gente tiene, o no, sólo por simple naturaleza: esto es lo que a muchos les parece pero al igual que con la inspiración te será fructífero, en particular para llevar a cabo un proyecto bloguero o similar, hacer de tu intuición algo que busques. En esta búsqueda, encontrar el equilibrio entre lo bien improvisado y lo bien preparado será el punto de llegada; y a partir de ahí, intuyendo serás capaz de solventar mejor la situación cuando tengas necesidad de reaccionar en un corto plazo.

Elementos en reserva

Una buena actitud con la que en todo proyecto se da pie a una preparación consistente es la fundamentada en no hacer funcionar con perspectiva cortoplacista la continua actualización de la iniciativa de la que se trate. Hasta en las cosas menos relevantes de un proyecto y sea cual sea el ritmo de actualización que se siga, una previsión será útil y para ello, en base a una perspectiva más a medio y largo plazo, hacer una reserva de posibles elementos con los que dar forma a lo siguiente que se publique es de notable idoneidad.

Ante la necesidad de improvisar y, en particular, de hacerlo en lo que se refiere a publicar contenidos como los que puedan ser propios de un blog, la reserva que a menudo procuremos ir elaborando en cuanto a elementos útiles en futuras publicaciones será lo que nos aportará una considerable comodidad a pesar de la poca disposición de tiempo que en mayor o menor número de ocasiones tengamos. Esta reserva tiene que intentar estar en sintonía con la constante definida en el proyecto: si no lo está, por mucha rapidez con la que la empleemos en cualquier contenido para el que tengamos poco tiempo de elaboración, el resultado a lo sumo estará bien pero con toda probabilidad creará una manifiesta discordancia con lo que represente nuestra constante; si esto se produce de una manera puntual tampoco hay aún motivo para la alarma, pues toda discordancia que en alguna ocasión produzcamos no tiene por qué impedir que el conjunto del proyecto retome el ritmo de su ciclo en la próxima publicación. Al disponer de elementos en reserva, sean tales elementos ideas en nuestra mente sean anotaciones por poner ejemplos de lo más propio en ámbitos como el bloguero, estaremos mejor preparados ante una necesidad de improvisar que requiera poco, o muy poco, margen de reacción.

Siendo tu caso el de bloguero con experiencia es muy probable que ya estés acostumbrado a ir preparando de manera constante una cierta reserva de elementos, en particular posibles contenidos, a los que recurrir más o menos, y según te programes cada vez, ante lo siguiente que vayas a publicar: es importante que no abandones esta costumbre; no confíes en que después de ya haberte habituado a reservar elementos serás capaz de manejarte con la improvisación impulsiva para conseguir lo que esté más que bien. Dejándote a merced de improvisar desde el impulso, por más experiencia que tengas en blogs o en otro proyecto del que se trate, el azar va a hacer que peligre tu capacidad de dar un resultado óptimo.

Improvisar requiere técnica

Resulta suficiente con improvisar para ser capaz de hacer que todo salga bien, pero si lo que se pretende es que en un proyecto no todo se limite a salir bien sino lo mejor posible hasta lo óptimo será bueno que, además de intentar reservar la improvisación a las cuestiones menos relevantes, se haga un entrenamiento en cuanto a capacidad improvisadora para que, cuando tenga que emplearse tal capacidad, también se consiga, si no siempre por lo menos casi siempre, un resultado que sea también lo mejor posible. Un entrenamiento de estas características, y aunque parezca contradictorio, no pasa sino por la propia costumbre de preparar bien aquello que se lleve a cabo.

Cometeremos un error muy grave si concebimos la improvisación sólo ligada a su uso desde el puro impulso, y más en un proyecto con el que queramos producir una mínima incidencia en el público. A la improvisación, si embargo, tampoco la debemos menospreciar por completo: esto sería también un error mayúsculo. Improvisar es un buen recurso del que beneficiarnos y con el que seremos capaces de que las cosas nos salgan más que bien al aplicarlo con acierto. Siempre que la improvisación la cultivemos de modo adecuado, estaremos en condición de que improvisando acostumbremos también a conseguir que lo que elaboremos sea incluso óptimo; pero una improvisación así no es la que se origina desde el simple y rápido impulso, sino la que seamos capaces de hacer emerger desde la base de estar acostumbrados a preparar a conciencia todo lo referente a mantener nuestro proyecto: esta costumbre nos nutre de unos referentes a los que, incluso en situaciones de no disponer de mucho tiempo, nuestra mente estará en mejor condición de acudir y aplicarles la conveniente adaptación.

Pese a que la improvisación impulsiva te dé buen resultado algunas e incluso muchas veces, no confíes en que siempre vaya a ser así. Con tan sólo el pensamiento impulsivo, que quizá sea con lo que a menudo mucha gente asocia la improvisación, estás muy sujeto al azar y dispones siempre de tantas probabilidades de que la improvisación te dé buen resultado como de que te salga mal. Asimilando, en cambio, que improvisar requiere técnica y que, en este sentido, es cultivable en tanto que una habilidad válida en muchos ámbitos, entre ellos el de los blogs, tendrás más garantías de que cuando improvises sea un óptimo resultado lo que obtengas.

Sin tiempo que perder en acomodación

Aunque la comodidad deba ser propia de todo proyecto, en los comienzos de una iniciativa y los cambios que se den a lo largo de la trayectoria de tal iniciativa tendrá que contemplarse un cierto tiempo hasta que la acomodación, de manera respectiva, se establezca o restablezca. Pero a veces quizá, para esperar a que la comodidad se asiente, el tiempo del que se disponga no sea mucho.

Dada la situación de que debamos poner en marcha, sea a título individual o grupal, un proyecto, o bien, asumir responsabilidad en uno ya en funcionamiento sea también individual o grupal y aun en su caso ya habiendo participado en él, si por la razón que sea nos encontramos sin tiempo que perder en acomodación, lo mejor será no refugiarnos, por completo al menos, en improvisar y en que con ello es suficiente para que seamos capaces de hacer que todo salga bien: la plena comodidad nos requerirá algún tiempo, incluso por más capacidad de adaptación que tengamos; así que, si ese tiempo no juega a nuestro favor, el cómodo encaje respecto a la iniciativa tendremos que intentar fundamentarlo en una consistente preparación fruto de una acertada acción previsora respecto a que tal falta de tiempo iba a producirse. La improvisación no es deseable en lo que concierne a tomar las riendas de una constante de proyecto sino que resulta mejor limitarnos a improvisar en casos que tengan relación con elementos de cambio más propios de los procesos por los que busquemos ir manteniendo una originalidad actualizada a lo que publiquemos, siempre dentro de la constante establecida.

Por muy bien que se te acostumbre a dar, la improvisación no es algo de lo que debas tener confianza en que te sacará de todo, o casi todo, atolladero. Reserva la práctica improvisadora para las tareas que no sean definitorias de las características nucleares del blog, o de las de otra clase de iniciativa de la que se trate: así conseguirás mejor tanto gozar de una comodidad bien asentada en el proyecto como ejercer bien tu capacidad de improvisar.

Que la constante sea duradera

Una constante debe aportar comodidad al proyecto. Cuando se desarrolle con comodidad, un proyecto tendrá tendencia a una trayectoria marcada por una muy positiva sensación de quien se encargue de tal iniciativa, ya sea esta iniciativa de tipo individual o grupal, y por un relevante aporte hacia el público, sea especializado sea genérico.

Cómodo debemos entenderlo en el sentido de agradable y de asumible, y no en el de fácil, ni mucho menos en el de llevado a cabo con despreocupación. Preparar un blog que todavía no hemos publicado, o dinamizarlo una vez ya consultable por parte de la comunidad internauta, deben ser tareas que nos resulten cómodas, tengamos el nivel de experiencia que tengamos en cuanto a blogs. Lo mismo es aplicable prácticamente a cualquier proyecto: si nos sentimos cómodos en su realización es que nos resulta una iniciativa agradable de emprender y que estamos en condición de asumirla a la perfección. A medida que en la trayectoria de todo proyecto se sucedan ciclos, la comodidad irá seguro variando y la constante se verá por ello más o menos afectada, pero si vamos compensando nuestros respectivos niveles de sensación agradable y de condición asumible, la comodidad se mantendrá y favoreceremos que la constante sea duradera. En la durabilidad de una constante de proyecto está la base de la construcción de una identidad bien definida con la que el público asimile, también con comodidad, qué es lo que nos caracteriza.

Habiendo conseguido una constante en tu proyecto bloguero, o incluso en cualquier otra clase de iniciativa en general, el reto que no debes dejar de lado es el de que ese proyecto sea genuino. Hacer de una constante poco o nada duradera es tan poco provechoso como hacerla muy duradera pero sin que en ningún momento la lleves a estar basada en el aporte de algo del todo, o casi, original.

Hallar la constante

Igual que establecer unos fundamentos en la elaboración de un blog es adecuado en pro de la consistencia de ese blog, la trayectoria de quien lo elabore será más sólida si es una trayectoria que dispone de una constante, o sea, de algo que, pese a que se den cambios, tiene tendencia a permanecer firme en la mencionada trayectoria. En definitiva, cualquier trayectoria, de un proyecto, de un individuo o de un equipo, tiene en su constante la llave de una mínima robustez.

En un proyecto maduro y de relevante aporte al público, haber tenido que consolidar una constante con la que marquemos una sustancial diferencia, sobre todo ante el propio público, nos habrá tenido que resultar, con toda probabilidad, indispensable. Todo cambio, incluso cuando lo constituye un brusco paso de un ciclo a otro, no desvirtuará una trayectoria, nos refiramos a la de un proyecto, a la de nosotros mismos o a la de nuestro grupo, si hemos conseguido hallar la constante de tal trayectoria: esa constante es lo que viene a concebirse por lo común, en el caso de los individuos, en tanto que lo característico de la carrera o del currículum. Se trate de proyectos, de personas particulares o de equipos, en una trayectoria que procure conducir hacia la veteranía tenemos que evitar el doble peligro de, o bien acabar abandonando la firmeza, o bien de convertirla en demasiado rígida; y al tener que afrontar un cambio de ciclo es cuando en especial todo esto lo ponemos a prueba, o tenemos por lo menos una buena ocasión de hacerlo. Ante un cambio de ciclo, sea más o menos simétrico entre el proyecto y el emprendedor individual o el equipo, es la respectiva constante de trayectoria lo que es necesario preservar en la iniciativa y en quien la realice o la haya estado realizando: así estaremos dando lugar a trayectorias que, por muchos cambios que experimenten, se caractericen por tener una coherencia en su totalidad.

Un cambio de ciclo en tu proyecto no tiene por qué corresponderse de manera idéntica con un cambio de ciclo tuyo particular en tanto que emprendedor de por libre, o, si es una iniciativa grupal, no tiene por qué corresponderse de manera idéntica con un cambio de ciclo en el equipo. Tanto si es un proyecto individual como si lo es grupal, los cambios de ciclo de la iniciativa quizá los marque algo que a efectos prácticos no altere demasiado la trayectoria del individuo o del grupo; y tampoco un cambio de ciclo en quien realice parte o todo un proyecto tiene que implicar en el propio proyecto un cambio sustancial.

El antes y el después

Desde el momento en el que se esté en un nuevo entorno de proyecto, una evaluación de lo que sea aprovechable de la etapa anterior y de lo que haya que plantearse en cuanto a perspectivas es una acción más que recomendable. Por poco drástica que sea la transición entre entornos de proyecto, siempre que sea fruto de un cambio un tanto sustancial, constituirá un nuevo ciclo en la trayectoria de emprendedor, de proyecto, o de ambos.

Transitar hacia un nuevo entorno de proyecto es una de las formas que puede adoptar un cambio de ciclo en la trayectoria que sigamos de nuestra propia experiencia más o menos general o de una determinada iniciativa, o incluso conjunto de iniciativas. En esta clase de cambio de ciclo, pese a que haya podido ser originado por un desencaje grupal con final poco amable, nos será de utilidad, y al igual que en cualquier paso de un ciclo a otro, proceder a examinar el antes y el después, el bagaje adquirido hasta entonces y lo que tenemos el propósito de realizar de ahora en adelante. Conjugando a partir de ahí las dos etapas, la primera de las cuales ya desde lo efectivo por ser la que se terminó y la segunda aún desde lo provisional por ser la que debe tomar forma, estaremos en disposición de conseguir un auténtico enriquecimiento a título personal y en cuanto a cualquier proyecto en el que estemos inmersos en el nuevo contexto. Fundamentándonos en este enriquecimiento contaremos con más opciones de éxito en lo referente a cultivar una veteranía plena.

Situado en un punto de recién estrenado entorno de proyecto te encontrarás ante una situación en la que te será provechoso un balance de lo que has estado realizando y de lo que vas a llevar a cabo, pero no te limites a hacer tal comparativa y valoración únicamente en el caso de que se correspondan la tipología de entorno que dejas atrás y la del nuevo al que accedes. Lo que hayas aprendido de un entorno que sea de tipología grupal, quizá te sirva si pasas a un contexto individual, y viceversa: es importante que no menosprecies, y mucho menos a la ligera, lo que hayas aprendido en cualquier clase de entorno.

Los tipos de interactividad conectan con los entornos de proyecto

Con la interactividad que se aplique en el análisis y posterior acceso respecto a un nuevo entorno de proyecto es factible, según si este nuevo entorno es grupal o de actividad individual, hacer la misma distinción que, respectivamente, con la interactividad de microblogosfera y la de macroblogosfera. En las redes sociales la clase de interactividad que acostumbra a primar es la bidireccional, mientras que los macroblogs se caracterizan por la predominancia de una interactividad más unidireccional.

La microblogosfera tiene mucho de esencia de grupo, y en la propia denominación de redes sociales ya se da a entender ese detalle, en especial por asimilación a las relaciones sociales de la vida física, tangible, no virtual. Por su parte, la macroblogosfera dispone de una relevante asociación con los tradicionales diarios personales: por tanto, con algo más íntimo, más introspectivo. Ahora, tomando de referente esto que se aprecia en la blogosfera, observemos que los tipos de interactividad conectan con los entornos de proyecto a los que acceder, sea un acceso desde la más incipiente experiencia general, o bien, sea tras una transición desde otro contexto en el que desarrollásemos alguna iniciativa más o menos parecida a la del nuevo entorno: al tenernos que plantear y llevar a cabo una transición a un contexto nuevo en el que desarrollar un proyecto, ligado en mayor o menor medida al que en su caso estuviéramos realizando hasta el momento, la interactividad que deberemos poner en práctica será de tipo más bidireccional en un nuevo entorno que sea grupal, que es la clase de entorno en el que más nos hemos centrado últimamente; mientras que si cambiamos a una situación individual no dispondremos de tanta ocasión de intercambio de roles, que no necesariamente de cargos de responsabilidad, pero, aprovechando bien la situación, seremos capaces de aplicar una interactividad unidireccional con la que adaptar las cosas más a nuestro gusto, lo cual si estamos en disposición de potenciar nuestro espíritu emprendedor es muy interesante.

De manera afín a la búsqueda de la inspiración, el mejor entorno en el que desarrollar tu actividad bloguera, o de otra clase de proyecto, será con toda probabilidad uno en el que combines en su justa medida actividad grupal e individual; esto es, de un lado, la interactividad sobre todo bidireccional y, de otro lado, la introspección y la interactividad más unidireccional. Cuál sea con exactitud esa justa medida depende de ti mismo, y si dada una circunstancia de cambio de entorno te resulta factible determinar esa medida en buena parte, o del todo, según tu propio criterio estarás ante una oportunidad fantástica de enriquecer tu espíritu emprendedor.

Transición dentro de unos márgenes de comodidad notables

Al examinar si conviene elegir una opción externa respecto a una iniciativa grupal, un análisis del entorno en el que se dé toda opción externa a la que tengamos acceso derivará en una compilación de datos con los que la determinación final tenga más capacidad de ser exitosa. Puesto que, sea hacia otro grupo sea hacia una situación individual, se trata de un cambio de entorno, el mencionado análisis es preciso que se tome con el máximo interés por parte de quien se plantee tal cambio.

Si bien la introspección nos servirá en tanto que buen proceso con el que cultivar la honestidad respecto a un mismo, la interactividad será útil al dar el paso de la mejor manera en cuanto a la decisión que en su caso tomemos en relación a un cambio de entorno grupal por otra circunstancia que sea también de iniciativa en equipo, o bien, de actividad que, si no del todo al menos en alto grado, tenga un carácter individual. La interactividad llevada de la mejor manera que seamos capaces nos conducirá a una transición dentro de unos márgenes de comodidad notables, pese a cualquier altibajo que de todos modos produzca el cambio en cuestión; y justo debido a una buena práctica de la interactividad será un altibajo más llevadero. Con interactividad, ante un cambio de entorno grupal, tendremos que proceder ante el propio grupo del que nos salgamos y también, y a ser posible de manera previa a que interactuemos con el equipo a abandonar, en lo referente a analizar con la máxima profundidad el abanico de mejores opciones externas.

Cuando sumes la introspección con la que practiques una honestidad respecto a ti mismo y la interactividad con la que analices opciones de nuevos entornos, desarrollarás mejor la interactividad pertinente con la que a partir de ahí tengas que relacionarte con el grupo que dejes y, en su caso, con el nuevo al que accedas. Dando lugar tu transición a una situación individual, lo mejor será que la enfoques en tanto que una oportunidad de desarrollar con plenitud tu potencial emprendedor, aunque tengas que hacerlo desde cero y quizá por primera vez.

La mejor oportunidad externa a valorar

Elegir la opción de mejor oportunidad externa resulta adecuado cuando la elección se fundamente en una comparativa hecha a conciencia entre la oportunidad interna que se sustituiría y la oportunidad externa con la que, en su caso, proceder a la sustitución. La comparativa, al hacerla sobre todo desde la honestidad respecto a uno mismo, contribuirá a evitar que la decisión que se acabe tomando sea desacertada.

Ya nos lo propongamos nosotros mismos, ya sea fruto de una sesión adaptada de lluvia, o tormenta, de ideas, la posibilidad de escoger el camino de mejor oportunidad externa respecto a un proyecto grupal en el que no se dé un buen encaje nos la tenemos que intentar plantear siempre desde el análisis concienzudo de lo que tengamos oportunidad de seguir realizando a nivel intragrupal en el mismo equipo en cuestión y de lo que, en cambio, tengamos oportunidad de llevar a cabo en otro entorno de grupo, o bien, en una situación individual. La mejor oportunidad externa a valorar para al final ser escogida y sustituir con ella la insatisfactoria circunstancia de equipo debe, en primer lugar, ser mejor respecto a cualquier oportunidad interna, incluida la redistribución intragrupal, y en segundo lugar, procurar ser la mejor de entre las propias oportunidades externas a las que tengamos acceso: así corregiremos la situación de desencaje mediante un cambio hacia afuera pero con un relevante progreso positivo en lo que a nuestra trayectoria particular se refiere.

Un planteamiento de mejor oportunidad externa respecto al blog, u otro proyecto, que a nivel grupal lleves a cabo te será provechoso si estás convencido de que el desencaje dado no es solventable en modo alguno mediante ni siquiera la opción de una redistribución intragrupal. Pero además asegúrate de que si tomas la decisión de materializar ese planteamiento la nueva oportunidad a la que accedas implique en tu evolución personal escalar por lo menos algún peldaño.

Redistribución intragrupal y mejor oportunidad externa

En vez de llegar a una recolocación, cabe plantearse en un equipo si sería suficiente con una redistribución: consistiría en configurar de nuevo el orden que está establecido a nivel interno del grupo. Asimismo, que alguien acabe por dejar un proyecto en equipo no tiene por qué deberse a un tema de mala actitud o de falta de talento de ese alguien, sino por algo positivo como tener ocasión de acceder a una situación de mejores características, lo cual hasta redunde en alguna beneficiosa sinergia en cuanto a todos, o parte, de los miembros del grupo al que se abandone.

Con una redistribución dentro del grupo, adaptando las condiciones de quien se detecte que es causa de inoperancia, tal vez sea suficiente en ciertos casos con tal de dar solución a la incómoda circunstancia y, en su caso, evitar la pérdida de un integrante que tras esa conveniente redistribución sí dé unos buenos resultados y contribuya a que el grupo funcione a pleno rendimiento. Cuando no hay lugar a tal opción y alguien, nos refiramos a sólo una parte o a una desintegración total, abandona el equipo quizá no sea por algo negativo: dado que quien deje el grupo lo haga por disponer de una oportunidad mejor para sí, mientras el hecho de marcharse se produzca desde honestidad por todas las partes y haciendo estas partes lo mejor hasta el final con tal de dejar un buen recuerdo, las opciones de posteriores sinergias serán en mayor grado factibles de producirse en un futuro incluso bastante inmediato. Nos irá bien por tanto tener en mente que redistribución intragrupal y mejor oportunidad externa son elementos en base a los que un cambio en cuanto a los integrantes de un grupo se puede producir en un sentido muy positivo desde la misma detección de la circunstancia grupal a modificar: en el primer caso, sin producirse un abandono en cuanto al grupo y quedando todo en una dimensión interna, mientras que en el segundo caso sí se acaba produciendo movimiento hacia el exterior del equipo pero con óptimas opciones de futuras alianzas.

Irte de un grupo, o bien tener que observar que alguien se marcha, no será traumático si, además de con honestidad y un buen recuerdo, el cambio se produce con unas perspectivas mejores para las partes implicadas en tal cambio. En caso de que se trate tan sólo de una redistribución, la inoperancia detectada no debiera tardar en corregirse siempre que la redistribución producida también se fundamente en unas mejores perspectivas bien definidas; que se llegue a la certeza de que las cosas en cierto equipo no funcionan bien debido a alguien no debe implicar, en este sentido, que sin más remedio ese alguien se tenga que ir, se trate o no de irse por iniciativa propia: a lo mejor con el simple cambio de función pero dentro del mismo equipo es suficiente para solventar la problemática.

Un buen recuerdo

Siendo alguien consciente de que es causante de una notable inoperancia de grupo, aplicando la honestidad respecto a un mismo no sería necesario tener que recurrir en un grupo a la lluvia de ideas y que sea en una sesión de tal guisa donde tenga que evidenciarse que el equipo no funciona bien por culpa de quien se trate. La honestidad respecto a uno mismo debiera llevar a cualquiera a apreciar cuándo su actitud no es la mejor o cuándo su talento no está a la altura; y si esa misma persona no considera remediable su propia carencia respecto al equipo, tomar la decisión de cambiar por completo de rumbo e ir a otro entorno será mejor que esperar y que la expulsión sea lo que acabe produciéndose.

Dejar un proyecto no tiene por qué ser sinónimo de romper con dramatismo los lazos que nos han unido a la iniciativa de la que se trate. Ya se produzca por una lluvia de ideas que conduzca a que es lo mejor, ya sea sin necesidad de ello sino porque nosotros mismos tomamos la decisión de dedicarnos a otra cosa, el abandono de un grupo con el que hemos estado realizando un blog u otro proyecto, lejos de ser por fuerza un hasta nunca, lo más provechoso en muchos casos pasará con toda probabilidad por concebirlo en tanto que una recolocación. Supondrá un altibajo más o menos brusco, tanto para el grupo que quede, cuando por tanto no se trate de una disolución completa, como para quien, o quienes, lo dejen, pero si las partes implicadas procuran mantenerse guiadas por la honestidad y además queda, pese a todo, un buen recuerdo de lo vivido en grupo, la recolocación a la que nos estamos refiriendo tiene opciones incluso de llegar a abrir posibilidades de nuevos vínculos en un futuro entre tales partes, bien reintegrando en el grupo a quien en su día lo dejó, bien en forma de sinergias en base a lo que quien abandonó el equipo haya llevado a cabo por su cuenta o en algún otro grupo, bien, si se trata de una disolución completa de equipo, configurando otros equipos, proyectos individuales, o ambas opciones, y que de ahí se establezca alguna acción colaborativa nueva.

Ante una situación permanente de piezas que no encajan, incluso si esto es fruto de algún caso de actitud que haya dado lugar a desencuentros que en todo caso no lleguen a ser considerables al nivel de agresiones, acosos y similares, intentar que tras un abandono de proyecto en grupo, seas o no tú quien lo abandona, quede el mejor recuerdo será siempre más recomendable que optar sin más por un final abrupto. De un buen recuerdo mutuo y del mantenimiento de una actitud honesta por ambas partes en las distintas y respectivas trayectorias que sigan habrá más facilidad de volver a darse la mano en otro momento y con unas mejores circunstancias.

Honestidad de grupo

Cuando se está desarrollando en grupo un proyecto, la viabilidad del éxito del proyecto en cuestión va sujeta a una honestidad que debe cultivarse a nivel grupal. Los integrantes del equipo tienen que relacionarse en base a una honestidad mutua que garantice en el máximo grado posible la ausencia de riesgo en cuanto a que la inoperancia de alguno, o algunos, de los miembros del conjunto perjudique al resto.

En grupos recién creados, ante el hecho de que los procedimientos que tengan que hacer funcionar el proyecto, sea un blog sea de otra clase, no acaben de funcionar desde un principio al cien por cien, hay que darse tiempo: no conviene que nos desesperemos si nuestro grupo, tengamos el nivel de responsabilidad que tengamos, no empieza desenvolviéndose a nivel óptimo; las piezas de algo que comienza suelen tardar por lo menos un poco en encajar bien. Pero caer en la relajación de que el caos se acabará volviendo orden por sí solo es un error tan profundo como el de desesperarse a la primera: si el grupo no funciona y tal situación se perpetúa tenemos que ser honestos unos con otros y, tras hacer un sincero balance en común, ser capaces de detectar en qué estamos fallando en tanto que equipo. Y llegados ahí, en el caso de que la honestidad de grupo nos confirme una inoperancia irreparable debida a una cuestión de mala actitud, o bien de talento poco desarrollado para lo que se precisa, pese a toda la lástima que podamos sentir habrá que valorar de modo muy serio que el grupo cambie, bien prescindiendo sólo de alguno, o algunos, de sus miembros, bien disolviéndose por completo. Aunque bajo ciertas circunstancias, por alguna razón no nos quede otro remedio, empeñarnos en mantener unido un grupo que no rinda, o que lo haga pero no al nivel que debiera, no acabará conllevando nada positivo ni a nivel de conjunto ni a nivel individual de cada integrante.

Adaptar la lluvia de ideas a la práctica de la honestidad de grupo es una opción que tiene capacidad de dar buenos resultados en la mejora del mismo equipo, de tal modo que, tras esto, tal conjunto sea capaz de aplicar mejor la lluvia de ideas también con otros propósitos que no sean el propio grupo. Participar en una sesión grupal en la que el objetivo sea analizar desde la honestidad el conjunto en sí quizá te resulte delicado cuando se trate de poner de manifiesto que la inoperancia grupal proviene de la actitud, o de la falta de talento, de alguien integrante; tal vez hasta te incomode incluso si no eres tú esa persona provocadora de inoperancia ni quien ponga de manifiesto la situación, pero de no haber esta honestidad y afrontar el cambio que haga falta realizar al respecto, el resultado de lo que se haga en grupo tendrá siempre tendencia a no ser el mejor y, por su parte, quien esté causando la inoperancia también estará con toda probabilidad desaprovechando la oportunidad de desarrollar en otro entorno una función mejor.

Honestidad respecto a uno mismo

La primera honestidad a desarrollar es la que consiste en aplicarla respecto a uno mismo porque de lo contrario los sustentos de toda la trayectoria bloguera que se desarrolle estará con más facilidad sujeta a la debilidad. Es muy adecuado que ser honesto respecto a uno mismo resulte de un ejercicio de introspección realizado a conciencia.

Ejercer honestidad respecto a uno mismo implica realizar una acción introspectiva profunda: mediante una honestidad así, llevada a cabo en ciclos primerizos de emprendedor, o de proyecto, nuestra trayectoria contará con un punto de inicio más sólido a pesar de prácticamente cualquier desventaja que nos afecte. La honestidad resultante de la introspección nos debe llevar a tener claras nuestras aspiraciones en base a unas expectativas realistas, sin ser ambiciosos en demasía pero tampoco puros conformistas. En el momento de tener que recurrir a inversores todo esto va a ser determinante pues, por muy atractivo que sea nuestro proyecto, si éste no está caracterizado por unas ciertas previsiones exitosas que no sólo se fundamenten en el entusiasmo sino en un auténtico potencial constatable, será complicado en alto grado conseguir financiación. Asimismo, aunque una iniciativa disponga de potencial verificable, si no damos constancia de que estamos entusiasmados con lo que vamos a realizar, es muy probable que esta falta de motivación afecte a las opciones de inversión económica hasta el punto de que todas esas opciones tengan elevadas posibilidades de no llegar a materializarse.

Al encontrarte en una etapa incipiente de bloguero, o incluso de cualquier otra clase de proyecto, la honestidad contigo mismo te favorecerá en la primera consecución de financiación, y más si muestras entusiasmo en lo que quieres emprender. De haber llegado a ciclos de madurez pero tener que recurrir de nuevo a buscar inversores, el desarrollo de la honestidad contigo mismo y la costumbre adquirida al mantenerla y reforzarla deberían resultarte de gran ayuda en la negociación.

De la honestidad a la transparencia

Aunque en los ciclos iniciales de un proyecto, y de un emprendedor, no se desarrolle aún, plenamente al menos, una estrategia de transparencia, las cosas a nivel interno no tienen que hacerse de cualquier modo. Será muy útil que desde un principio se tenga una actitud marcada por una esencia honesta que constituya la base de los futuros procedimientos que, mediante una acción de transparencia, se den a conocer.

Nuestra transparencia de emprendedores y de proyecto será efectiva si la fundamentamos en la honestidad y partiendo del principio de que hacemos todo lo posible para que tal proyecto dé lo mejor de sí. Dándonos a conocer a nivel interno sin obviar lo esencial que de nosotros se debiera mostrar pero al mismo tiempo sin adornar en exceso, ni menospreciar, lo que en verdad somos, estaremos desempeñando una auténtica acción de transparencia, lo cual con toda probabilidad se valorará positivamente por parte del público general y, en particular, por parte de inversores a los que, del mismo modo que en su día quizá hiciéramos en ciclos incipientes, acudamos. En los ciclos primerizos, de hecho, es cuando ya nos conviene dar nuestros pasos con honestidad, ante todo siendo honestos respecto a nosotros mismos, y a partir de ahí, en la eventual captación de inversores, pues cualquier inversor, más allá de la cuantía económica final que esté dispuesto a ofrecernos, valorará, o por lo menos debiera valorar, siempre la actitud honesta, y más si semejante actitud va acompañada de entusiasmo. Llegados a ciclos de madurez será el momento de dar el paso de la honestidad a la transparencia: al mantener y potenciar nuestra misma condición de honestos también en los ciclos de madurez, estaremos capacitados para descubrir de una manera del todo transparente ante el público general, y si fuese necesario de nuevo ante inversores, cuál es nuestro funcionamiento interno.

Pese a no ser ejercida hasta la veteranía, la transparencia debes empezar a dotarla de una firme base desde el comienzo de tu trayectoria emprendedora en general y de cada proyecto nuevo en particular. De esta manera, cuando muestres con transparencia tus procedimientos estarás en condiciones de hacerlo tras haber adquirido una costumbre que contribuirá a reforzar la veracidad de lo que muestres en esa acción de abrir las puertas hacia la dimensión interna de lo que realizas.

El planteamiento, y la consecución, de sinergias acertadas

Por la interactividad que la caracteriza, la blogosfera es un buen lugar en el que compartir. Hacer de un blog un elemento con el que dar a conocer un proyecto propio al tiempo que se recogen, y se plasman en ese mismo blog, 'inputs' que provengan de otros proyectos, blogueros o no, es de lo más esencial que caracteriza la interactividad que es practicable en este ámbito de Internet.

Mostrándonos transparentes, favorecemos que se tenga una impresión más próxima de nosotros ante el público general y así fomentamos que las acciones consistentes en que se compartan nuestros contenidos tengan más facilidad de producirse. Cuando tenemos constancia de la transparencia en otros proyectos, es asimismo una buena oportunidad de que tomemos ideas de los procedimientos descritos desde tales proyectos y valorar la posibilidad de adaptar esos procedimientos a nuestra propia iniciativa. Ya que la transparencia nos parece adecuada desarrollarla en especial en ciclos de veteranía, si la concebimos en tanto que un posible camino a recorrer en el sentido de descubrir posibles sinergias, estaremos sacando bastante provecho de esta acción consistente en abrir las puertas de nuestro funcionamiento interno: al conocer por dentro las características de un proyecto es más fácil encontrar afinidades y de ahí es más factible que con sólo la impresión externa el planteamiento, y la consecución, de sinergias acertadas, con las que incluso acabar dando lugar a simbiosis exitosas.

Con la transparencia aplicada a tus procedimientos tienes una vía excelente de conseguir afianzar tu paso de los ciclos incipientes a los de madurez, sobre todo en lo referente a facilitar tu consecución de sinergias. Ante una eventual necesidad de recurrir de nuevo a la búsqueda de inversores también te beneficiará que se te asocie a una actitud transparente, ya que desprenderás más confianza.

Blog apéndice

De las variables posibles, siendo todas ellas respetables, en la elaboración de un blog enfocado a la transparencia del proyecto integrado del que forme parte, realizarlo en tanto que un macroblog a modo de sección dentro de una web corporativa sería una de las alternativas que con toda probabilidad resultaría más apropiada si el paquete integrado no se realiza, en gran parte al menos, mediante blogs. Si en cambio se lleva a cabo un conjunto integrado de blogs, entonces el eventual blog que se dedique a transparencia convendrá más bien que, aunque también integrado, sea otro blog, independiente del resto.

Lo que deviene ventajoso en cualquier caso en que emprendamos un blog de transparencia, pero de igual modo también en cualquier blog que sea subtemático de todo o parte de un conjunto integrado, es que en el ámbito de las redes sociales ya tenemos, o debiéramos tener, el soporte de los perfiles creados para el proyecto principal, o los proyectos principales. Si el conjunto integrado no es de extrema complejidad, no necesitaremos tener que disponer de unas redes sociales específicas dedicadas a la transparencia: aprovechemos por tanto al máximo las que ya utilicemos a nivel genérico. Nos parece que a un macroblog debemos procurar dotarlo de la máxima presencia posible en la microblogosfera, en especial si es un macroblog independiente, no una sección dentro de otra web; no obstante, al referirnos a todo macroblog dedicado a una finalidad tan específica y que en definitiva hace de él un blog apéndice de otro proyecto, o de otros proyectos, la presencia particular en las redes sociales no es preciso llevarla a cabo: basta con que lo que se publique en el macroblog de transparencia, o de otra subtemática, se vehicule en la microblogosfera mediante la plasmación, en cada red social, a través de uno de los perfiles principales, que no tiene por qué ser siempre el mismo, y a partir de ahí, en la medida que se considere oportuno, dinamizar lo publicado en cuanto a transparencia, o la otra subtemática que sea, mediante comparticiones de los demás perfiles del conjunto integrado: así pues, y en el caso concreto de un blog al uso y que sea autónomo, se trataría de una conveniente y necesaria excepción al postulado de que un macroblog deba procurar tener siempre sus perfiles particulares en la microblogosfera.

Si ya tienes experiencia más o menos consolidada en cuanto a la blogosfera, no te supondrá un gran esfuerzo planificar y acabar publicando lo que sería otro de tus blogs pero destinado a una subtemática relacionada con el blog, o los blogs, con que hayas llegado a tal punto de experiencia. En caso de ser un bloguero potencial, o bien, incipiente, no te precipites en planificar, ni mucho menos acabar poniendo en marcha, subproyectos relacionados o no con la transparencia: consolida primero lo fundamental del proyecto que emprendas.

Transparencia

Es manifiesta por naturaleza toda integración que se aplique en cuanto a cuestiones que son apreciables por parte de quien es ajeno a los proyectos de los que se trate: por esto lo referente al diseño es una dimensión en la que se plasma de una forma clara una estrategia integradora patente. Lo que guarda relación con demás ámbitos no patentes directamente respecto al público general, incluso lo que se refiere a las propias tareas internas que vayan vinculadas a un eventual diseño integrado, no tiene una estrategia manifiesta, aunque sea también integrada, si de tal circunstancia no se da públicamente conocimiento.

Cualquier proyecto tiene una serie de tareas que, aunque sean de importancia en la parte manifiesta del propio proyecto, no quedan en modo alguno patentes, por lo menos de manera completa y constante, respecto a quien no forma parte del propio proyecto. Sin embargo, en tales tareas también es planteable una estrategia integradora pese a que no tendremos posibilidad de que sea integradora manifiesta... ¿o sí? Haciendo un ejercicio de transparencia en cuanto a gestión tenemos la oportunidad de presentarnos desde una perspectiva más cercana. Siempre que mostremos, y demostremos, con honestidad un funcionamiento a pleno nivel interno y basado en lo legal y lo eficiente estaremos fortaleciendo nuestra reputación: y para hacerlo ¿qué mejor que un blog? Aunque es legítimo que optemos por otros formatos, aprovechar el de los blogs con el objetivo de dar a conocer nuestros procedimientos internos y mostrar quién los ejerce es a nuestro entender un muy acertado planteamiento. Sin dar una dimensión pública a por lo menos parte de lo que es interno en lo que hacemos en cuanto a nuestro proyecto, se trate de uno integrado o no, las tareas que por naturaleza no están manifiestas permanecerán inapreciables, lo que no obstante sea quizá incluso lo mejor en ciclos incipientes de emprendedor, y de proyecto, hasta que los procesos se afiancen.

Ofrecer a nivel público la información de cómo funciona a nivel interno tu proyecto es una vía de dar transparencia a tu modo de hacer, lo cual contribuye a que desprenda familiaridad lo que realizas y a que sirva de referente. Un recurso apropiado en la transparencia de lo que ofrezcas, se trate de un blog, de varios, o de otra clase de proyecto, o proyectos, es, de hecho, un blog en el que muestres las estrategias, y los procedimientos, que sigues en el desarrollo de lo que lleves a cabo: si lo que ofreces ya es de por sí un blog, emplearlo de ubicación donde dediques un apartado a transparencia es una opción, aunque resulta también una posibilidad a valorar el uso de un blog diferente y dedicado en exclusiva a la transparencia de lo que sería tu blog principal, o de lo que serían tus blogs principales.

Grupo de blogs a modo de paquete integrado

De la idea de paquete integrado es útil su extrapolación a servicios combinados que se ofrezcan en prácticamente cualquier ámbito, pues tal idea ayuda a tener un claro esquema de una de las estrategias que hace más viable a fechas actuales el paso de ciclos incipientes a ciclos de veteranía en todo proyecto. Al realizar varias iniciativas, blogs por ejemplo, y si se les aplica una integración manifiesta se produce un caso bastante evidente de lo que sería equiparable a un paquete integrado en el caso de los programas informáticos.

Asociar varios servicios, por lo común aplicaciones, más o menos accesibles en función de si iniciamos o no una sesión de usuario y de si son o no de pago, nos sirve de referente de lo que importantes marcas tecnológicas tienen tendencia a hacer en su tarea de conservar el atractivo ante la comunidad internauta: integrar productos, que al tratarse en definitiva y de manera habitual de programas informáticos conformarían un paquete integrado; con la diferencia esencial, respecto a los paquetes integrados tradicionales, de que no vienen en soporte físico, sino que nos estaríamos refiriendo a paquetes integrados del todo telemáticos, por tanto sólo de accesibilidad en la nube. Llevando más allá de los programas informáticos la idea de paquete integrado y en lo tocante a realizar proyectos en la blogosfera, tener una noción de nuestro grupo de blogs a modo de paquete integrado nos parece que es de gran utilidad porque esta noción contribuye a que tengamos definido el objetivo de dotar a cada proyecto de su especificidad al tiempo que ofrecemos una identidad de conjunto.

La complejidad que vaya adquiriendo tu proyecto bloguero al estar tal proyecto integrado por varias iniciativas blogueras te supondrá un problema más fácil de abordar si lo contemplas en base a la idea de paquete integrado. Esta perspectiva te servirá no de manera necesaria en el sentido de que cada iniciativa bloguera tengas que vincularla del modo que sea a algún programa informático, sino de que cada una de las iniciativas la planifiques con su respectiva particularidad pero estableciendo respecto al conjunto los nexos comunes necesarios que te permitan una coherente, cómoda y ágil gestión.

Hipervínculos, comparticiones y demás

Compensándose unos con otros, los proyectos de una misma iniciativa telemática integradora se sirven de manera recíproca de apoyo al desarrollar estrategias encaminadas, por ejemplo, a lo concerniente al posicionamiento SEO. En tal supuesto referido a SEO, la idea sería darse respaldo fundamentalmente mediante interactividad bidireccional unos proyectos con otros del mismo conjunto integrado, o bien, paquete integrado por encontrar una expresión propia de la informática.

Una interactividad bidireccional fomentada entre proyectos de un conjunto aglutinado, a los cuales procuremos mantener además actualizados de contenido, nos garantiza un mínimo de constante dinamismo en cada proyecto particular y, junto a otros factores a tener en cuenta, facilita por lo menos un poco que todo proyecto integrante escale en cuanto a SEO. Aunque, en el caso concreto de blogs pero también de otras clases de iniciativas, tiene sentido en ciertos supuestos la realización de un contenido estático, si el proyecto estático del que se trate va ligado a otros que sean dinámicos y lo nutrimos de interactividad bidireccional mediante éstos, la falta de contenido actualizado la compensaremos, con hipervínculos, comparticiones y demás. Se cuente con una estrategia integradora más o menos manifiesta en lo puramente referido a apariencia externa, aquí nos estamos refiriendo en definitiva también a una acción integradora: lo que más en concreto sería calificable de acción integradora basada en la interactividad bidireccional.

Que hayas acabado realizando una estrategia integradora manifiesta por completo no implica que algo similar debas emprender en cuanto a toda la gestión, incluida la que es por completo de fondo, o sea, no patente de modo directo por quien es ajeno al proyecto en cuestión. El hecho de combinar varios blogs y de que esto acabe derivando en una sustancial complejidad, si bien hace conveniente que te plantees una integración manifiesta de diseño, consiste también en un buen motivo para plantearte que las demás tareas, sean más o menos manifiestas para quien visita tus diversificados contenidos, en vez de mantenerlas aglutinadas en ti mismo, las distribuyas entre otros responsables, sean desde individuos de por libre a personas en equipo, llegando, si así lo consideras, a externalizar.

Realizable con un nivel más o menos perceptible de aglutinación

La integración en cuanto a todo proyecto bloguero es realizable con un nivel más o menos perceptible de aglutinación. Al dar el paso de los ciclos primerizos de emprendedor y de proyecto a los de veteranía, el comienzo a combinar el proyecto inicial con otros resultará bastante conveniente que se haga de una manera poco manifiesta, pues de lo contrario se dará con facilidad una impresión de poco margen de originalidad.

Diversificar el proyecto bloguero que emprendamos es una acción a realizar mejor desde la idea de dotar de una muy distinguible particularidad a lo nuevo con lo que vayamos a combinar el proyecto inicial. Sentando unas firmes, pero también diferenciadas, bases en cada proyecto que combinemos nos estaremos dotando de mayores vías por las que cultivar y potenciar nuestras propias habilidades en sentidos diversos. Cuando, a medida que avancemos en lo referente a veteranía tanto personal como del propio proyecto de conjunto, la complejidad de este proyecto sea de un grado elevado, y ante un eventual peligro de atomizar demasiado toda la iniciativa bloguera, resultará apropiado el planteamiento de una integración manifiesta, o sea, mediante la cual haciendo uso especial de recursos de diseño hagamos claramente apreciable que los diferentes blogs de nuestro proyecto están relacionados. Que un bloguero veterano recurra a diseños parecidos en sus varios blogs no tiene por qué ser a causa de una falta de capacidad creativa: si tal fuese el caso no sería considerable, de hecho, en tanto que veterano. Cabe apreciar entonces, nos refiramos a blogs o bien a otra clase de proyectos, que las iniciativas de una misma autoría y que tienen diseños similares por una cuestión de integración manifiesta debida a un alto grado de complejidad no son lo mismo que proyectos de una misma autoría y con diseños similares por una cuestión de falta de originalidad propia de una trayectoria que no ha pasado de sus ciclos iniciales.

Hacer proyectos poco diferenciados unos de otros en los comienzos del recorrido de toda iniciativa, y de todo emprendedor, de carácter integrador es tan poco recomendable como no aglutinar tales proyectos dado el caso de que el grado de la complejidad del conjunto se eleve sustancialmente. Aunque en ambos casos sigas una estrategia integradora, en el primero será mejor que la realices de manera poco manifiesta mientras que en el segundo sacarás más provecho si la integración es manifiesta por completo.

Estrategia integradora

La combinación de un buscador de Internet y demás servicios telemáticos complementarios sirve de referente en lo que a una estrategia integradora se refiere. Pese a que por mínima que sea la diversificación que esto implica se deriva una notable complejidad de gestión, tiene la ventaja de que los servicios se sirven de apoyo unos a otros de tal guisa que los ciclos de dificultad en un servicio, o en varios, se compensan con ciclos de bonanza de alguno, o algunos, de los otros.

Cuando se desarrolla una estrategia integradora de realización de blogs, o incluso de prácticamente cualquier otro proyecto, la excepción no es que cada proyecto vaya a un ritmo particular: al contrario, lo raro sería que todos avanzasen siempre simultáneamente, tanto en lo referido al éxito como al declive. En el caso de un bloguero potencial, o bien, incipiente, sin embargo, centrarse en un único proyecto bloguero va a ser con toda probabilidad lo más recomendable hasta que se alcance un avanzado nivel de práctica; nos parece, en todo caso, que el proyecto bloguero, debe estar por lo menos formado por el macroblog y algunos perfiles en redes sociales: habiendo alcanzado, si no la plena veteranía, una mínima destreza en el manejo de un proyecto de tal índole, estaremos en condiciones de emprender otros blogs al uso con sus respectivos perfiles en la microblogosfera. Teniendo varios proyectos blogueros en marcha que, aunque tengan una marcada identidad propia vayan de alguna manera ligados, estaremos haciendo una estrategia integradora, que nos permitirá diversificar nuestra presencia telemática.

Haber alcanzado la veteranía en lo referido a la blogosfera, además de que pone de manifiesto tu éxito en cuanto a haber pasado de ciclos basados en inversores, colaboradores y similares a ciclos en los que obtienes un beneficio, sea de carácter más o menos lucrativo, te permitirá verte del todo capaz en cuanto a realizar con soltura más de un único proyecto bloguero. Mientras la diversificación no la ejerzas con abuso no correrás riesgo de saturación y tu estrategia integradora gozará de un desarrollo ágil.

Los motores de búsqueda en redes sociales

Coincidiendo la misma diferencia entre lo genérico y lo especializado tanto en lo que se refiere a motores de búsqueda y a redes sociales, establecer una relación deviene un ejercicio interesante. Ocurre igual que cuando, al fijarse en el uso de buscadores en la elaboración de contenidos, se comparan las clases de motor de búsqueda y las tipologías de público al que los contenidos en cuestión se dirijan, estableciendo la idea de usar un buscador generalista si el público es también generalista y un buscador especializado si el público es especializado.

El ajuste del algoritmo de un buscador en un sentido más o menos customizado dependiendo de si se inicia o no una sesión de usuario se aprecia de manera muy clara en los motores de búsqueda en redes sociales. Hemos considerado, de otra parte, que entre las redes sociales distinguimos las generalistas y las especializadas: en base a esta diferenciación nos parece apropiado establecer que cuando hagamos una búsqueda con el motor de una red social generalista, a tal buscador y a sus resultados de búsqueda también se les debe considerar de tipo generalista; si buscamos, en cambio, mediante la herramienta rastreadora de una red social especializada, su buscador y los respectivos resultados de rastreo serán especializados. Ya que la realización de un rastreo amplio a la vez que variado nos beneficia a la hora de compilar datos que nos sirvan en nuestra confección de contenidos, es una práctica más que recomendable emplear los respectivos buscadores, generalistas y especializados, de la microblogosfera. Por su naturaleza más caracterizada por una considerable intensidad de la interactividad bidireccional, la microblogosfera nos facilita además que lo encontrado mediante sus buscadores nos resulte sencillo de compartir al instante.

Una manera de proceder a un tipo de rastreo amplio a la vez que variado en Internet es mediante las redes sociales: te limita a buscar en sólo una parte muy concreta de Internet, o sea, y en este caso, en la propia red social desde la que rastrees, pero ante el uso ya habitual de las redes sociales por la comunidad internauta, no deja de ser una parte importante de la Red de redes. La microblogosfera, que si bien en muchos otros aspectos de customización es más limitada que la macroblogosfera, dota de más sencillez a la identificación de los resultados de búsqueda relevantes en cuanto a la afinidad de tales resultados con tu público, o tus públicos, con lo cual dispones de una buena base de material customizado con el que acabar realizando unos contenidos más adecuados, a la vez que, por la esencia altamente interactiva de las redes sociales, será fácil compartir el referido material y que se genere retroalimentación al respecto.

Competir contra buscadores externos genéricos

Hasta los buscadores externos y genéricos más populares disponen de servicios complementarios al propio motor de búsqueda. Sin estos otros servicios, incluso el más exitoso de esta clase de buscadores de Internet habría quedado, con casi toda probabilidad, en desuso a estas alturas. Esto es un buen ejemplo de lo importante que es aplicar una perspectiva renovadora y diversificadora a lo largo de los ciclos que conforman toda la trayectoria de un producto, incluso en el que sea de los que recaban más popularidad.

Lanzarnos a la aventura de desarrollar un buscador enfocado a la búsqueda externa y genérica es una acción a emprender siempre que contemos con que el referido buscador esté acompañado de otros servicios y así tener alguna opción de devenir competidores serios respecto a los actuales motores de búsqueda externos y generalistas: es el mismo camino que los propios buscadores de esta clase y ya famosos tienen tendencia a recorrer con el objetivo de mantener su propia popularidad y la del conjunto de la respectiva corporación a la que pertenezcan. Almacenaje de archivos en la nube, correo electrónico, red social... son algunos de los servicios complementarios que se pueden encontrar asociados en reputados buscadores externos genéricos existentes; por tanto, si bien, haciendo otros tipos de buscadores hay vías de diferenciación beneficiosas que tenemos oportunidad de tomar, en caso de que aun así lo que nos interese sea competir contra buscadores externos genéricos, dispondremos de alguna mínima oportunidad de representar una alternativa si también hacemos de nuestro buscador una herramienta que esté vinculada a ofrecer otros servicios al usuario.

Por muy buen algoritmo que seas capaz de diseñar con la finalidad de hacer un buscador externo genérico, el motor de búsqueda resultante poco tendrá que hacer ante los ya familiares si no lo nutres de demás utilidades que lo acompañen. Dado que por ti mismo, o por el conjunto de los integrantes de tu equipo de proyecto, no sea factible ir más allá de propio buscador convendrá plantearse con determinación todo lo necesario en cuanto a la consecución de sinergias.

Un rastreo amplio a la vez que variado

Es beneficioso en la realización de contenidos de cualquier blog, y por extensión, de prácticamente cualquier otra clase de portal telemático, el hecho de emplear la gran variedad existente de búsquedas en Internet. Según si se trata de una iniciativa dirigida a un público generalista, o en cambio, a uno especializado, las búsquedas que será mejor hacer deberán realizarse preferentemente utilizando un buscador que respecto a ese público sea de la misma tipología.

A los buscadores de Internet a los que recurramos en el rastreo de datos que nos sirvan en la confección de contenidos, les sacaremos mejor provecho si se corresponden con la condición, bien generalista bien especializada, del público al que dirijamos el portal del que nos ocupemos, o sea, la idea es usar un buscador generalista si el público es también generalista y un buscador especializado si el público es especializado: así ajustaremos los resultados de búsqueda, y los contenidos que con ellos elaboremos, al perfil de quien visite nuestras publicaciones. Que, no obstante, nos tomemos esto de manera muy estricta hace que peligre nuestra originalidad por no recurrir, aunque sea en ocasiones, a buscadores diferentes de los que cuya naturaleza se corresponda con la del público. Llevar a cabo un rastreo amplio a la vez que variado consiste en combinar resultados obtenidos, por un lado y en esencia, con buscadores que se ajusten a la naturaleza de nuestro público y, por otro lado aunque en menor medida, resultados de motores que sean de la otra clase. Haciendo una intensa tarea de búsqueda que, sea nuestro público del tipo que sea, tenga en cuenta resultados de búsquedas generalistas y especializadas, daremos a los contenidos un mayor potencial de originalidad que si nos restringimos a una única clase de búsquedas por mucho que esa clase, generalista o especializada, se corresponda con la de nuestro público.

La costumbre de hacer búsquedas con un motor que rastree resultados de la misma clase, sea generalista o especializada, que la que caracterice al público al que enfocas los contenidos de tu portal, no debe llevarte a rechazar sistemáticamente los rastreos con los buscadores del otro tipo. Procurando que el conjunto de los resultados de tus búsquedas sea fruto de una bien medida dosis de rastreo tanto generalista como especializado facilitas que los contenidos de tu portal tengan un constante potencial en cuanto a ser interesantes.

Buscando dentro y afuera

Además de ser simple o avanzada, la búsqueda de una herramienta de rastreo de contenidos en la Red de redes tiene posibilidad de ser interna o externa. Será interna si se limita a los resultados que proporcione el propio portal donde esté ubicado el buscador y externa si los resultados sólo provienen de un rastreo por al menos una ubicación externa al referido portal. Cabe vincular a esta diferencia en lo que a ir buscando dentro y afuera se refiere, la distinción entre la búsqueda genérica y la especializada.

Motores de búsqueda enfocados a los resultados externos y genéricos los hay en la actualidad ya de uso bastante habitual y familiar por parte de la comunidad internauta: son la clase de buscador que con toda probabilidad al común de lo individuos le venga primero a la mente. Así pues, mientras tales buscadores mantengan su popularidad, la vía de diferenciación por la que nos será más beneficioso transitar, si llevamos a cabo en un portal de Internet una herramienta propia de búsquedas externas, será la de hacer que los resultados de las consultas hechas mediante tal herramienta sean especializados, en base por ejemplo a una temática; en este sentido se trata de erigirnos en tanto que aportadores de un buscador de referencia hacia un determinado público específico que recurra a nosotros con la convicción de que daremos unos resultados precisos y de que, en estas búsquedas externas, somos por tanto mejor opción que un buscador genérico. Al hacer, en cambio, un motor genérico, lo más recomendable sería que lo vinculemos a la búsqueda interna, en su propio portal de Internet, asegurándonos entonces de que el proyecto en su conjunto esté nutrido, y vaya actualizándose, a base de un importante volumen de contenidos con los que proporcionar siempre un considerable número de resultados de búsqueda: esto sería propio, por ejemplo, de portales enciclopédicos.

Decidirte por hacer un buscador que rastree Internet de manera más o menos general, o bien, que se limite al portal propio que albergue el motor en cuestión, debiera ir unido a decidirte, respectivamente, por enfocar el algoritmo a resultados más especializados o más genéricos. En caso de que desarrolles por encargo un motor de búsqueda y quien te lo encarga no tenga noción de las particularidades que hemos explicado, será importante que se las transmitas garantizando así que la herramienta final sea la adecuada y que quien sea responsable del mencionado encargo sienta más satisfacción de tu servicio.