Que debiera valorarse más la calidad de los contenidos multimedia no conlleva que la cantidad tenga que descuidarse ni minusvalorarse; pero, puesto que la gran cantidad de contenidos ya se da, merece ponerse el énfasis en la calidad especialmente en los momentos actuales. Cuando la calidad esté más asumida, asimismo seguirá estando bien que la cantidad se tenga en cuenta.
A su vez, otorgar la merecida importancia a la calidad en cualquier elaboración digital y multimedia no se restringe a la calidad de la estética de los contenidos realizados. Lo recomendable es que, dentro de lo que nos resulte viable, el fondo y la forma procuren estar escrupulosamente confeccionados y combinados para derivar en un estilo propio. Si bien tal estilo no se logra de un día para otro, conformarnos con tan sólo replicar lo que otros ya han hecho nos impide, o cuando menos nos frena, todavía en mayor grado la consecución de ese mismo estilo propio.
Tu propio estilo, que al conseguirlo redunda en la efectiva percepción de que buscas la calidad lejos de la simple copia, hace que en este sentido demuestres mayor respeto por los que te inspiran que si te limitas a repetir su obra. Cada cual tiene, sin embargo, su propio ritmo de evolución y, por lo tanto, de ir despegándose de lo que produjese quien pueda haberle influido.
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