La realidad virtual en particular y las experiencias inmersivas en general abren un abanico de oportunidades comunicacionales muy prometedoras y, al igual que Internet, son una tecnología que lleva desarrollándose durante más tiempo de lo que a veces parece. Está por ver, sin embargo, en qué medida puede devenir por completo un producto de gran consumo.
Con la difuminación de la tradicional experiencia de pantalla y, así pues, de la típica distancia entre una pantalla y el usuario, a la vez que, en principio, un menor hardware pero mayor software, cabe acometer si en verdad esto puede resultarnos ergonómico para la constante creación y difusión de contenidos en weblogs y, por extensión, para otros usos profesionales y de ocio. Según se pueda combinar realidad virtual, weblogs y ergonomía, las posibilidades de una inmersividad de gran consumo serán probablemente mayores.
Aunque, en principio, por la libre movilidad que permiten son los dispositivos inmersivos potencialmente poco o nada incómodos para su uso, no son en esto demasiado distintos a los tan habituales teléfonos móviles, desde los que, en efecto, puede ya experimentarse con la inmersividad. En este sentido, ¿qué preferirá el público?: ¿mantener mayoritariamente la experiencia de pantalla, decantarse más por la experiencia inmersiva o combinar equilibradamente una y otra?
OscarWeblogs
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