Moverse entre la interactividad y la introspección, y por tanto realizar una tarea para la que es conseguir inspiración el objetivo, es hacer un ir y venir de contexto a contexto entre niveles indirectos y directos. Tales niveles pueden abarcar desde el más de proporciones históricas, en el plano indirecto, hasta el de dimensiones más íntimas y personales, en el plano directo.
En su parte de preinspiración es cuando en particular la inspiración en su conjunto nos conlleva propiamente un transitar de contexto a contexto, y de ahí también entre textos, para que acabemos por dar por lo menos una primera forma a modo de borrador o esbozo a aquello que al final transmitiremos. Sin esta base, poca o más bien ninguna opción tendremos de proseguir en lo que es en sí la inspiración y, por supuesto después, la posinspiración. Ahora bien, en la medida que tengamos definidos unos fundamentos en el blog o iniciativa similar que emprendamos, debemos hacer que tales fundamentos estén presentes en nuestro razonar ya desde los primeros instantes de la preinspiración, esto es ya desde que nos empezamos a mover de contexto a contexto desde niveles en mayor o menor medida indirectos a niveles en mayor o menor medida directos para en tal transitar, que no es sino el movernos entre interactividad e introspección, acabar determinando lo que termine por ser como mínimo en una forma incipiente el fruto de nuestra inspiración.
Para que el resultado inicial de tu inspiración acabe por ser un texto bien sintetizado, entendiendo texto en un sentido más allá del alfanumérico y sintetizado no por necesariamente breve o resumido, te quedará por aplicar una adecuada revisión a conciencia, o exospección. Sin embargo, en cualquier caso, haber procedido debidamente de contexto a contexto te habrá proporcionado con toda probabilidad una buena base de la que partir hacia la pieza definitiva que difundas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario