La interactividad bidireccional en su resultado de mayores dimensiones en cuanto a cualquier post vendría a ser lo que habitualmente conocemos como viralidad. Sobre todo, esto se referiría a tal interactividad en forma de comparticiones.
Conseguir unos posts que sean muy virales supone, según el planteamiento formulado, que esos posts lleguen a ser muy compartidos por otros usuarios de la blogosfera, y específicamente de redes sociales o microblogs. La viralidad, en sí misma, consiste en un parámetro, pues, eminentemente cuantitativo.
Nos encontramos, entonces, ante el planteamiento de si mucha viralidad puede considerarse como indiscutible certificación de contenidos muy buenos. Hay que entender, en este sentido, que cantidad y calidad no son directamente proporcionales siempre.
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