En la medida en que la informática, con sus tres niveles digitales, se adapta a las telecomunicaciones, originariamente analógicas, se extiende el potencial de la simple computadora a lo que puede definirse como la informática telecomunicacional o las telecomunicaciones informáticas. Con esto cobra forma, en definitiva, Internet.
Para que Internet llegase a ser la infraestructura que hoy conocemos, tuvieron que entrar en combinación los tres niveles digitales, que son primero o intuitivo, segundo o hipertextual y tercero o binario, además de también entrar en combinación dos tipos de computadora, que son el ordenador convencional y el servidor. He aquí, pues, la sincronía de combinaciones necesarias que respectivamente en cuanto a software y en cuanto a hardware crean lo que entendemos como la red de redes.
Al tiempo que, fundamentalmente en lo que a hardware se refiere, se han ido diversificando los dispositivos del usuario más allá del ordenador convencional, se ha evolucionado de la Internet más típica a la IoT. De la parte del software: en el segundo plano digital, los códigos de programación siguen asimismo su evolución y, en el primero, lo propiamente multimedia ha continuado ganando calidad.
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