No parece dejar de ser aún difícil para amplios sectores de la sociedad apreciar el beneficio y la valía de, en particular, la blogosfera y, en general, de las todavía a menudo denominadas nuevas tecnologías. Proceder, concretamente en la blogosfera, por asimetría lo dificulta más.
En cualquier proyecto en el que sólo prime o sea exclusivo el beneficio directo y el corto plazo, el desarrollo y éxito están bastante poco garantizados de por sí, y en el caso de gestionarlo desordenadamente se incrementa la poca garantía mencionada. Manejar un proyecto por método reflejo en la blogosfera redunda en una manera de dar coherencia a tal proyecto en pro de que por lo menos empiece a trascender en cuanto a fijación en el simple beneficio directo y el cortoplacismo.
Aunque la presencia de tu proyecto en la blogosfera no represente, de entrada por lo menos, un beneficio directo y en el corto plazo, asimila esta presencia como el beneficio indirecto y, por ende, más a medio o largo plazo que tu proyecto va ganando para llegar a completar el beneficio directo y a corto plazo. Entiéndase aquí beneficio en su sentido más amplio, ya sea en un proyecto lucrativo, ya sea en uno no lucrativo.
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