A estas alturas del teórico reconocimiento que en las, también teóricas, sociedades avanzadas existe respecto a las libertades afectivas y sexuales, tendría que estar completamente fuera de lugar cualquier actitud LGTBIfóbica. Sin embargo, todavía sigue sin ser así y un día como hoy, el del Orgullo, invita a reflexionar de nuevo sobre esto.
Siendo la blogosfera, y específicamente las redes sociales, el canal de libre accesibilidad que cualquiera tiene tan fácilmente a su alcance en esta era de la información en la que vivimos, habría que procurar no darle a la LGTBIfobia que pueda circular por ahí el más mínimo protagonismo. De lo contrario, su ya de por sí efecto perjudicial para la convivencia y el respeto se incrementaría.
Favorezcamos que este históricamente genuino medio que la blogosfera y el conjunto de Internet representan valga para el acercamiento y la comprensión entre personas de distintas preferencias en el amor y la sexualidad como no era tan sencillo hacerlo en épocas pasadas. Estaremos, entonces, más cerca de que la LGTBIfobia sea, por completo, también cosa del pasado.
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