Mantener el estilo de presentación de los contenidos que blogueemos tiene su pleno sentido, pues en términos generales cabe que un estilo de presentación, cuando está mínimamente elaborado a conciencia, procure no variar en pro de que el público perciba que ese estilo está, precisamente, hecho a conciencia. Esto debiera favorecer la fidelización.
En las redes sociales, por la poca customización de conjunto que suelen permitir, inevitablemente buena parte del estilo de presentación de nuestros contenidos no podrá variar, de hecho, a nuestro completo gusto. Puede eso interpretarse como justo la forma en la que tales plataformas pretenden marcar su estilo propio ante el conjunto de sus usuarios.
Cuando se trata de los altamente customizables blogs al uso, variar o no el estilo de presentación de los contenidos va a recaer prácticamente por completo en la autoría. En este sentido, cada usuario que tenga su propio blog debe procurar pensar suficientemente en su estilo de presentación como para no modificarlo sin más.
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