Tanto si se trata de una URL de HTTP o de FTP, al considerar que el formato web puede ser propio de cualquiera de estos protocolos, cabrá distinguir una y otra clase de funcionalidad. Si no, en cualquier caso dejaríamos el concepto web circunscrito al HTTP.
El sentido de relacionar también el formato web con el FTP nos haría plantear que, asimismo, ciertos blogs pueden considerarse portales de este protocolo telemático, aun si su URL resulta, como es propio, de HTTP. Sería cuestión de considerar o no, de haberla, la funcionalidad de subida o bajada de archivos como definitoria.
Nos tendríamos que plantear, pues, que según su protocolo de acceso las webs en general y los blogs en particular son inequívocamente HTTP o FTP, porque es lo que marca la URL. Pero además pueden, dado el caso, definirse a la vez como HTTP y FTP al ser, ya de por sí, protocolos combinables.
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