La eclosión de Internet conllevó la prácticamente simultánea aparición del concepto de cibercafé como establecimiento derivado de la típica cafetería y desde el cual precisamente se da al cliente la posibilidad de conectarse a la red de redes. Revisemos qué ocurre actualmente con este fenómeno.
Hoy el concepto en sí de cibercafé parece haberse diluido como mínimo en cierta medida, lo cual no implica que la característica que lo distingue haya acusado parada o retroceso, más bien al contrario. En nuestros días, al ofrecerse conectividad al ciberespacio desde prácticamente cualquier establecimiento de tipo cafetería o similar, puede considerarse que cualquier negocio de tal clase es un cibercafé o que subyace en él ese concepto.
Se le llame o no propiamente cibercafé, el establecimiento que responda a este concepto tiene seguramente muchas mayores opciones de prosperar que el que, dentro de tal área de negocio, no ofrezca todavía conectividad al ciberespacio. Esa conectividad representa para el usuario un aliciente para seguir yendo a estos locales.
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