La esencia transformadora de la buena calidad

Con el fin de dotar a lo cualitativo de cierta base sobre la que no concebirlo en tanto que ligado sin más a lo subjetivo, concepción que por otra parte legitima la ofuscación por lo cuantitativo, tómese el potencial transformador en un sentido intelectual o de como mínimo simple curiosidad cultural en cualquier individuo común. Si un contenido, al margen de sus resultados cuantitativos, resulta mínimamente enriquecedor en cuanto a aprendizaje de áreas del conocimiento, entonces es bueno.

Es bastante factible que cualquiera esté de acuerdo en que aquello que es cualitativamente bueno se caracteriza por dejar, a lo menos en potencia, al individuo del que se trate con menos lagunas que antes respecto a su plena condición humana y civilizada en armonía con la plena condición humana y civilizada de los demás; y en esto subyace un evidente carácter abierto y transformador que cabe asumir que conviene a cualquiera a lo largo de su vida, sin perjuicio de que desde una vertiente eminentemente política se pueda ser progresista o conservador. Lo cualitativamente bueno transforma o puede transformar al individuo por su propio bien a la vez que por el bien de los demás, así hace que el individuo evolucione deviniendo mejor, no lo deja cultural e intelectualmente o por lo menos empática y socialmente indiferente. Todo lo que, en cambio, no es más que pura exacerbación de actitudes desde impulsivas hasta viciosas e incluso más degradantes aún y que en el mejor de los casos no hace sino atontar a la gente o a lo sumo dejarla igual que antes quizá no para mal pero tampoco para bien, no es calificable de cualitativamente bueno por más que desde lo estrictamente cuantitativo obtenga buenos resultados.

Mediante la esencia transformadora de la buena calidad harás de tu aportación en la blogosfera, y en cualquier ámbito del que se trate, una iniciativa que, lejos de una dependencia y hasta obsesión en cuanto a lo cuantitativo, sobresalga por su efecto positivo en la evolución del conjunto de la sociedad a mejor, aunque tal efecto no logre manifestarse sino a largo plazo. En el corto plazo y en lo de efecto impulsivo, a tu iniciativa le faltará calidad pese a que cuantitativamente destaque.

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