Una mayor responsabilidad

En base a que hay que elaborar la iniciativa que sea según el mayor grado de exigencia que cualquier público, efectivo o potencial dependiendo del caso, pueda manifestar, ni un proyecto individual debe excusarse en una eventual ausencia de suficientes apoyos, ni un proyecto grupal en una mala interpretada comodidad que emane de la responsabilidad compartida inherente en tal caso. Todo ello teniendo en cuenta que el grado de exigencia crece, o debe crecer, al avanzar la trayectoria.

Particularmente en la blogosfera, no tiene por qué ser, de entrada por lo menos y tal y como se podría tener fácil tendencia a creer por asimilación a otras iniciativas, mejor el progreso de un proyecto grupal que uno individual; es más, el enriquecimiento particular y de equipo que con toda probabilidad aporte mayores satisfacciones en el cada vez más popularizado entorno bloguero es el que no se restringe sin más a que tengamos que escoger entre obtenerlo por una vía o por la otra, la individual o la de grupo. Si nos ofuscásemos en lo individual, con toda seguridad acabaríamos por caer en el extremo de las banalidades y de la exacerbación del yo; mientras que si damos poca importancia al potencial del ciberespacio en general y la blogosfera en particular para el despliegue de las habilidades personales y la firma específica de cada cual, es bastante probable que, estemos de hecho o no en un grupo, nos encasillemos tras la apersonalidad o el anonimato. Siendo, pues, positivo tanto lo individual, lo grupal y lo combinado, cabe que en ningún caso busquemos la excusa fácil para eludir responsabilidades respecto a aquello en lo que, desde una simple imprecisión a un grave error, hayamos podido transgredir de manera poco o nada justificable.

Firmar lo que haces, en un blog y en general por otras vías también, supone que asumes directa y abiertamente una mayor responsabilidad en cuanto a justo aquello que transmites, ya que tanto siendo un proyecto individual como grupal el mérito, de haberlo, en efecto se te deberá atribuir por ser quien firma, pero también, si es el caso, se te podrán atribuir, a veces con carácter optativo a veces de manera más exigible, explicaciones a dar respecto a según qué hayas manifestado. Ahora bien, y en pro de la libertad de expresión, mientras hayas procurado actuar con mesura no tiene que suponerte esto preocupación alguna en absoluto.

OscarWeblogs

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