¿Hay un método infalible?

La necesaria y sana aspiración a seguir un buen método en pro de ofrecer el mejor proyecto, blog en este caso, al público conlleva probablemente tender, aunque sea de vez en cuando, a preguntarse si realmente hay un método infalible con el que no movernos dentro de margen de error alguno. Aun si lo hubiese, o si pudiese llegarse a dominar tanto un método como para no fallar nunca al bloguear o desarrollar un proyecto parecido, en verdad no terminaría siendo pertinente ni deseable; razonemos por qué.

Si un método no fallase nunca, justo quedaría la duda de qué ocurriría con él si lo hiciese. Ante una ausencia completa de desajustes o errores, no tendríamos en verdad la más mínima certeza de si, en el caso de que se diesen, el supuesto método en cuestión se habría reajustado como sería de esperar o si se hubiese descompuesto, derivando o no en otro método, lo que entonces demostraría que, si bien lo aparentaba, podría no considerarse como tal un método, sino quizá una simple inercia que se repetía, o se mantenía, sin más.

He aquí, pues, en definitiva, el sentido que bien puede adquirir aquello de que es la excepción lo que confirma la regla: para que una regla o un método lo sean, precisan, hasta cierto punto por lo menos, de sus excepciones o desajustes que, al producirse, no impiden que luego la regla o el método se vuelvan a erigir. Por todo ello, no hay o no debería considerarse que hay como tal alguna regla o algún método que sean infalibles.

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