El ciberespacio accesible al conjunto de la población mundial se añadió a la tendencia que a nivel general se había estado dando hacia la digitalización. De la típica ofimática, que funcionaba sin Internet, se podía pasar a proceder por medios telemáticos.
Los ordenadores de usuario corriente, sólo o casi sólo de sobremesa al principio y también portátiles después, pudieron utilizarse para hacer, a través de servidores, muchas más tareas. Y es que tales servidores facilitaban guardar e intercambiar, desde cualquier lugar del planeta, información digital.
Un entorno digital interconectado en red como el que ahora podía usarse para principalmente la ofimática puede denominarse teleofimático. Portales de Internet completamente accesibles en abierto, justo gracias a los servidores, proliferaron desde entonces: algunos de ellos, en la Web, fueron los blogs.
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