Partiendo del género de un nombre auténtico o del que en este caso suscite un alias, si es singular o, al igual que el que pueda ser del tipo de Blogueando a tope, indefinido, será respectivamente fácil atribuirle a la lectura de sus textos, en este caso textos alfanuméricos, una voz masculina o femenina, o la misma de quien lea. De coincidir el género del nombre o alias singular con el del género de quien lee, masculino o femenino, también resultará sencillo que quien lea imagine su propia voz en lo leído.
Muy probablemente nadie asimila los nombres y alias plurales leyendo los textos correspondientes imaginando una multitud de voces, sino que, en la línea de lo que debiera ser lo pertinente, la tendencia sea con toda seguridad asimismo a atribuir a tales textos una voz única del mismo género que quien lee, incluso la misma voz de quien lee, claro que teniendo en cuenta entonces que se trate de un plural de género indefinido, pues de tratarse de un plural restringido en concreto al género masculino o al femenino, quien lea asimilará seguramente, e independientemente de su propio género, una voz que, si bien única, sea acorde a la del género que suscite el nombre o alias plural y, si además el género es el mismo que el de quien lee, entonces puede también ser sencillo que quien lea imagine su propia voz en lo leído. Todos los alias, singulares o plurales, de género neutro contribuyen a que, al ser muy probable que quien lea ponga su misma voz a lo leído, el texto en cuestión se interiorice más y eso es lo que por lo menos esperaba que ocurriese con estos artículos al empezar a publicarlos sin firmar y en todo caso siendo atribuibles a un alias sobreentendido que, precisamente ante la ausencia de una firma concreta, tuviese que hacerse coincidir con el título del blog; no obstante, la profunda carga valorativa a la vez que intentando que sea también profundamente honesta y analítica que en este blog me parece haber volcado contribuye a la convicción de que lo mejor pasa por un reconocimiento abierto de la autoría.
De las opciones de nombre y alias que permitan a quien lea identificarse consigo en general y con su género en particular, al imaginar la lectura con voz propia, harán bastante factible, y en especial en textos literarios y publicitarios, la interiorización plena de aquello que el supuesto relator o personaje que sea transmita. En los textos de este blog, que aunque con trasfondo valorativo son esencialmente impersonales en el sentido de, más bien, técnicos, la idea es que mi destreza al elaborarlos pase por independientemente de tu género y del mío, y por tanto aunque le pongas a estos artículos, como supuestamente deberías hacer en principio, una voz masculina y ajena, te supongan una lectura atractiva de interiorizar.
OscarWeblogs
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