El procedimiento por el que finalmente se acaba de preparar lo que vaya a publicarse no es sino una senda que va de las fuentes de inspiración o de información a las capas de esbozo, se trate de fuentes de inspiración y de información por separado o combinadas, y se trate de mayor o menor número de necesarios revestimientos. Con todo ello, lo que se consigue es en definitiva recorrer el camino que va de la publicación en abstracto a la concreta que al final vaya a, en un blog u otro soporte, ser difundida.
Aunque en particular de las fuentes de información emanen 'inputs' muy concretos en base a los que acabemos dando forma en primer lugar a un esbozo o borrador y luego a la publicación final en mayor o en menor medida reelaborada, estaremos siempre que manejemos tales fuentes, y más aún en el caso de las de inspiración, en la etapa de abstracción, puesto que tomamos en tanto que punto de referencia lo que acabemos publicando, en un blog o en otra vía comunicativa. Cuando mediante las fuentes de inspiración, de información o ambas lleguemos propiamente a la inspiración en sí y de ahí a un borrador o esbozo es cuando habremos pasado, dentro aún de la antepublicación, a la etapa de concreción y entonces entra en juego, tomando en especial de referencia el ámbito graficoplástico, el proceso de revestir hasta conseguir que de cuantas capas precisemos salga lo que resulte un material, si no óptimo, a lo menos mínimamente bien sintetizado, si bien no necesariamente breve ni resumido, para causar la pertinente positividad en el público o los públicos que tengamos. El revestimiento de un texto cualquiera, entendiendo lo textual más allá de lo alfanumérico, consiste en un indefinido número de pertinentes añadidos, supresiones, reañadidos y resupresiones: la especificidad de tal número dependerá, en esencia, del formato mediático que se aborde y de la propia veteranía, siendo la tendencia a que, a mayor veteranía, menos capas harán falta para que de un primer borrador o esbozo pasemos a la definitiva publicación.
Con abstracción y concreción encontrarás respectivamente la correspondencia con la consecución de la inspiración y con la exospección. Si bien en la exospección puedes encontrar mayor similitud en lo que se refiere a tratamiento independientemente del origen propio o ajeno que tenga aquello en base a lo que vayas a revestir capas, la inspiración te supondrá, en el caso de algo propio, una mayor tarea introspectiva y que por lo común ya de por sí no suele tener tendencia a caer en la repetición, mientras que, en el caso de algo ajeno, tendrás que abordar una labor más selectiva y que de normal, si no tienes el debido cuidado y salvo que tengas intención o indiferencia, desacertadamente desde nuestra perspectiva, respecto a repetir y en concreto a repetir por repetir, puede fácilmente derivar en material desacertadamente repetido.
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