La ciberpublicación

Comprender, tanto en el ámbito específicamente bloguero como en todo el internáutico, lo referente a alteración o cambio de pieza original conlleva considerar que lo publicado, esto es lo subido y accesible, es en efecto lo original, si bien, dependiendo de qué contenido sea, partirá de un archivo informático previo que a efectos de quien lo conserve, en especial en tanto que autor, pudiera ser considerado el original auténtico. Pero en verdad, lo ciberpublicado no es la copia sino el original.

Entre lo analógico y lo digital, limitándonos en lo analógico a lo propio de los formatos eminentemente vehiculados por la industria cultural y que han caracterizado la denominada sociedad de masas, y en lo digital refiriéndonos en particular a lo que se publica abiertamente en Internet y en especial en la blogosfera, existe en cuanto al concepto de publicación la gran diferencia de que en lo analógico se publican copias, dejando lo que pudiera considerarse original fuera del alcance del público, y en lo digital, en cambio, lo que se publica es el original, del que en su caso se pueden hacer copias pero es el público quien directamente se las hace si quiere, imprimiendo o grabando aquello de lo que se trate en función del formato que sea. Hoy, pero también antes que lo digital telemático y que incluso lo analógico de la sociedad de masas, es resaltable en particular en la arquitectura la inherente y característica alteración directa, o sea sobre el original ya ante el público. Así pues y aun pudiendo parecer inconcebible, la ciberpublicación tiene, en este sentido, más en común con las artes más tradicionales, caracterizadas en general por, dado el caso, la modificación directa y pública del original, que con las formas industriales, y más recientes, de difusión.

Tecnológicamente, texto, imagen y audiovisual sólo se han podido tratar en la sociedad de masas a través de la distribución de copias y, en cuanto a cualquier modificación notable, se ha tenido que recurrir a la alteración indirecta o a la referencia. Estas vertientes comunicativas, en lo digital telemático, recuperan o adquieren la publicación directa del propio original y la posibilidad de alteración también directa, todo lo cual ya era en esencia característico de ciertas obras antiguas. Con la plena digitalización, además, la publicación directa y la alteración directa no excluyen la alteración indirecta ni la referencia.

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