Si bien las pantallas como tales nos acompañan desde antes de la digitalización, ésta las ha hecho particularmente especiales. Aún parece que asociamos los distintos tipos de pantalla a dispositivos también distintos, pero se vislumbran sus tendencias a confluir.
Incluso con todo lo que se ha avanzado en digitalización, a cada tipología de pantalla solemos asociar todavía un diferente aparato que, en esencia, identificamos respectivamente como móvil inteligente, tableta, ordenador o televisor. La creciente interconectividad entre estos dispositivos que, en este sentido, van adquiriendo funcionalidades similares unos respecto a otros apunta a que se terminen concibiendo como prácticamente uno solo.
Van, pues, dispositivos como los citados confluyendo como hardware a la vez que a nivel de software. En función de una experiencia más introspectiva o más envolvente, sin olvidar las posibilidades inmersivas, se diferenciará, y en cierta medida se diferencia ya, sencillamente lo que puede llamarse minitableta, tableta y maxitableta.
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