El formato multimedia que cada cual quiera utilizar en exclusiva o priorizar entre otros dependerá, con toda probabilidad, bastante de en qué medida alguien se maneje mejor con lo concreto o lo abstracto. Entiéndase esto a su vez tanto desde la perspectiva de la forma como del fondo.
Tanto los formatos que se representan por medio de lo concreto, esto es lo graficoplástico y audiovisual, como los que se representa por pura abstracción, esto es lo alfanumérico, pueden asimismo significar tanto objetos como conceptos o, aprovechando justo la noción de concepto, tanto conceptos concretos como conceptos abstractos. En lo graficoplástico y audiovisual podemos mostrar, mediante figuras por lo menos en general identificables en el mundo físico, no sólo esta clase misma de figuras, también figuras que representen abstracciones; y lo alfanumérico, tanto escrito como oral, no sólo representa o expresa ideas, también por supuesto objetos concretos.
Los seres humanos tenemos en nuestro razonar un grandioso tesoro que en buena medida lo es por su capacidad desarrollada enfocada hacia la abstracción, capacidad que los algoritmos más avanzados consiguen emular francamente bien. Sobre todo en lo que de por sí está dentro de lo concreto, la tecnología lo imita y automatiza muy eficazmente; pero según te adentras en lo abstracto, hasta para el algoritmo más complejo es difícil igualar a la mente humana.
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