Poco o nada va a poder considerarse que siquiera representa mínimamente a la IoB aquello que se mantiene estático, por lo que el hecho de que surgiese la Web no tenía por qué conllevar necesariamente una Internet del comportamiento. Con una WWW sin dinamizar, hubiesen permanecido, hasta cuando fuese posible, prácticamente idénticos los ya previos hábitos sociales.
Su ilimitado hospedaje de información hace del ciberespacio, y en particular la Web, una herramienta que, de no dinamizarla, se la estaría desaprovechando descaradamente. Prescindir de tal condición ilimitada en lo que a crear y guardar datos supone lo telemático habría llevado irremisiblemente a una sobresaturación de lo analógico de no ser que la humanidad renunciase lamentable y forzosamente a seguir generando el saber y los conocimientos como ya venía dándose hasta el nacimiento y popularización de la Internet que hoy conocemos.
La blogosfera se confirma, por lo tanto, como un instrumento cuyo potencial se ajusta a la perfección a esa imperiosa necesidad que el conocimiento requería para seguir avanzando por su inherente principio de que, en efecto, el saber no ocupa lugar. Cierto que la ilimitada blogosfera da cabida asimismo a lo que no es conocimiento ni sabiduría, pero sin ella es más que posible que un mayor riesgo de caída de la humanidad en la ignorancia se hubiese producido.
OscarWeblogs
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