No son pocos los ámbitos en los que la improvisación resulta necesaria. Es más, a veces, incluso cabe que se note o por lo menos se intuya que se está improvisando, y en lo que a los blogs concierne ocurre o puede ocurrir justamente eso.
El casi o por completo diametralmente opuesto concepto a la perfección que viene a ser la improvisación es algo con lo que, en la dinamización y actualización propias de los blogs, y de hecho de las redes sociales especialmente, tenemos que aprender a manejarnos. Sin embargo, manejo de improvisación puede y debe encajar con metodización, por muy opuesto que, al igual que respecto a la perfección, improvisar pueda parecer respecto a metodizar.
La metodización, a la vez que te acerca a la perfección que no sería deseable de forma absoluta, no te tiene que alejar de la necesidad de improvisación. Muy al contrario, metodizar ha de suponerte justo un modo de que, cuando proceda, improvises bien.
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