La definición y la circulación de lo que por información se ha entendido en cada momento de la historia ha condicionado el devenir de la sociedad humana. Sin algún canal en el que se confíe que puede generarse y obtenerse información, difícilmente puede haber desarrollo social.
De poderse atribuir cierto sentido a que el transcurrir de la humanidad haya desembocado hoy en lo que se supone que hay consenso para denominar sociedad de la información, resulta evidente tener que tomar en serio tal importancia sobre cómo los canales en los que se genera y obtiene información inciden en que las sociedades se desarrollen del mejor modo posible. La relación entre ciberespacio e información ejemplificaría en la actualidad esa circunstancia.
Particularmente en las sociedades occidentales, la información se define en, y circula por, el ciberespacio. O por lo menos lo va haciendo cada vez en mayor medida, lo cual conlleva como mínimo un cambio notable respecto a la producción y circulación de información propias de cualquier tecnología no telemática.
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