Pese a que de todo lo malo surge o puede surgir algo bueno, no es esto razón para impulsar ni apoyar fenómenos tan aberrantes e injustificables como el que la invasión rusa de Ucrania está representando. No obstante, sin ir más lejos, a Internet la motivó una guerra al tocar a su término, o más bien un par de guerras en caso de considerar II Guerra Mundial y Guerra Fría.
Que Internet tenga que usarse como parte de la guerra híbrida que parece que va a caracterizar a esta contienda emprendida por Moscú puede resultar contradictorio con la función de libertad de expresión a partir de la que, por otra parte, también se supone que está cimentada la red de redes. Ambas funciones del ciberespacio son al fin y al cabo realidades, aunque hasta ahora desde la perspectiva de la sociedad y el gran público predominaba supuestamente la realidad como instrumento para la libertad de expresión.
Debiera ser, de hecho, esta función para la libertad de expresión la que en cualquier caso termine por devenir la genuina de Internet no a mucho tardar, esperando en este sentido que la contienda en Ucrania se frene absolutamente en breve, restableciéndose la estabilidad y la concordia para la nación ucraniana. De la mayor o menor responsabilidad con la que te dediques a bloguear en cuanto a este irracional episodio de la actualidad, dependerá que respectivamente le des a Internet más función para la libertad de expresión o, por contra y aun sin que quizá seas consciente de ello, más función de arma de desinformación.
OscarWeblogs
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