Recurrir a las herramientas para la publicación automática de los posts viene a significar que el horario de preparación y acabado del post se puede diferenciar en muy gran medida del horario en que, en efecto, se publique. La utilidad que eso comporta para cualquier blog desarrollado como proyecto es, cuando menos, considerable.
A efectos de buscar, en este sentido, el mayor orden posible en el conjunto de tareas que implique la elaboración del blog del que nos ocupemos, va a ser apropiado seguir constantes horarias tanto en la confección del post hasta su programación automática como en el hecho de que, en efecto, la publicación de los posts quede programada para efectuarse siguiendo un mismo horario en, si seguimos el método simétrico o de reflejo, el conjunto de versiones de los posts allá donde el proyecto tenga presencia bloguera. La confección del post hasta su programación atañe a la propia autoría, mientras que la publicación ya efectuada a lo que puede percibir el público.
Sea como fuere, y en especial cuando nos estamos refiriendo a bloguear contenidos de elaboración propia, convendrá respetarse sobre todo la constante horaria de la publicación efectiva del post para que, así, el público perciba coherencia y consistencia en este aspecto. Que a nivel de la propia autoría, pues, las tareas previas hasta la publicación automática, y de hecho si no fuese automática también, se desarrollen sin constante horaria no deja, en cualquier caso, de ser algo que públicamente no tiene por qué trascender.
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