Cuando Internet eclosiona como herramienta accesible a nivel global, desde la perspectiva del público genérico al que desde entonces llega se viene a producir un cambio en la ofimática típica. Ahora podrá practicarse en red.
Puesto que aquella Internet servía, en esencia, para cumplir justo esa funcionalidad ofimática, planteamos definir tal etapa como la de una Internet ofimática o, simplemente, la etapa de la teleofimática. Después, muy especialmente a partir de que la telefonía móvil diese el paso decisivo hacia los smartphones, la red de redes volvería a cambiar de etapa al derivar en Internet de las cosas.
Mientras el ciberespacio era eminentemente ofimático, a nivel de hardware los típicos ordenadores, aunque ya con mayor implantación de los portátiles, eran aún casi los únicos dispositivos con los que operar informáticamente. La IoT ha conllevado tanto una diversificación del big software, con el que hacer más que pura ofimática, como un impulso del hardware multidispositivo.
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