A efectos de que bloguear devenga, como sería esperable que lo haga, una actividad útil para el desarrollo del saber y el conocimiento, hacer posts con auténtico valor documental resulta clave. Razonemos cómo hacerlo.
Los documentos que puedan valer para esta finalidad planteada tienen que ser, ante todo, documentos que perduren; y para ello la buena custodia en unos canales de comunicación como los blogs tiene que ser central. A esto añadamos, por supuesto, el necesario rigor que, en el fondo y en la forma, un documento debe procurar tener.
Un blog con sus posts bien custodiados demuestra la preocupación por dar carácter de permanencia a unos contenidos que, por su condición telemática, son técnicamente susceptibles de una fácil supresión. El necesario rigor formal y temático reafirma que, verdaderamente, de tales posts ha merecido la pena su conservación.
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