Al elemento determinante o, cuando menos, condicionante que las plataformas de Internet suponen para las tendencias en eventos como los de Eurovisión, se le irán añadiendo con total probabilidad las nuevas experiencias a través de virtualidad inmersiva. Esto resulta algo interesante en lo que profundizar.
Teniendo en cuenta el recurso a la realidad virtual, aunque no en modo propiamente inmersivo, para la recreación de un grupo musical como ocurrió en esta pasada edición del certamen, parece bastante de esperar que se ofrezcan al público cada vez más experiencias de este tipo, y más inmersivas. La AR y MR pueden representar importantes herramientas en este sentido.
Las nuevas virtualidades inmersivas tienen, a su manera, el potencial de hacer experimentar lo mismo o casi exactamente lo mismo tanto al público presencial como al que típicamente sigue tal clase de eventos en el televisor o en otros dispositivos de pantalla. Será curioso evaluar, si esto se diera, cómo se lleva a cabo.
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