Si un híbrido entre plóter, escáner y lápiz inteligente estuviese al alcance de aplicarse debidamente a las artes plásticas tanto en la producción, como en la conservación y restitución, debiera conllevar que además de actuar respecto a piezas originales también sirviese para hacer, conservar y restituir copias. En lo que se refiere a obras previas a las técnicas propias de la directa y de alta calidad creación digital, la diferencia en cuanto a la aplicación respecto a originales y a copias está más clara.
Con el arte gráfico digital se pierde la noción tradicional de pieza original. Un original se supone ante todo único y que si bien puede ser copiable no acostumbra a serlo fácilmente: esto vale para el mundo analógico, pero en la época de los dispositivos digitales, y más cuando estos dispositivos no sólo son para copiar sino directamente para crear, y de hecho para crear con alta calidad, ¿qué es la pieza original? ¿qué diferencia al primer archivo informático que elabore alguien en formato gráfico respecto a la copia que hasta al propio autor le pueda interesar hacer, incluso al instante, de tal archivo mediante un copia y pega? De no ser que alguien nos lo indique, y en efecto nos esté contando la verdad, ¿cómo diferenciamos una obra plástica hecha a mano y una hecha a plena máquina? entendiendo por a plena máquina el sentido de la expresión hecho a máquina cuando se refiere a casi, o completa, ausencia de implicación humana en el proceso de creación. Quizá convenga asumirlo por imposible: toda pieza de arte, por sí misma y con la falta de datos suficientes, ya no nos es viable calificarla a ciencia cierta de hecha por una persona o por una máquina. ¿Contribuye todo esto a una devaluación sin precedentes del arte? De entrada debiéramos evitar caer en el alarmismo fruto de una respuesta afirmativa rotunda a tal pregunta: estamos sencillamente ante una etapa nueva y muy diferente, por lo menos en cuanto a métodos, en el arte. No nos precipitemos a juzgar tal etapa ni de mala ni de buena, y más estando en sus inicios. Pensemos bien al respecto, como bien merece el arte que se actúe en todo lo que le atañe.
Parece que hay una notable aceptación, en particular entre jóvenes artistas, en cuanto a emplear las más avanzadas herramientas digitales en todo el proceso de producción, y de difusión, de obras plásticas. No suponiendo un problema para estos artistas hacer uso tan intenso de las herramientas digitales, incluida la blogosfera, no deben ser en principio tales herramientas perjudiciales para el devenir de la sensibilidad artística humana en general. Cabrá que te hagas algunos planteamientos, y replanteamientos, seas artista seas consumidor de arte, pero evita que la simple confusión que pueda generarse entre lo creado a mano y, ya no lo creado a máquina sino lo creado a plena máquina, te lleve al puro rechazo.
Otro nuevo capítulo en la historia del arte
Un plóter que se combinase, incluso hasta el punto de la hibridación, con el escáner o con el lápiz inteligente, o con ambos, tendría una serie de ventajas que, por lo menos potencialmente, serían capaces de abrir muchas opciones más allá de la propia producción artística. En este sentido son planteables, en un principio también, mejoras en la conservación, y en la restitución, de obras de arte de cualquier época.
La delicadez que implica todo tratamiento que una obra artística dañada o deteriorada necesita es una cuestión muy a tener en cuenta: hasta qué punto se puede dejar un tratamiento tal a merced de una máquina, o bien, en qué medida esta tarea debe permanecer más o menos bajo acción, o por lo menos supervisión, humana, debe ser algo que determinen las propias personas expertas vinculadas a tal ámbito; por eso, tan sólo a título de sugerencia desde aquí vamos a plantear algunos casos hipotéticos en los que la hibridación supuesta sería un aporte relevante en esta clase de tarea. En la conservación de obras plásticas, o hasta escultóricas y demás en caso de que contemos con posibilidades de impresión 3D e incluso 4D, el supuesto dispositivo híbrido podría restituir las partes que se fuesen deteriorando, o bien, aplicar los elementos necesarios en pro de evitar el deterioro en cuestión, siempre en base al patrón original debidamente memorizado por la máquina. Respecto a la restitución, y nos referimos aquí más en concreto a obras que ya nos las encontremos dañadas o deterioradas, el dispositivo híbrido podría actuar sobre la propia pieza y restituirla en base también al patrón que se hubiese introducido: a partir de ahí se podría proceder del mismo modo que en cuanto a la conservación.
No debiera sorprenderte que lo artesanal, habiendo empezado con la imprenta un particular proceso de devenir muy sustituido por parte de lo mecánico, siga por tal camino llegando a estar del todo marcado, en concreto, por la tecnología digital, con lo cual se acabe dejando a un lado, si no del todo sí casi, lo propio de la artesanía y de todo lo analógico. Habrá así, y en este caso a partir de un cambio muy sustancial, otro nuevo capítulo en la historia del arte, de lo cual, con toda probabilidad, en la blogosfera se comentará mucho.
La delicadez que implica todo tratamiento que una obra artística dañada o deteriorada necesita es una cuestión muy a tener en cuenta: hasta qué punto se puede dejar un tratamiento tal a merced de una máquina, o bien, en qué medida esta tarea debe permanecer más o menos bajo acción, o por lo menos supervisión, humana, debe ser algo que determinen las propias personas expertas vinculadas a tal ámbito; por eso, tan sólo a título de sugerencia desde aquí vamos a plantear algunos casos hipotéticos en los que la hibridación supuesta sería un aporte relevante en esta clase de tarea. En la conservación de obras plásticas, o hasta escultóricas y demás en caso de que contemos con posibilidades de impresión 3D e incluso 4D, el supuesto dispositivo híbrido podría restituir las partes que se fuesen deteriorando, o bien, aplicar los elementos necesarios en pro de evitar el deterioro en cuestión, siempre en base al patrón original debidamente memorizado por la máquina. Respecto a la restitución, y nos referimos aquí más en concreto a obras que ya nos las encontremos dañadas o deterioradas, el dispositivo híbrido podría actuar sobre la propia pieza y restituirla en base también al patrón que se hubiese introducido: a partir de ahí se podría proceder del mismo modo que en cuanto a la conservación.
No debiera sorprenderte que lo artesanal, habiendo empezado con la imprenta un particular proceso de devenir muy sustituido por parte de lo mecánico, siga por tal camino llegando a estar del todo marcado, en concreto, por la tecnología digital, con lo cual se acabe dejando a un lado, si no del todo sí casi, lo propio de la artesanía y de todo lo analógico. Habrá así, y en este caso a partir de un cambio muy sustancial, otro nuevo capítulo en la historia del arte, de lo cual, con toda probabilidad, en la blogosfera se comentará mucho.
Lo que un plóter hace
Al usuario común le puede parecer asombroso lo que están logrando las máquinas que delinean pero en verdad esta clase de máquinas, los plóters, llevan funcionando desde hace unas cuantas décadas. Con bastante probabilidad gracias al tipo de difusión que permite en general Internet, y en particular la blogosfera, los plóters se estén dando a conocer más en los últimos tiempos. Además, debido a la tendencia del avance tecnológico que por su parte los propios plóters también experimentan, estos dispositivos son cada vez más versátiles.
Por muy sorprendente que nos pueda parecer un plóter, en particular todo plóter de entre los más recientes, éste aparato no sólo realiza algo que representa una evolución de lo que ya la tradicional imprenta empezó a facilitar, sino que en definitiva no es más que una clase de máquina muy parecida a otra, creada también unas décadas atrás, y que sí es común en cualquier hogar: al fin y al cabo, lo que un plóter hace no es sino imprimir, haciendo por tanto lo mismo que una impresora aunque disponiendo de una mayor complejidad y, a partir de ahí, muchas más opciones de dar forma final a lo impreso. Tanto es así que lo que es obra de plóters, según sean programados, ya hasta puede tratarse, más que de documentos impresos, de auténticas pinturas. Quizá, y por ser un dispositivo afín a la impresora, hasta no sea muy difícil que con el plóter se dé, si no se ha dado ya, la misma hibridación con el escáner que escáner e impresora hicieron en su momento: tal híbrido entre plóter y escáner permitiría que un mismo dispositivo, tras escanear en él una foto de una pintura de lienzo o incluso al escanear la misma pintura en sí, pudiera reproducir, en tanto que plóter, esa pintura, pero no sólo imprimiéndola en la típica hoja de papel, sino en un lienzo y con los apropiados pigmentos, tal y como si fuese la pintura original. Sería también, o debiera ser, factible una reproducción tal desde un simple archivo informático de imagen que no necesariamente fuese hecho desde el propio escáner que el plóter tuviese unido.
Muy en especial si eres artista plástico un plóter te sería útil si se pudiese combinar, no tanto con un escáner aunque también, sino con un lápiz inteligente, con lo cual tendrías opción de hacer que tus obras directa y puramente digitales se materializasen en base a diferentes soportes físicos partiendo de tu patrón digital y original. En todo caso, si el ámbito por el que tus obras van a ser conocidas es la blogosfera, o en general Internet, hasta el uso más sofisticado del plóter es probable que más bien te acabe sirviendo en exclusiva a modo de archivar en soporte físico lo que sea fruto de tu creatividad.
Por muy sorprendente que nos pueda parecer un plóter, en particular todo plóter de entre los más recientes, éste aparato no sólo realiza algo que representa una evolución de lo que ya la tradicional imprenta empezó a facilitar, sino que en definitiva no es más que una clase de máquina muy parecida a otra, creada también unas décadas atrás, y que sí es común en cualquier hogar: al fin y al cabo, lo que un plóter hace no es sino imprimir, haciendo por tanto lo mismo que una impresora aunque disponiendo de una mayor complejidad y, a partir de ahí, muchas más opciones de dar forma final a lo impreso. Tanto es así que lo que es obra de plóters, según sean programados, ya hasta puede tratarse, más que de documentos impresos, de auténticas pinturas. Quizá, y por ser un dispositivo afín a la impresora, hasta no sea muy difícil que con el plóter se dé, si no se ha dado ya, la misma hibridación con el escáner que escáner e impresora hicieron en su momento: tal híbrido entre plóter y escáner permitiría que un mismo dispositivo, tras escanear en él una foto de una pintura de lienzo o incluso al escanear la misma pintura en sí, pudiera reproducir, en tanto que plóter, esa pintura, pero no sólo imprimiéndola en la típica hoja de papel, sino en un lienzo y con los apropiados pigmentos, tal y como si fuese la pintura original. Sería también, o debiera ser, factible una reproducción tal desde un simple archivo informático de imagen que no necesariamente fuese hecho desde el propio escáner que el plóter tuviese unido.
Muy en especial si eres artista plástico un plóter te sería útil si se pudiese combinar, no tanto con un escáner aunque también, sino con un lápiz inteligente, con lo cual tendrías opción de hacer que tus obras directa y puramente digitales se materializasen en base a diferentes soportes físicos partiendo de tu patrón digital y original. En todo caso, si el ámbito por el que tus obras van a ser conocidas es la blogosfera, o en general Internet, hasta el uso más sofisticado del plóter es probable que más bien te acabe sirviendo en exclusiva a modo de archivar en soporte físico lo que sea fruto de tu creatividad.
Una máquina que delinea
Parece en ocasiones que si bien con el avance tecnológico es planteable el dilema en cuanto a si las relaciones humanas se enfrían o en cambio devienen más próximas, también es aplicable una duda similar en cuanto a los propios aparatos que se van desarrollando. ¿Son estos aparatos cada vez más humanos o permanecerán siempre siendo simples piezas inertes que, juntas y con un determinado funcionamiento, sólo llegarán en todo caso a tener cierta similitud aparente respecto a las personas?
Hemos determinado que la frontera entre lo hecho a mano y lo hecho a máquina, entendiendo en concreto lo que se refiere a escribir y a dibujar o a pintar, está en el delineado. Pero entonces ¿qué pasa cuando delinea una máquina? El utensilio en cuestión es también asido y sigue el debido movimiento marcado, de modo que hace lo mismo que al ser manejado por una mano humana, así que, y al margen de que la máquina lo haga además con más precisión y más rapidez, ¿cómo debiéramos calificar esto, máxime cuando el resultado, si se oculta cómo se ha hecho, no es distinguible si ha sido obra de un humano o de un robot? Ante todo, conviene remarcar que las denominaciones hecho a mano y hecho a máquina pueden seguir valiendo siempre que nos estemos refiriendo a que la autoría directa de la obra en su forma resultante final corresponda a un humano que haya empleado de principio a fin, o por lo menos en la mayor parte del proceso, su mano, o sus manos, a tal efecto y, en el debido caso, con el manejo del instrumental requerido: será hecho a mano si el instrumental, de haberlo, se adapta a la mano o a las manos, mientras que será hecho a máquina si empleamos un teclado, con lo cual son las manos las que se adaptan. Cuando estamos ante un procedimiento en el que lo resultante, aun no siendo distinguible si es obra humana u obra mecánica, haya sido de autoría directa mecánica, como en el caso de una máquina que delinea, nos parece que resulta coherente, evidente e inevitable, denominarlo hecho a máquina, pero no por ello entrando en conflicto con la diferencia entre hecho a mano y hecho a máquina que ya hemos mencionado, y que se circunscribe a lo que haya sido resultado de la aplicación directa de una mano, o de ambas manos, de alguien en los términos a los que nos hemos referido. Sencillamente sucede que lo hecho a máquina puede ser fruto de dos procedimientos diferentes, uno en el que hay mayor implicación humana de principio a fin y otro en el que no.
La aplicación de las máquinas a lo artístico no es nada nuevo del todo. Ya la imprenta supuso una relevante aplicación de lo mecánico a lo que hasta entonces era artesanal por completo. Al apreciar que a fechas actuales es factible hacer lo mismo en todo lo relacionado a lo gráfico y hasta, mediante impresión 3D y 4D, en lo relacionado con objetos de prácticamente cualquier combinación de dimensiones físicas, estás contemplando una adaptación amplia de lo que ya ha sido común por lo menos desde la imprenta más tradicional.
Hemos determinado que la frontera entre lo hecho a mano y lo hecho a máquina, entendiendo en concreto lo que se refiere a escribir y a dibujar o a pintar, está en el delineado. Pero entonces ¿qué pasa cuando delinea una máquina? El utensilio en cuestión es también asido y sigue el debido movimiento marcado, de modo que hace lo mismo que al ser manejado por una mano humana, así que, y al margen de que la máquina lo haga además con más precisión y más rapidez, ¿cómo debiéramos calificar esto, máxime cuando el resultado, si se oculta cómo se ha hecho, no es distinguible si ha sido obra de un humano o de un robot? Ante todo, conviene remarcar que las denominaciones hecho a mano y hecho a máquina pueden seguir valiendo siempre que nos estemos refiriendo a que la autoría directa de la obra en su forma resultante final corresponda a un humano que haya empleado de principio a fin, o por lo menos en la mayor parte del proceso, su mano, o sus manos, a tal efecto y, en el debido caso, con el manejo del instrumental requerido: será hecho a mano si el instrumental, de haberlo, se adapta a la mano o a las manos, mientras que será hecho a máquina si empleamos un teclado, con lo cual son las manos las que se adaptan. Cuando estamos ante un procedimiento en el que lo resultante, aun no siendo distinguible si es obra humana u obra mecánica, haya sido de autoría directa mecánica, como en el caso de una máquina que delinea, nos parece que resulta coherente, evidente e inevitable, denominarlo hecho a máquina, pero no por ello entrando en conflicto con la diferencia entre hecho a mano y hecho a máquina que ya hemos mencionado, y que se circunscribe a lo que haya sido resultado de la aplicación directa de una mano, o de ambas manos, de alguien en los términos a los que nos hemos referido. Sencillamente sucede que lo hecho a máquina puede ser fruto de dos procedimientos diferentes, uno en el que hay mayor implicación humana de principio a fin y otro en el que no.
La aplicación de las máquinas a lo artístico no es nada nuevo del todo. Ya la imprenta supuso una relevante aplicación de lo mecánico a lo que hasta entonces era artesanal por completo. Al apreciar que a fechas actuales es factible hacer lo mismo en todo lo relacionado a lo gráfico y hasta, mediante impresión 3D y 4D, en lo relacionado con objetos de prácticamente cualquier combinación de dimensiones físicas, estás contemplando una adaptación amplia de lo que ya ha sido común por lo menos desde la imprenta más tradicional.
Donde prima la tecnología más avanzada
Llegar a la conclusión de que el paso de la tecnología analógica a la digital represente un cambio a promover en el máximo grado conveniente que en todos los ámbitos resulte viable debiera hacerse en base a una valoración de un mínimo de profundidad. Tanto limitarse a establecer que algo es bueno porque es lo de toda la vida como a establecer que lo es por el simple hecho de ser nuevo y distinto no resulta en absoluto conveniente.
A base de lo que es aplicable a todo proyecto y si entendemos que el avance tecnológico, a su modo, es un proyecto en el que participa de manera más o menos implicada toda la sociedad, nos es factible aplicar a la evolución de lo analógico a lo digital el mismo principio de los ciclos de trayectoria de toda iniciativa emprendedora. También cabría poner en aplicación lo que entendemos por agentes vinculados y agentes vinculables. A toda sociedad, en particular toda sociedad humana, le es reconocible un mayor o menor grado de emprendimiento: cuestión aparte es que tal emprendimiento se dé más o menos mediante innovación; pero desde la sociedad humana que se fundamente en las más tradicionales labores de campo, hasta la más avanzada que esté vinculada al entorno urbanita y de las máquinas, alguien hay que tenga el emprendimiento de hacer algo en pro de sí mismo y de los demás, sea obteniendo o no cierto beneficio lucrativo. Lo que caracteriza los tiempos actuales en los lugares donde prima la tecnología más avanzada, tecnología que ha hecho posible tener en concreto la blogosfera y en general Internet, es que el emprendimiento va muy ligado a la innovación: una innovación que está marcada por un proceso en el que se va consolidando un cambio de ciclo general tecnológico de lo analógico a lo digital.
En el gran cambio de la transformación de la tecnología analógica a la digital, el rol que desempeñes en tanto que agente vinculado será determinante para que tu adaptación a tal transformación se dé de la mejor manera posible y que así llegues a determinar que este cambio de ciclo es positivo y que bien merece promoverse en el máximo grado conveniente que resulte viable en cualquier ámbito. Si, al contrario, permaneces al margen, lo cual te convierte en todo caso en un agente vinculable, quizá estés dejando pasar grandes oportunidades ante uno de los mayores desafíos que a nivel general se hayan producido a lo largo de la historia.
A base de lo que es aplicable a todo proyecto y si entendemos que el avance tecnológico, a su modo, es un proyecto en el que participa de manera más o menos implicada toda la sociedad, nos es factible aplicar a la evolución de lo analógico a lo digital el mismo principio de los ciclos de trayectoria de toda iniciativa emprendedora. También cabría poner en aplicación lo que entendemos por agentes vinculados y agentes vinculables. A toda sociedad, en particular toda sociedad humana, le es reconocible un mayor o menor grado de emprendimiento: cuestión aparte es que tal emprendimiento se dé más o menos mediante innovación; pero desde la sociedad humana que se fundamente en las más tradicionales labores de campo, hasta la más avanzada que esté vinculada al entorno urbanita y de las máquinas, alguien hay que tenga el emprendimiento de hacer algo en pro de sí mismo y de los demás, sea obteniendo o no cierto beneficio lucrativo. Lo que caracteriza los tiempos actuales en los lugares donde prima la tecnología más avanzada, tecnología que ha hecho posible tener en concreto la blogosfera y en general Internet, es que el emprendimiento va muy ligado a la innovación: una innovación que está marcada por un proceso en el que se va consolidando un cambio de ciclo general tecnológico de lo analógico a lo digital.
En el gran cambio de la transformación de la tecnología analógica a la digital, el rol que desempeñes en tanto que agente vinculado será determinante para que tu adaptación a tal transformación se dé de la mejor manera posible y que así llegues a determinar que este cambio de ciclo es positivo y que bien merece promoverse en el máximo grado conveniente que resulte viable en cualquier ámbito. Si, al contrario, permaneces al margen, lo cual te convierte en todo caso en un agente vinculable, quizá estés dejando pasar grandes oportunidades ante uno de los mayores desafíos que a nivel general se hayan producido a lo largo de la historia.
Reiniciación
Al digitalizarse las técnicas comunicativas, sea para usarlas en el ámbito artístico o en el técnico, en el personal o en el impersonal, tal vez parezca que la sociedad se deshumanice. Todo lo relacionado con máquinas, e incluso en general con la tecnología, puede dar la sensación de que contribuye a un mundo sentimentalmente más frío; sin embargo, que los dispositivos más actuales reproduzcan tal cual, no sólo la voz como ya hizo el más antiguo de los modelos de teléfono, sino lo hecho a mano, además de contar con capacidades audiovisuales, hace, en cierto modo al menos, que la tecnología actual no sea tan deshumanizante.
También es común el planteamiento de que la tecnología, y más la de los tiempos recientes, acorta distancias: esto, a diferencia de la deshumanización, resulta positivo. Pero considerándolo todo estaríamos entonces ante una especie de dilema: ¿la tecnología, en general pero muy en concreto en el ámbito de la comunicación, nos deshumaniza o nos hace ser más próximos? Con toda probabilidad, al igual que en muchas otras facetas, la respuesta esté en un punto medio y, además, seguramente no estemos, al fin y al cabo, en una situación demasiado diferente a la de épocas pasadas, respecto a las cuales por tanto tenemos opción de compararnos disponiendo de datos pertinentes, ni estemos tampoco en circunstancias muy distintas respecto a tiempos venideros. Con cada sustancial cambio tecnológico comunicativo las relaciones humanas no dejan de verse condicionadas a, por emplear un término muy del presente, un reinicio; y en toda reiniciación que de tal índole se dé, lo previo, en relación a lo que unos estaban satisfechos y otros no, o no tanto, no queda del todo igual, así que los unos y los otros valorarán según el caso la nueva situación de una manera más o menos parecida al modo en que valoraban el panorama anterior.
Que la tecnología actual, y la venidera, te parezca que deshumaniza o que aproxima constituirá en todo caso una opinión respetable pero cabe que tengas en cuenta que cualquiera que vea lo peor en lo tecnológico, y en general en prácticamente cualquier ámbito, no ganará nada desde la pura resignación más o menos abiertamente manifestada: lo ideal es que en base a tal respetable opinión negativa proponga vías de mejora, más allá de limitarse a proponer que ya se estaba bien como se estaba. En el otro extremo, tampoco debieras caer en la adoración desmesurada de lo tecnológico en cualquier ámbito incluido el de la comunicación, y por tanto el de la propia blogosfera, pues todo es mejorable.
También es común el planteamiento de que la tecnología, y más la de los tiempos recientes, acorta distancias: esto, a diferencia de la deshumanización, resulta positivo. Pero considerándolo todo estaríamos entonces ante una especie de dilema: ¿la tecnología, en general pero muy en concreto en el ámbito de la comunicación, nos deshumaniza o nos hace ser más próximos? Con toda probabilidad, al igual que en muchas otras facetas, la respuesta esté en un punto medio y, además, seguramente no estemos, al fin y al cabo, en una situación demasiado diferente a la de épocas pasadas, respecto a las cuales por tanto tenemos opción de compararnos disponiendo de datos pertinentes, ni estemos tampoco en circunstancias muy distintas respecto a tiempos venideros. Con cada sustancial cambio tecnológico comunicativo las relaciones humanas no dejan de verse condicionadas a, por emplear un término muy del presente, un reinicio; y en toda reiniciación que de tal índole se dé, lo previo, en relación a lo que unos estaban satisfechos y otros no, o no tanto, no queda del todo igual, así que los unos y los otros valorarán según el caso la nueva situación de una manera más o menos parecida al modo en que valoraban el panorama anterior.
Que la tecnología actual, y la venidera, te parezca que deshumaniza o que aproxima constituirá en todo caso una opinión respetable pero cabe que tengas en cuenta que cualquiera que vea lo peor en lo tecnológico, y en general en prácticamente cualquier ámbito, no ganará nada desde la pura resignación más o menos abiertamente manifestada: lo ideal es que en base a tal respetable opinión negativa proponga vías de mejora, más allá de limitarse a proponer que ya se estaba bien como se estaba. En el otro extremo, tampoco debieras caer en la adoración desmesurada de lo tecnológico en cualquier ámbito incluido el de la comunicación, y por tanto el de la propia blogosfera, pues todo es mejorable.
De lo textual a lo hipertextual
La transformación que la informática contribuye a producir en el entorno creativo de un artista plástico es de la misma naturaleza que lo que ya desde antes se está produciendo en el entorno de redacción propio de cualquier clase de escritor. En el despacho, el estudio, la redacción periodística o entornos similares, de alguien que se dedique a la escritura, lejos de acumularse papeles correspondientes a acabados textos de origen, copias, o bien borradores, todo es realizable desde el entorno virtual que proporcione el dispositivo informático que se utilice .
Con los aparatos que permiten hacer mecanografía formal el redactado dispone de una capacidad de elaboración mucho más rápida que respecto a la técnica manuscrita, incluida la técnica manuscrita digital, o sea, con la que se emplea el lápiz inteligente. La aceleración de redacción en este sentido ya la empezó a hacer posible la máquina de escribir, pero los papeles seguían amontonándose al ser el soporte de escritura la habitual hoja física, igual que en la escritura a mano. Gracias al ordenador convencional el ahorro de papel fue una realidad sustancial en lo que en concreto respecta al proceso desde que estamos en fase de borrador hasta la pieza definitiva; aunque después, en pro de que lo escrito tuviese por lo menos cierta difusión, era necesario imprimirlo, fuese mediante impresora, o bien y en caso de escritos destinados a las grandes tiradas, mediante la imprenta. Al producirse, con Internet, el paso de lo textual a lo hipertextual, entre las capacidades multimedia que se derivan tenemos la de la aceleración no sólo en la propia redacción sino en la difusión, pues publicar un texto puede tener carácter instantáneo. Y la difusión no sólo se acelera sino que es además de alcance prácticamente planetario. La blogosfera ha devenido en todo este proceso un ámbito ideal para el desarrollo, y la aplicación práctica, de las habilidades redactoras de cualquiera que se lo proponga.
Imprimir lo que escribas, esté o no publicado en Internet, sigue siendo adecuado pero bien podrías restringir tal acción sólo a modo de conservación física de por lo menos algún ejemplar de aquello que elabores, más por un puro tema de archivar que por pretender que lo impreso tenga que ser el material a difundir. Si a lo que redactes, y por extensión, a lo que hagas en cualquier otra modalidad comunicativa, sea con carácter más artístico, o bien, más técnico, le das una buena presencia telemática, para lo cual la blogosfera te resultará un ámbito muy apropiado, dar a conocer lo que de tu alma salga no tiene por qué ser, en especial, y además de por limitaciones técnicas, por dependencia de un considerable número de intermediarios, un proceso largo ni de público limitado.
Con los aparatos que permiten hacer mecanografía formal el redactado dispone de una capacidad de elaboración mucho más rápida que respecto a la técnica manuscrita, incluida la técnica manuscrita digital, o sea, con la que se emplea el lápiz inteligente. La aceleración de redacción en este sentido ya la empezó a hacer posible la máquina de escribir, pero los papeles seguían amontonándose al ser el soporte de escritura la habitual hoja física, igual que en la escritura a mano. Gracias al ordenador convencional el ahorro de papel fue una realidad sustancial en lo que en concreto respecta al proceso desde que estamos en fase de borrador hasta la pieza definitiva; aunque después, en pro de que lo escrito tuviese por lo menos cierta difusión, era necesario imprimirlo, fuese mediante impresora, o bien y en caso de escritos destinados a las grandes tiradas, mediante la imprenta. Al producirse, con Internet, el paso de lo textual a lo hipertextual, entre las capacidades multimedia que se derivan tenemos la de la aceleración no sólo en la propia redacción sino en la difusión, pues publicar un texto puede tener carácter instantáneo. Y la difusión no sólo se acelera sino que es además de alcance prácticamente planetario. La blogosfera ha devenido en todo este proceso un ámbito ideal para el desarrollo, y la aplicación práctica, de las habilidades redactoras de cualquiera que se lo proponga.
Imprimir lo que escribas, esté o no publicado en Internet, sigue siendo adecuado pero bien podrías restringir tal acción sólo a modo de conservación física de por lo menos algún ejemplar de aquello que elabores, más por un puro tema de archivar que por pretender que lo impreso tenga que ser el material a difundir. Si a lo que redactes, y por extensión, a lo que hagas en cualquier otra modalidad comunicativa, sea con carácter más artístico, o bien, más técnico, le das una buena presencia telemática, para lo cual la blogosfera te resultará un ámbito muy apropiado, dar a conocer lo que de tu alma salga no tiene por qué ser, en especial, y además de por limitaciones técnicas, por dependencia de un considerable número de intermediarios, un proceso largo ni de público limitado.
Sin taller artístico
Lo que tradicionalmente ha sido un original parece que tiene tendencia a perder su sentido ante la generalización de la adaptación, muy en concreto, de las artes plásticas a la informática, no sólo en cuanto a las vías de difundirse las obras artísticas sino a las propias maneras en que tales obras se crean. Un artista plástico, con los dispositivos informáticos actuales, no crea una pieza física que por eso mismo es única e irrepetible, sino que genera un fichero informático del cual se pueden hacer tantas copias exactas como se desee y al instante: y todas esas copias son al mismo tiempo lo que sería, desde la perspectiva de lo físico, el original.
Con la transformación que la informática produce al ser aplicada al conjunto de las artes plásticas, el original de una obra desaparece: no deja de haber una obra propia, personal y a la cual se le deban proteger los correspondientes derechos de autoría, pero ya no es palpable, por tanto tangible según se entienda la diferencia entre tangible e intangible. En base a nuestra perspectiva, lo sustancial del cambio radica en que la obra de un autor plástico, si bien no deja de ser un elemento sensorial, ya no se concreta en un original en tanto que pieza física, sólida, palpable. Aunque el archivo informático en cuestión que constituya una obra artística sea imprimible, tal acción de imprimir ya constituye hacer una copia, así como al propio archivo informático en sí lo podemos copiar cuantas veces consideremos oportuno, si bien todo archivo informático copiado de la misma obra es válido por igual al primer archivo elaborado. Sin propiamente piezas artísticas físicas de origen, con toda probabilidad acabe del todo transformado el clásico taller de un artista plástico: un taller repleto de obras palpables, unas quizá habiendo tenido ya éxito, otras a medio hacer y otras acabadas pero aún esperando a ser conocidas por parte del gran público; esto dejará paso a un taller, si lo hay, vacío o casi. De hecho, haciendo las obras plásticas en exclusiva mediante tecnología digital, cualquier artista tiene opción de desarrollar su carrera hasta sin taller artístico: tan sólo precisa su tableta, su lápiz digital y, mediante conexión a Internet, su acceso al servicio de almacenaje remoto que use y a la blogosfera o cualquier ubicación telemática que le permita la difusión de lo que de su alma salga.
De ir pasando las obras plásticas a hacerse del todo por medios digitales, las clásicas subastas de piezas originales físicas y únicas irán dejando de producirse en lo que a nuevas obras de tal clase de arte se refiere. Lo único que quizá si eres artista te haga plantearte el continuar haciendo piezas palpables de origen, además de eventuales motivos nostálgicos, sea precisamente la capacidad de poner tal pieza, por ser única y física, a la venta, en particular hacia un público de alto nivel económico; pero ya que de un modo u otro tu obra, si quieres que sea conocida, va a tener que acabar difundiéndose por medios digitales, incluso la referida clase de venta puede que acabe perdiendo interés ante ese mismo público, que tendrá opción, al igual que el común de los individuos, de contemplar por Internet tu pieza en todo momento, bajarse el archivo gráfico correspondiente y, si se desea, imprimirlo.
Con la transformación que la informática produce al ser aplicada al conjunto de las artes plásticas, el original de una obra desaparece: no deja de haber una obra propia, personal y a la cual se le deban proteger los correspondientes derechos de autoría, pero ya no es palpable, por tanto tangible según se entienda la diferencia entre tangible e intangible. En base a nuestra perspectiva, lo sustancial del cambio radica en que la obra de un autor plástico, si bien no deja de ser un elemento sensorial, ya no se concreta en un original en tanto que pieza física, sólida, palpable. Aunque el archivo informático en cuestión que constituya una obra artística sea imprimible, tal acción de imprimir ya constituye hacer una copia, así como al propio archivo informático en sí lo podemos copiar cuantas veces consideremos oportuno, si bien todo archivo informático copiado de la misma obra es válido por igual al primer archivo elaborado. Sin propiamente piezas artísticas físicas de origen, con toda probabilidad acabe del todo transformado el clásico taller de un artista plástico: un taller repleto de obras palpables, unas quizá habiendo tenido ya éxito, otras a medio hacer y otras acabadas pero aún esperando a ser conocidas por parte del gran público; esto dejará paso a un taller, si lo hay, vacío o casi. De hecho, haciendo las obras plásticas en exclusiva mediante tecnología digital, cualquier artista tiene opción de desarrollar su carrera hasta sin taller artístico: tan sólo precisa su tableta, su lápiz digital y, mediante conexión a Internet, su acceso al servicio de almacenaje remoto que use y a la blogosfera o cualquier ubicación telemática que le permita la difusión de lo que de su alma salga.
De ir pasando las obras plásticas a hacerse del todo por medios digitales, las clásicas subastas de piezas originales físicas y únicas irán dejando de producirse en lo que a nuevas obras de tal clase de arte se refiere. Lo único que quizá si eres artista te haga plantearte el continuar haciendo piezas palpables de origen, además de eventuales motivos nostálgicos, sea precisamente la capacidad de poner tal pieza, por ser única y física, a la venta, en particular hacia un público de alto nivel económico; pero ya que de un modo u otro tu obra, si quieres que sea conocida, va a tener que acabar difundiéndose por medios digitales, incluso la referida clase de venta puede que acabe perdiendo interés ante ese mismo público, que tendrá opción, al igual que el común de los individuos, de contemplar por Internet tu pieza en todo momento, bajarse el archivo gráfico correspondiente y, si se desea, imprimirlo.
¿Hacer un post a mano?
A medida que avanza la informática en general y en particular, de un lado, la blogsfera, y de otro lado, un utensilio como es el lápiz digital, las posibilidades que pueden llegar a concretarse quizá pasen por la capacidad de escribir directamente a mano en el área de redactado de un post. Entonces, en caso de ser viable tal capacidad y hacerse realidad habrá opción y buenos motivos en cuanto a... ¿hacer un post a mano? Pues sí.
Cualquier usuario de un blog, y en especial de un blog de macroblogosfera, es capaz de apreciar con facilidad la similitud entre el área de edición de un blog y un procesador de texto. Ya que el lápiz inteligente está permitiendo llevar la escritura a mano al pleno soporte digital mediante dispositivos informáticos esenciales móviles, quizá sea cuestión de poco tiempo que, dentro del área de edición de un post, tanto si se trata de la de un macroblog como si se trata de la de un perfil de red social, el área de redactado reconozca el referido lápiz y permita publicar texto en puro formato manuscrito personal y único, aunque plenamente digital. E incluso más: de llegarse a tener posibilidad de esto, hasta debiera ser factible hacer uso del área de redactado también en tanto que lienzo digital remoto en el que directamente podamos dibujar o pintar. Por tanto, pudiera haber creaciones de casi cualquier género artístico en base a lo hecho a mano, pero digital, que directamente ya ni siquiera usaran la blogosfera sólo en tanto que ámbito al que ser subidas después de que las elaboremos desde otra ubicación, aunque tal ubicación sea también de carácter informático, sino que usaran la blogosfera propiamente como lugar en el que ser plasmadas desde un principio. Tendríamos, así, obras de gran variedad de formatos digitales pero en base a lo hecho a mano que, en vez de ser subidas a la blogosfera nacerían directamente en la blogosfera.
Si algún día hay posibilidad de redactar posts a mano y que queden en efecto publicados de tal guisa será genial que aproveches esa posibilidad siempre que la consideres oportuna: en caso de hacer un blog personal, y por extensión si haces uno artístico, tal técnica, si llega a ser posible, te resultaría en especial apropiada. De hecho, en un escenario tal, habría la opción de escoger entre redactar un post a mano o a máquina, del mismo modo que a una hoja común de papel la puedes destinar según prefieras a escribir en ella a mano o a hacerlo a máquina si imprimes texto en esa hoja o si dispones de una tradicional máquina de escribir. Ante todo esto, continuar redactando a máquina en la blogosfera siempre te seguiría resultando, en general, más apropiado de no ser que tengas mucho interés en ese carácter personal: si optases por escribir posts a mano debieras procurar siempre, por motivos de comodidad tuya y de facilidad de lectura para el público, no hacer en tal formato demasiados textos, o en cualquier caso no hacerlos largos en exceso.
Cualquier usuario de un blog, y en especial de un blog de macroblogosfera, es capaz de apreciar con facilidad la similitud entre el área de edición de un blog y un procesador de texto. Ya que el lápiz inteligente está permitiendo llevar la escritura a mano al pleno soporte digital mediante dispositivos informáticos esenciales móviles, quizá sea cuestión de poco tiempo que, dentro del área de edición de un post, tanto si se trata de la de un macroblog como si se trata de la de un perfil de red social, el área de redactado reconozca el referido lápiz y permita publicar texto en puro formato manuscrito personal y único, aunque plenamente digital. E incluso más: de llegarse a tener posibilidad de esto, hasta debiera ser factible hacer uso del área de redactado también en tanto que lienzo digital remoto en el que directamente podamos dibujar o pintar. Por tanto, pudiera haber creaciones de casi cualquier género artístico en base a lo hecho a mano, pero digital, que directamente ya ni siquiera usaran la blogosfera sólo en tanto que ámbito al que ser subidas después de que las elaboremos desde otra ubicación, aunque tal ubicación sea también de carácter informático, sino que usaran la blogosfera propiamente como lugar en el que ser plasmadas desde un principio. Tendríamos, así, obras de gran variedad de formatos digitales pero en base a lo hecho a mano que, en vez de ser subidas a la blogosfera nacerían directamente en la blogosfera.
Si algún día hay posibilidad de redactar posts a mano y que queden en efecto publicados de tal guisa será genial que aproveches esa posibilidad siempre que la consideres oportuna: en caso de hacer un blog personal, y por extensión si haces uno artístico, tal técnica, si llega a ser posible, te resultaría en especial apropiada. De hecho, en un escenario tal, habría la opción de escoger entre redactar un post a mano o a máquina, del mismo modo que a una hoja común de papel la puedes destinar según prefieras a escribir en ella a mano o a hacerlo a máquina si imprimes texto en esa hoja o si dispones de una tradicional máquina de escribir. Ante todo esto, continuar redactando a máquina en la blogosfera siempre te seguiría resultando, en general, más apropiado de no ser que tengas mucho interés en ese carácter personal: si optases por escribir posts a mano debieras procurar siempre, por motivos de comodidad tuya y de facilidad de lectura para el público, no hacer en tal formato demasiados textos, o en cualquier caso no hacerlos largos en exceso.
Lo que siempre ha sido un original
Todo lo que los dispositivos informáticos permiten realizar en base a lo que tradicionalmente se ha elaborado por vía artesana hace que las obras resultantes del uso de tales dispositivos, aunque también las tradicionales que de algún modo se digitalicen, tengan una mayor capacidad de difusión y que tal difusión se produzca además de manera más rápida. Ahí juega un rol muy importante la blogosfera y en concreto todo blog que cualquier artista, por el propio hecho de ser artista, haga y sea por tanto calificable de blog personal, aunque no por ello debe negarse a tal blog un eventual enfoque profesional.
El artista, en general, y en tanto que bloguero en particular, podemos considerar que es, si no por antonomasia, por lo menos en gran medida una de las figuras que más se mueven entre lo más personal, en el sentido de lo más íntimo, y lo más profesional, en el sentido de lo más técnico. Aunque el blog de un artista se enfoque muy en concreto a la venta de sus obras, no debiéramos dejar de considerarlo un blog personal pues el contenido bloguero, aunque destinado a un objetivo lucrativo, no deja de ser, o no debiera dejar de ser, en tal caso una ventana a lo elaborado desde los sentimientos. Con la tecnología informática, en muchos ámbitos artísticos no sólo hay capacidad de digitalizar obras analógicas sino ya de hacer trabajos por completo mediante instrumental informático, se trate en particular de escritura, artes plásticas, audio o audiovisual. La escultura y la arquitectura, de momento, al menos por lo que conocemos, no se completan del todo, o no acostumbran a completarse del todo, con el solo uso de herramientas informáticas pero cabe esperar a observar hasta dónde será capaz de llegar en este sentido, por ejemplo y según nos parece bastante viable, la impresión 3D, e incluso la 4D. En cualquier caso, la difusión de todo lo artístico mediante la blogosfera contribuye a que los blogs personales no sólo se asocien a tener que hacer un más o menos típico diario personal, sino a que tienen cabida en la comunidad bloguera tanto la escritura, en todos sus géneros, como toda otra vía de manifestación artística.
Al hacer tu blog, si eres artista, tienes opción de dar a conocer tu obra ante una comunidad, la bloguera en particular y la internauta en general, de la que bien puedes acabar generando un público, o incluso varios públicos. Quizá la tradición artística produzca que te plantees con tristeza la opción de abandonar el instrumental tradicional pues, bien es cierto, que con las herramientas informáticas pierdes, muy en concreto, la realización propiamente de lo que siempre ha sido un original. Sin embargo, y teniendo en cuenta que el puro efecto en el público no tiene por qué ser peor con lo digital que con lo analógico sino que incluso más bien al contrario, debes valorar lo que ganas con la informática en cuanto a capacidad de impacto, así como en rápida difusión y en abaratamiento de costes de materiales.
El artista, en general, y en tanto que bloguero en particular, podemos considerar que es, si no por antonomasia, por lo menos en gran medida una de las figuras que más se mueven entre lo más personal, en el sentido de lo más íntimo, y lo más profesional, en el sentido de lo más técnico. Aunque el blog de un artista se enfoque muy en concreto a la venta de sus obras, no debiéramos dejar de considerarlo un blog personal pues el contenido bloguero, aunque destinado a un objetivo lucrativo, no deja de ser, o no debiera dejar de ser, en tal caso una ventana a lo elaborado desde los sentimientos. Con la tecnología informática, en muchos ámbitos artísticos no sólo hay capacidad de digitalizar obras analógicas sino ya de hacer trabajos por completo mediante instrumental informático, se trate en particular de escritura, artes plásticas, audio o audiovisual. La escultura y la arquitectura, de momento, al menos por lo que conocemos, no se completan del todo, o no acostumbran a completarse del todo, con el solo uso de herramientas informáticas pero cabe esperar a observar hasta dónde será capaz de llegar en este sentido, por ejemplo y según nos parece bastante viable, la impresión 3D, e incluso la 4D. En cualquier caso, la difusión de todo lo artístico mediante la blogosfera contribuye a que los blogs personales no sólo se asocien a tener que hacer un más o menos típico diario personal, sino a que tienen cabida en la comunidad bloguera tanto la escritura, en todos sus géneros, como toda otra vía de manifestación artística.
Al hacer tu blog, si eres artista, tienes opción de dar a conocer tu obra ante una comunidad, la bloguera en particular y la internauta en general, de la que bien puedes acabar generando un público, o incluso varios públicos. Quizá la tradición artística produzca que te plantees con tristeza la opción de abandonar el instrumental tradicional pues, bien es cierto, que con las herramientas informáticas pierdes, muy en concreto, la realización propiamente de lo que siempre ha sido un original. Sin embargo, y teniendo en cuenta que el puro efecto en el público no tiene por qué ser peor con lo digital que con lo analógico sino que incluso más bien al contrario, debes valorar lo que ganas con la informática en cuanto a capacidad de impacto, así como en rápida difusión y en abaratamiento de costes de materiales.
La frontera de lo hecho a mano y lo hecho a máquina
Con las posibilidades que en particular ofrece el lápiz digital pudiera parecer adecuado que merece una reconsideración lo que hacerse a mano y hacerse a máquina significan. Al escribir, o dibujar, con un lápiz inteligente ¿se está haciendo, lo que sea, a mano? ¿O sólo por el hecho de emplear un utensilio de tecnología digital ya no es a mano lo que con tal utensilio se elabore? ¿Dónde limitan una y otra manera de hacer?
Aunque el lápiz digital nos pueda dar la impresión de que es lo que hace, si no del todo recomendable, por lo menos un poco coherente el replanteamiento de lo que entendamos por hecho a mano y hecho a máquina, en verdad esto hasta nos lo podríamos replantear respecto a lo que antes se ha estado haciendo mediante otros utensilios: en concreto ya con la máquina de escribir, y luego con el ordenador y el resto de dispositivos informáticos esenciales. Más que con toda probabilidad, la inercia de la denominación de máquina de escribir conllevó la generalización de referirse, a lo que con máquina de escribir se hiciese y luego con ordenador, en tanto que hecho a máquina. Si bien en el caso de habérsela aplicado a la imprenta sería del todo correcta aun habiendo un original manuscrito la expresión de hecho a máquina, en el caso de la máquina de escribir, y por extensión en el del ordenador convencional y demás dispositivos esenciales, si nos lo planteamos bien, no está tan claro: en definitiva, cuando tecleamos, no sólo usamos una mano sino que usamos, o debiéramos usar, las dos, así que bien podríamos considerar que lo escrito a teclado tendría que denominarse también hecho a mano, incluso con más motivo. Pero aunque sea a modo convencional, está bien considerar hecho a máquina lo hecho mediante teclado, pues de lo contrario, además, debiéramos abandonar la denominación de mecanografía por considerarla también escritura a mano. No obstante, nos parece además, al fin y al cabo, pertinente fijar el límite entre hecho a mano y hecho a máquina en base a otro parámetro que nos permite reafirmarnos, en particular, en la denominación de mecanografía y, en general, en que lo hecho a máquina, en concreto en escritura, es lo hecho con teclado: el delineado es tal parámetro.
Determinar la frontera de lo hecho a mano y lo hecho a máquina, por lo menos a nivel convencional genérico y en concreto en lo referente a gráficos, resulta bastante claro si consideras lo que delinear implica. El delineado, sea para escribir o para dibujar, conlleva el empleo de un utensilio cuyo correcto uso sea siendo tal utensilio asido con la mano y acompañando así ese utensilio a la propia mano en su libre, aunque mínimamente pautado, movimiento: a partir de aquí da igual si el utensilio es, por ejemplo, un lápiz tradicional, o bien, un lápiz inteligente. También lo que intentes delinear mediante ratón de ordenador sería considerable hecho a mano. Lo hecho a máquina, en cambio, y aunque emplees las dos manos, debieras considerarlo todo lo escrito con teclado, pues son las manos las que se adaptan, y no el utensilio o sea el teclado, para moverse en pro de obtener la pulsación sobre cada tecla que convenga.
Aunque el lápiz digital nos pueda dar la impresión de que es lo que hace, si no del todo recomendable, por lo menos un poco coherente el replanteamiento de lo que entendamos por hecho a mano y hecho a máquina, en verdad esto hasta nos lo podríamos replantear respecto a lo que antes se ha estado haciendo mediante otros utensilios: en concreto ya con la máquina de escribir, y luego con el ordenador y el resto de dispositivos informáticos esenciales. Más que con toda probabilidad, la inercia de la denominación de máquina de escribir conllevó la generalización de referirse, a lo que con máquina de escribir se hiciese y luego con ordenador, en tanto que hecho a máquina. Si bien en el caso de habérsela aplicado a la imprenta sería del todo correcta aun habiendo un original manuscrito la expresión de hecho a máquina, en el caso de la máquina de escribir, y por extensión en el del ordenador convencional y demás dispositivos esenciales, si nos lo planteamos bien, no está tan claro: en definitiva, cuando tecleamos, no sólo usamos una mano sino que usamos, o debiéramos usar, las dos, así que bien podríamos considerar que lo escrito a teclado tendría que denominarse también hecho a mano, incluso con más motivo. Pero aunque sea a modo convencional, está bien considerar hecho a máquina lo hecho mediante teclado, pues de lo contrario, además, debiéramos abandonar la denominación de mecanografía por considerarla también escritura a mano. No obstante, nos parece además, al fin y al cabo, pertinente fijar el límite entre hecho a mano y hecho a máquina en base a otro parámetro que nos permite reafirmarnos, en particular, en la denominación de mecanografía y, en general, en que lo hecho a máquina, en concreto en escritura, es lo hecho con teclado: el delineado es tal parámetro.
Determinar la frontera de lo hecho a mano y lo hecho a máquina, por lo menos a nivel convencional genérico y en concreto en lo referente a gráficos, resulta bastante claro si consideras lo que delinear implica. El delineado, sea para escribir o para dibujar, conlleva el empleo de un utensilio cuyo correcto uso sea siendo tal utensilio asido con la mano y acompañando así ese utensilio a la propia mano en su libre, aunque mínimamente pautado, movimiento: a partir de aquí da igual si el utensilio es, por ejemplo, un lápiz tradicional, o bien, un lápiz inteligente. También lo que intentes delinear mediante ratón de ordenador sería considerable hecho a mano. Lo hecho a máquina, en cambio, y aunque emplees las dos manos, debieras considerarlo todo lo escrito con teclado, pues son las manos las que se adaptan, y no el utensilio o sea el teclado, para moverse en pro de obtener la pulsación sobre cada tecla que convenga.
A medio camino entre escanear y fotografiar
La notable diferencia entre cómo se escanea con escáner convencional y cómo mediante dispositivo móvil hace coherente que incluso se replantee si es adecuado que se denominen igual los dos procesos bajo la expresión de escanear. Al establecerse tal diferencia, el escáner convencional seguiría siendo sencillamente escáner, y su función seguiría denominándose escanear, mientras que escanear mediante dispositivo móvil debiera pasar a tener otra expresión identificativa, quizá a medio camino entre escanear y fotografiar, ya que ni es del todo una cosa ni la otra.
Estableciendo una diferencia entre lo que es el escaneado típico y el escaneado que se obtiene con un dispositivo informático esencial móvil tenemos que habría en general un mínimo de tres maneras de obtener un documento digital de un gráfico analógico. La mejor, salvo en el caso de disponer del negativo en lo que en concreto a fotos analógicas se refiere, sería la del típico escáner, el escáner convencional o simplemente escáner, con lo cual estamos haciendo uso del ordenador convencional en tanto que dispositivo esencial al cual le añadimos el típico escáner en tanto que dispositivo informático periférico. A modo de vía intermedia para obtener un documento gráfico digital tendríamos el escaneado mediante un dispositivo esencial móvil, con lo que si bien prescindimos de todo periférico y ganamos en agilidad, al documento digital obtenido le habrá afectado aunque sea de manera mínima la ausencia de las prestaciones específicas de un escáner convencional; cabría en este sentido plantearnos si en verdad mediante un dispositivo móvil hacemos propiamente un escaneo o, en cambio, debiéramos denominar a tal procedimiento de otra manera: algo así como fotescanear, ya que ni es exactamente hacer una foto pero tampoco lo vamos a considerar un escaneo al uso en cuanto a documentos gráficos; pero, más bien, no fotoescanear porque se podría confundir con el hecho de escanear una foto, aunque de todos modos, nos parece que sería suficiente con la denominación de escaneo no convencional. La tercera, y peor, de las maneras de procesado digital de un documento gráfico sería la de hacerle propiamente una foto digital al material del que se trate, sea mediante cámara fotográfica en sí, incluso si es cámara de foto y a la vez de vídeo, o bien si es la cámara de un dispositivo informático esencial móvil, dispositivo que ya de por sí acostumbra a ser capaz de hacer tanto foto como vídeo.
Habría un cuarto modo a diferenciar en cuanto a digitalizar un documento gráfico y que aplicaría en exclusiva a la fotografía analógica: digitalizar desde el negativo, que es la mejor de las opciones para obtener la versión digital de tal clase de fotos. En lo que concierne a material gráfico que proceses digitalmente en general, y en particular con la finalidad de publicarlo en la blogosfera, siempre que tal material se trate de fotos originalmente analógias y tengas el negativo, procura optar por obtener de ahí la foto digital aunque para ello precises recurrir a servicios profesionales. El escáner convencional, o sencillamente el escáner, será tu mejor elección para todos los demás casos.
Estableciendo una diferencia entre lo que es el escaneado típico y el escaneado que se obtiene con un dispositivo informático esencial móvil tenemos que habría en general un mínimo de tres maneras de obtener un documento digital de un gráfico analógico. La mejor, salvo en el caso de disponer del negativo en lo que en concreto a fotos analógicas se refiere, sería la del típico escáner, el escáner convencional o simplemente escáner, con lo cual estamos haciendo uso del ordenador convencional en tanto que dispositivo esencial al cual le añadimos el típico escáner en tanto que dispositivo informático periférico. A modo de vía intermedia para obtener un documento gráfico digital tendríamos el escaneado mediante un dispositivo esencial móvil, con lo que si bien prescindimos de todo periférico y ganamos en agilidad, al documento digital obtenido le habrá afectado aunque sea de manera mínima la ausencia de las prestaciones específicas de un escáner convencional; cabría en este sentido plantearnos si en verdad mediante un dispositivo móvil hacemos propiamente un escaneo o, en cambio, debiéramos denominar a tal procedimiento de otra manera: algo así como fotescanear, ya que ni es exactamente hacer una foto pero tampoco lo vamos a considerar un escaneo al uso en cuanto a documentos gráficos; pero, más bien, no fotoescanear porque se podría confundir con el hecho de escanear una foto, aunque de todos modos, nos parece que sería suficiente con la denominación de escaneo no convencional. La tercera, y peor, de las maneras de procesado digital de un documento gráfico sería la de hacerle propiamente una foto digital al material del que se trate, sea mediante cámara fotográfica en sí, incluso si es cámara de foto y a la vez de vídeo, o bien si es la cámara de un dispositivo informático esencial móvil, dispositivo que ya de por sí acostumbra a ser capaz de hacer tanto foto como vídeo.
Habría un cuarto modo a diferenciar en cuanto a digitalizar un documento gráfico y que aplicaría en exclusiva a la fotografía analógica: digitalizar desde el negativo, que es la mejor de las opciones para obtener la versión digital de tal clase de fotos. En lo que concierne a material gráfico que proceses digitalmente en general, y en particular con la finalidad de publicarlo en la blogosfera, siempre que tal material se trate de fotos originalmente analógias y tengas el negativo, procura optar por obtener de ahí la foto digital aunque para ello precises recurrir a servicios profesionales. El escáner convencional, o sencillamente el escáner, será tu mejor elección para todos los demás casos.
El típico escáner
Además del escáner, y de la digitalización de negativos en el caso específico de las fotos, hay más maneras de crear documentos digitales a partir de materiales analógicos que sean imagen, texto, o bien, combinaciones de ambas clases de gráficos. Una de estas otras maneras de transformar a digital es en base a la multifuncionalidad propia de los teléfonos móviles inteligentes y de las tabletas, esto es aprovechando la capacidad que tales dispositivos informáticos esenciales tienen de devenir instrumentos fáciles de emplear a tal efecto de escaneado. Pero que esta facilidad lleve a que se prescinda por completo del escáner, por así denominarlo, convencional, más bien sería un error, ya que por sus características precisamente es mejor el típico escáner, sea o no híbrido con la impresora.
En cierta manera, en especial para quien tenga tendencia a restringirse a un sentido muy superficial, o bien, muy literal en cuanto a cualquier expresión, se puede entender que foto digital de una foto analógica implica coger una cámara de fotos digital, sea propiamente cámara, o bien, sea la de un dispositivo esencial móvil, y hacerle así una foto a una foto revelada, y en verdad ésta no dejaría de ser también una vía por la que transformar en digital una fotografía analógica, aunque mediante un modo muy deficiente comparado a lo que desde nuestra perspectiva es hacer bien del todo foto digital de una foto analógica, o sea, o procesando el negativo, o en cambio, escaneando una copia revelada de la foto. De todos modos, este sentido de lo que sería hacer una foto de otra foto mediante un dispositivo fotográfico nos va bien para tener en cuenta la otra manera que, además del revelado y del típico escaneo, hay de digitalizar, o según el caso redigitalizar, un documento: el escaneo empleando un dispositivo esencial móvil. Esto viene a ser parecido a lo que haríamos al sacarle una foto digital a una foto analógica y revelada, aunque hay dos matices relevantes: por un lado, y esto es bueno, no es propiamente hacerle una foto a un documento sino que por tratarse de un escaneo, el dispositivo capta lo escaneado con una debida precisión que para ello se requiere; por otro lado, y esto no es tan bueno, es un modo de escaneo que, aunque práctico, difícilmente proporcione respecto al escáner convencional un mejor, y ni siquiera igual, resultado.
De disponer de la opción de escanear con escáner al uso y la de hacerlo mediante dispositivo informático móvil te resultará mejor optar por el escáner convencional y reservar el dispositivo móvil para emergencias en las que necesites escanear algo pero no tengas posibilidad de recurrir al escaneo corriente. Lo que marca la diferencia es que el escáner convencional, por sus características, permite un mejor tratamiento del documento a procesar y esto es debido al pleno contacto, y la total posición lisa, del documento respecto a la placa transparente de escaneo, así como también es debido a que gracias a la tapa el escáner convencional protege de la luz externa lo que escanees.
En cierta manera, en especial para quien tenga tendencia a restringirse a un sentido muy superficial, o bien, muy literal en cuanto a cualquier expresión, se puede entender que foto digital de una foto analógica implica coger una cámara de fotos digital, sea propiamente cámara, o bien, sea la de un dispositivo esencial móvil, y hacerle así una foto a una foto revelada, y en verdad ésta no dejaría de ser también una vía por la que transformar en digital una fotografía analógica, aunque mediante un modo muy deficiente comparado a lo que desde nuestra perspectiva es hacer bien del todo foto digital de una foto analógica, o sea, o procesando el negativo, o en cambio, escaneando una copia revelada de la foto. De todos modos, este sentido de lo que sería hacer una foto de otra foto mediante un dispositivo fotográfico nos va bien para tener en cuenta la otra manera que, además del revelado y del típico escaneo, hay de digitalizar, o según el caso redigitalizar, un documento: el escaneo empleando un dispositivo esencial móvil. Esto viene a ser parecido a lo que haríamos al sacarle una foto digital a una foto analógica y revelada, aunque hay dos matices relevantes: por un lado, y esto es bueno, no es propiamente hacerle una foto a un documento sino que por tratarse de un escaneo, el dispositivo capta lo escaneado con una debida precisión que para ello se requiere; por otro lado, y esto no es tan bueno, es un modo de escaneo que, aunque práctico, difícilmente proporcione respecto al escáner convencional un mejor, y ni siquiera igual, resultado.
De disponer de la opción de escanear con escáner al uso y la de hacerlo mediante dispositivo informático móvil te resultará mejor optar por el escáner convencional y reservar el dispositivo móvil para emergencias en las que necesites escanear algo pero no tengas posibilidad de recurrir al escaneo corriente. Lo que marca la diferencia es que el escáner convencional, por sus características, permite un mejor tratamiento del documento a procesar y esto es debido al pleno contacto, y la total posición lisa, del documento respecto a la placa transparente de escaneo, así como también es debido a que gracias a la tapa el escáner convencional protege de la luz externa lo que escanees.
Foto digital de una foto analógica
Uno de los usos para los que más se han pensado, y en efecto se han acabado empleando, los dispositivos informáticos esenciales móviles, y en concreto más el teléfono inteligente que la tableta, es el de la fotografía. Además de la capacidad de hacer y de almacenar una enorme cantidad de fotos, tales dispositivos tienen, con la debida conexión a Internet, la opción de trasladar cualquier foto a la nube, sea a modo privado, o bien, por ejemplo, para la publicación en un blog.
Lo rápido que a fechas actuales, mediante dispositivos esenciales móviles, se hace el proceso de fotografiar y publicar en Internet las fotos obtenidas hace que nos parezca tremendamente limitado, a la vez que muy remoto en el tiempo, lo máximo que es capaz de hacerse mediante fotografía analógica. Tal apariencia, si bien por lo menos tiene verdad en parte, no debe hacer que todo lo que conservemos, o que incluso aún hagamos, de fotografías analógicas lo demos por restringido a permanecer en tanto que imágenes propias de una época pasada, pues también hay opción de aplicar a tales fotos procesos por los que transformarlas en formato digital: en concreto hay dos vías, dependiendo del caso. De la mejor manera que obtendremos la foto digital de una foto analógica es a partir del correspondiente negativo: esta curiosa tira que forma el interior de un carrete y que, ya sacada de tal interior y tras el pertinente revelado, probablemente en muchos casos haya quedado a menudo guardada y, si no del todo, casi olvidada nos permite dotar de pleno formato digital a lo realizado con cámara analógica de fotos; para el común de los individuos y al igual que de hecho también ocurre con el revelado, hará falta no obstante recurrir a un servicio profesional. La otra opción que hay es con la propia fotografía analógica ya revelada y procediendo con ella de la misma manera que con otros gráficos: escaneando.
Del mismo modo que con los otros formatos analógicos, sean o no en base a lo hecho a mano, la fotografía ha experimentado una sustancial transformación con su paso de la tecnología analógica a la digital. En comparación a todo el tiempo que con lo analógico transcurre desde la adquisición de un carrete hasta el pleno uso de éste, con su limitado número de fotos posibles, normalmente una docena o el doble, la pura foto digital se obtiene de manera mucho más rápida, sencilla, con muy buena calidad y con facilidad de que sean reproducibles tantas copias, impresas o del correspondiente archivo de imagen, como precises.
Lo rápido que a fechas actuales, mediante dispositivos esenciales móviles, se hace el proceso de fotografiar y publicar en Internet las fotos obtenidas hace que nos parezca tremendamente limitado, a la vez que muy remoto en el tiempo, lo máximo que es capaz de hacerse mediante fotografía analógica. Tal apariencia, si bien por lo menos tiene verdad en parte, no debe hacer que todo lo que conservemos, o que incluso aún hagamos, de fotografías analógicas lo demos por restringido a permanecer en tanto que imágenes propias de una época pasada, pues también hay opción de aplicar a tales fotos procesos por los que transformarlas en formato digital: en concreto hay dos vías, dependiendo del caso. De la mejor manera que obtendremos la foto digital de una foto analógica es a partir del correspondiente negativo: esta curiosa tira que forma el interior de un carrete y que, ya sacada de tal interior y tras el pertinente revelado, probablemente en muchos casos haya quedado a menudo guardada y, si no del todo, casi olvidada nos permite dotar de pleno formato digital a lo realizado con cámara analógica de fotos; para el común de los individuos y al igual que de hecho también ocurre con el revelado, hará falta no obstante recurrir a un servicio profesional. La otra opción que hay es con la propia fotografía analógica ya revelada y procediendo con ella de la misma manera que con otros gráficos: escaneando.
Del mismo modo que con los otros formatos analógicos, sean o no en base a lo hecho a mano, la fotografía ha experimentado una sustancial transformación con su paso de la tecnología analógica a la digital. En comparación a todo el tiempo que con lo analógico transcurre desde la adquisición de un carrete hasta el pleno uso de éste, con su limitado número de fotos posibles, normalmente una docena o el doble, la pura foto digital se obtiene de manera mucho más rápida, sencilla, con muy buena calidad y con facilidad de que sean reproducibles tantas copias, impresas o del correspondiente archivo de imagen, como precises.
Digitalizar grabaciones de sonido o de vídeo
No sólo escaneando es factible generar documentos digitales a partir de los de origen analógico no hechos a mano: la función del escáner en este sentido acaba en todo lo que haya sido impreso mediante tecnología analógica. En cuanto al resto de materiales analógicos no hechos a mano, se quiera digitalizarlos o no, se trata de documentos que están en formato audio, o bien, audiovisual: esto lleva a considerar dentro de lo analógico el ámbito, en especial, de las cintas de grabación.
Aunque en el formato audio y en el audiovisual sea muy fácil distinguir si estamos ante un soporte analógico, o bien, digital nos podemos encontrar la duda de si, al digitalizar el material analógico sonoro, o audiovisual, del que se trate, estamos haciendo una digitalización propiamente o una redigitalización. Raras pueden parecer las circunstancias en las que a un material de sonido, o de vídeo, que originalmente sea digital se le transforme en analógico pero la posibilidad de hacerlo existe, así que habrá ciertas grabaciones sonoras, o bien, audiovisuales, que queramos digitalizar y que quizá nos presenten dificultad en cuanto a determinar si son analógicas originales o si, en cambio, fueron digitales en el principio. Al igual que con lo escaneado, la blogosfera es un ámbito en el que la interactividad nos puede aportar opciones de solventar tal duda, además de quizá obtener por esta misma interactividad otros datos de interés al respecto, habiendo también probabilidad de que recibamos opiniones varias en relación al mismo material en cuestión, todo ello igual que con cualquier contenido, aunque no sea ni audio ni vídeo, que en el ámbito bloguero publiquemos.
Cuando procedas a digitalizar grabaciones de sonido o de vídeo estás favoreciendo lo mismo que para lo escaneado en lo que concierne a disponer de materiales que, precisamente de no digitalizarlos, puede que no perdurasen mucho más. Son también materiales con los que, mientras sean valiosos de algún modo y respeten los términos de la propiedad intelectual, darás forma a tu presencia en Internet en general y en la blogosfera en particular, en este último caso contribuirás además a que crezca tu blogolegado.
Aunque en el formato audio y en el audiovisual sea muy fácil distinguir si estamos ante un soporte analógico, o bien, digital nos podemos encontrar la duda de si, al digitalizar el material analógico sonoro, o audiovisual, del que se trate, estamos haciendo una digitalización propiamente o una redigitalización. Raras pueden parecer las circunstancias en las que a un material de sonido, o de vídeo, que originalmente sea digital se le transforme en analógico pero la posibilidad de hacerlo existe, así que habrá ciertas grabaciones sonoras, o bien, audiovisuales, que queramos digitalizar y que quizá nos presenten dificultad en cuanto a determinar si son analógicas originales o si, en cambio, fueron digitales en el principio. Al igual que con lo escaneado, la blogosfera es un ámbito en el que la interactividad nos puede aportar opciones de solventar tal duda, además de quizá obtener por esta misma interactividad otros datos de interés al respecto, habiendo también probabilidad de que recibamos opiniones varias en relación al mismo material en cuestión, todo ello igual que con cualquier contenido, aunque no sea ni audio ni vídeo, que en el ámbito bloguero publiquemos.
Cuando procedas a digitalizar grabaciones de sonido o de vídeo estás favoreciendo lo mismo que para lo escaneado en lo que concierne a disponer de materiales que, precisamente de no digitalizarlos, puede que no perdurasen mucho más. Son también materiales con los que, mientras sean valiosos de algún modo y respeten los términos de la propiedad intelectual, darás forma a tu presencia en Internet en general y en la blogosfera en particular, en este último caso contribuirás además a que crezca tu blogolegado.
Todo lo escaneado
Cualquier material que se escanee puede, en definitiva, clasificarse en función de si su origen es analógico, o bien, digital. Si se escanea algo que es puramente analógico el resultado del escaneo será propiamente un gráfico de escáner, mientras que si se trata de un impreso que fue elaborado mediante un dispositivo digital debe considerarse el resultado del escaneo un gráfico redigitalizado. No debe sorprender que lo redigitalizado no guarde el cien por cien de la calidad del archivo digital original pero, ante la no disposición de tal archivo original, mejor será la redigitalización que no conservar en formato digital el material del que se trate.
A lo escaneado de origen analógico pero directamente hecho a mano es a lo que, por sentido común, nos estamos refiriendo en concreto al determinar que debemos convencernos de declarar sí a los gráficos de lápiz digital y no a los de escáner, ni a los de ratón de ordenador, pues en lo referente a los materiales escaneados de origen analógico pero no hechos a mano no cabe ninguna comparación con el lápiz inteligente. En algunos casos, de no contar con la certeza del origen que tuvo según qué documento, nos resultará complicado determinar si tal documento fue obtenido mediante un dispositivo analógico, o bien, digital, por lo que resultará asimismo complicado tener la certeza de si al escanearlo estamos haciendo, respectivamente, un gráfico de escáner, o bien, un gráfico redigitalizado. Sin embargo, precisamente en la resolución de tal duda hay considerables posibilidades de que nos vaya a servir que, al escanear el material en cuestión, tal material lo pongamos accesible de manera abierta en la blogosfera, con lo cual, mediante la interactividad que se genere con el público, quizá alguien nos aporte el dato referente al origen: para ello, en cuantas más redes sociales divulguemos un material de semejantes características, además de ser adecuado también que lo publiquemos en por lo menos un blog de macroblogosfera, más opciones tendremos de que gente nos aporte datos no sólo en pro de esclarecer la duda del origen analógico o digital sino en pro de recibir respecto al material otras eventuales informaciones de interés.
El escáner te permite en cuanto a mucho de lo que puedas tener en soporte analógico, confeccionar un auténtico almacén digital de materiales de los cuales la total conservación, de lo contrario, con toda probabilidad peligraría. Se trate de digitalización, o bien, de redigitalización, es una gran ventaja que cultives con todo lo escaneado tu presencia en la blogosfera, siempre que lo escaneado sea valioso en algún sentido y en su difusión no afectes a temas de propiedad intelectual. Por extensión, lo que escanees y en concreto compartas en la blogosfera, es algo de lo que será posible que tu blogolegado se nutra.
A lo escaneado de origen analógico pero directamente hecho a mano es a lo que, por sentido común, nos estamos refiriendo en concreto al determinar que debemos convencernos de declarar sí a los gráficos de lápiz digital y no a los de escáner, ni a los de ratón de ordenador, pues en lo referente a los materiales escaneados de origen analógico pero no hechos a mano no cabe ninguna comparación con el lápiz inteligente. En algunos casos, de no contar con la certeza del origen que tuvo según qué documento, nos resultará complicado determinar si tal documento fue obtenido mediante un dispositivo analógico, o bien, digital, por lo que resultará asimismo complicado tener la certeza de si al escanearlo estamos haciendo, respectivamente, un gráfico de escáner, o bien, un gráfico redigitalizado. Sin embargo, precisamente en la resolución de tal duda hay considerables posibilidades de que nos vaya a servir que, al escanear el material en cuestión, tal material lo pongamos accesible de manera abierta en la blogosfera, con lo cual, mediante la interactividad que se genere con el público, quizá alguien nos aporte el dato referente al origen: para ello, en cuantas más redes sociales divulguemos un material de semejantes características, además de ser adecuado también que lo publiquemos en por lo menos un blog de macroblogosfera, más opciones tendremos de que gente nos aporte datos no sólo en pro de esclarecer la duda del origen analógico o digital sino en pro de recibir respecto al material otras eventuales informaciones de interés.
El escáner te permite en cuanto a mucho de lo que puedas tener en soporte analógico, confeccionar un auténtico almacén digital de materiales de los cuales la total conservación, de lo contrario, con toda probabilidad peligraría. Se trate de digitalización, o bien, de redigitalización, es una gran ventaja que cultives con todo lo escaneado tu presencia en la blogosfera, siempre que lo escaneado sea valioso en algún sentido y en su difusión no afectes a temas de propiedad intelectual. Por extensión, lo que escanees y en concreto compartas en la blogosfera, es algo de lo que será posible que tu blogolegado se nutra.
Los gráficos de escáner
Por el escáner pueden pasar gráficos que hayan sido, o no, previamente del todo digitales. Al hacer referencia a los gráficos de escáner cabe referirse más bien, y en favor de una mayor claridad, a los que, al escanearse, no hayan sido procesados mediante técnica digital previa alguna: es en este sentido que desde aquí se hace, en concreto, referencia a preferir gráficos de lápiz digital en comparación a los de escáner, así como a los de ratón de ordenador. Cabe remarcar que todo lo referido al escáner y a la impresora vale tanto si éstos son dispositivos por separado o si ambos constituyen un híbrido.
Son, en función del origen de los gráficos a escanear, dos las razones por las que el escáner nos da un pertinente servicio. Teniendo en cuenta que, al escanearlo, un gráfico puede tener, o no, un origen digital, cada uno de estos orígenes se correspondería con una de las referidas razones: en caso de un origen digital, estaríamos ante gráficos impresos mediante impresora, o mediante otro dispositivo digital de impresión, y respecto a los cuales tenemos necesidad de procesarlos de algún modo digitalmente al no disponer de sus correspondientes archivos digitales originales y obtendríamos entonces, no gráficos propiamente de escáner sino gráficos redigitalizados, pues al haberse impreso mediante impresora, o similar, han pasado ya al menos por una primera etapa digital; en cambio, ante cualquier gráfico que no se escanee a partir de una hoja impresa de impresora, ni de dispositivo similar, estaríamos propiamente ante un gráfico de escáner, y por lo común se tratará de gráficos elaborados de entrada, y partiendo de lo hecho a mano, a base de lápiz, boli, rotulador, etcétera, tradicionales. Pero además, en caso de que conservemos documentos que en su día fueron impresos directamente por algún medio no digital, al escanear tales documentos estaremos también haciendo gráficos propiamente de escáner, y estaremos contribuyendo a que también se conserven, y sean de fácil difusión, en la blogosfera y otros ámbitos de lo digital materiales que de lo contrario, por su condición analógica, quizá quedarían en el olvido y hasta se perderían por completo. Cabe así pues no sólo considerar gráficos de escáner a lo escaneado desde lo hecho a mano sino también a lo escaneado siendo impreso pero no desde impresora, o similar, en cuyo caso sería redigitalización, sino a partir de tecnología analógica. No obstante, está claro que a medida que incluso lo impreso no digital se vaya convirtiendo en gráficos de escáner, o bien, lamentablemente se pierda, se acrecienta también la tendencia a prescindir del procedimiento por el que obtenemos los gráficos de escáner: tendencia que el lápiz inteligente además, respecto a lo hecho a mano, acelera.
Entre redigitalización vía escáner y los gráficos propiamente de escáner, la segunda opción parece que tenga más tendencia a quedar de por sí en desuso, debido a las mayores ventajas que aporta el lápiz digital. El desuso de la primera será de cariz más particular respecto a todo usuario y dependerá de la capacidad que tengas de conservar los archivos originales digitales de aquello hecho con ratón de ordenador o con lápiz digital, siempre que dispongas de por lo menos una copia impresa mediante impresora, o mediante dispositivo similar, y redigitalizar así el gráfico que sea, de ser necesario: lo ideal en cuanto a la redigitalización sería por tanto que tengas la suficiente capacidad de orden como para que a tal opción de escaneo no tengas que recurrir.
Son, en función del origen de los gráficos a escanear, dos las razones por las que el escáner nos da un pertinente servicio. Teniendo en cuenta que, al escanearlo, un gráfico puede tener, o no, un origen digital, cada uno de estos orígenes se correspondería con una de las referidas razones: en caso de un origen digital, estaríamos ante gráficos impresos mediante impresora, o mediante otro dispositivo digital de impresión, y respecto a los cuales tenemos necesidad de procesarlos de algún modo digitalmente al no disponer de sus correspondientes archivos digitales originales y obtendríamos entonces, no gráficos propiamente de escáner sino gráficos redigitalizados, pues al haberse impreso mediante impresora, o similar, han pasado ya al menos por una primera etapa digital; en cambio, ante cualquier gráfico que no se escanee a partir de una hoja impresa de impresora, ni de dispositivo similar, estaríamos propiamente ante un gráfico de escáner, y por lo común se tratará de gráficos elaborados de entrada, y partiendo de lo hecho a mano, a base de lápiz, boli, rotulador, etcétera, tradicionales. Pero además, en caso de que conservemos documentos que en su día fueron impresos directamente por algún medio no digital, al escanear tales documentos estaremos también haciendo gráficos propiamente de escáner, y estaremos contribuyendo a que también se conserven, y sean de fácil difusión, en la blogosfera y otros ámbitos de lo digital materiales que de lo contrario, por su condición analógica, quizá quedarían en el olvido y hasta se perderían por completo. Cabe así pues no sólo considerar gráficos de escáner a lo escaneado desde lo hecho a mano sino también a lo escaneado siendo impreso pero no desde impresora, o similar, en cuyo caso sería redigitalización, sino a partir de tecnología analógica. No obstante, está claro que a medida que incluso lo impreso no digital se vaya convirtiendo en gráficos de escáner, o bien, lamentablemente se pierda, se acrecienta también la tendencia a prescindir del procedimiento por el que obtenemos los gráficos de escáner: tendencia que el lápiz inteligente además, respecto a lo hecho a mano, acelera.
Entre redigitalización vía escáner y los gráficos propiamente de escáner, la segunda opción parece que tenga más tendencia a quedar de por sí en desuso, debido a las mayores ventajas que aporta el lápiz digital. El desuso de la primera será de cariz más particular respecto a todo usuario y dependerá de la capacidad que tengas de conservar los archivos originales digitales de aquello hecho con ratón de ordenador o con lápiz digital, siempre que dispongas de por lo menos una copia impresa mediante impresora, o mediante dispositivo similar, y redigitalizar así el gráfico que sea, de ser necesario: lo ideal en cuanto a la redigitalización sería por tanto que tengas la suficiente capacidad de orden como para que a tal opción de escaneo no tengas que recurrir.
Buenos gráficos mediante ratón de ordenador
Ante la situación de que la imperfección de trazo que con el ratón de ordenador por lo común se obtiene no implique que con paciencia y mucha habilidad se logre incluso hacer dibujos maravillosos y, al mismo tiempo, ante el hecho de que es sin embargo con paciencia y mucha habilidad el modo por el que hay opciones de lograr con el ratón hacer gráficos que hasta resulten maravillas, hace falta averiguar qué marca la diferencia entre hacer y no hacer buenos trazos con el ratón cuando se pone paciencia y se tiene mucha habilidad. Son distinguibles dos factores determinantes para hacer buenos gráficos mediante ratón de ordenador: uno respecto al usuario y el otro respecto a los pertinentes programas informáticos.
Si queremos hacer buenos, o hasta maravillosos, gráficos con el ratón de ordenador, además de la paciencia que hayamos acumulado y la mucha habilidad que respecto al programa pertinente que sea tengamos, lo que a nuestro parecer va a proporcionarnos la capacidad definitiva de manejar el ratón de ordenador en pro de obtener maravillas de gráficos es la práctica previa con otras herramientas gráficas, sean físicas sean digitales y a poder ser en ambos tipos. Cuando el ordenador convencional, con su correspondiente ratón y pantalla no táctil, era el único modo de realizar directamente gráficos digitales, puede que hasta tuviera mucho sentido preocuparse por la práctica con las herramientas físicas para luego intentar conseguir gráficos directamente digitales mediante el ratón y una pertinente aplicación informática, pero desde el momento en que disponemos del escáner, o bien, de su híbrido con la impresora, resulta preferible hacer gráficos en formato físico y digitalizarlos mediante escaneo, en vez de molestarnos en lo farragoso que puede llegar a ser hacer gráficos directamente con ratón de ordenador incluso teniendo mucha práctica previa en la técnica en formato puramente físico. Y ya con el lápiz digital es preferible este utensilio antes que el ratón y que el escáner. No obstante, hasta los más sencillos programas informáticos de gráficos, con el tiempo han progresado de tal manera que han dejado de limitarse a ofrecernos la única opción, por muy divertida y entrañable que en su momento fuese, de obtener gráficos sólo con el ratón y que se noten pixelados: la variedad de pinceles, y otras utilidades, en los propios programas informáticos quizá hagan factible que cierta gente con verdadero talento y usando el ratón ni siquiera tenga necesidad, por lo menos en alto grado, de un utensilio como el lápiz digital.
Por mucho que hayas llegado, o bien, que seas capaz de llegar a manejar el ratón de ordenador en todo lo relacionado a gráficos y por mucho que hasta los programas más básicos estén a fechas actuales considerablemente avanzados, te resultará mejor pasarte al lápiz digital. Los dispositivos esenciales de pantalla táctil te resultarán de manera clara más ventajosos en la realización de cualquier ilustración, por lo menos en cuestión de agilidad, a la vez que respetando, o incluso mejorando, la precisión propia de unos buenos gráficos digitales. Además, en lo referente a lo manuscrito es donde el lápiz inteligente marca de modo definitivo la diferencia respecto al uso del ratón de ordenador para lo digital en base al estilo de lo hecho a mano: ahí, incluso para el más hábil en el uso del ratón, el lápiz digital representa un utensilio mucho más manejable, ágil y preciso.
Si queremos hacer buenos, o hasta maravillosos, gráficos con el ratón de ordenador, además de la paciencia que hayamos acumulado y la mucha habilidad que respecto al programa pertinente que sea tengamos, lo que a nuestro parecer va a proporcionarnos la capacidad definitiva de manejar el ratón de ordenador en pro de obtener maravillas de gráficos es la práctica previa con otras herramientas gráficas, sean físicas sean digitales y a poder ser en ambos tipos. Cuando el ordenador convencional, con su correspondiente ratón y pantalla no táctil, era el único modo de realizar directamente gráficos digitales, puede que hasta tuviera mucho sentido preocuparse por la práctica con las herramientas físicas para luego intentar conseguir gráficos directamente digitales mediante el ratón y una pertinente aplicación informática, pero desde el momento en que disponemos del escáner, o bien, de su híbrido con la impresora, resulta preferible hacer gráficos en formato físico y digitalizarlos mediante escaneo, en vez de molestarnos en lo farragoso que puede llegar a ser hacer gráficos directamente con ratón de ordenador incluso teniendo mucha práctica previa en la técnica en formato puramente físico. Y ya con el lápiz digital es preferible este utensilio antes que el ratón y que el escáner. No obstante, hasta los más sencillos programas informáticos de gráficos, con el tiempo han progresado de tal manera que han dejado de limitarse a ofrecernos la única opción, por muy divertida y entrañable que en su momento fuese, de obtener gráficos sólo con el ratón y que se noten pixelados: la variedad de pinceles, y otras utilidades, en los propios programas informáticos quizá hagan factible que cierta gente con verdadero talento y usando el ratón ni siquiera tenga necesidad, por lo menos en alto grado, de un utensilio como el lápiz digital.
Por mucho que hayas llegado, o bien, que seas capaz de llegar a manejar el ratón de ordenador en todo lo relacionado a gráficos y por mucho que hasta los programas más básicos estén a fechas actuales considerablemente avanzados, te resultará mejor pasarte al lápiz digital. Los dispositivos esenciales de pantalla táctil te resultarán de manera clara más ventajosos en la realización de cualquier ilustración, por lo menos en cuestión de agilidad, a la vez que respetando, o incluso mejorando, la precisión propia de unos buenos gráficos digitales. Además, en lo referente a lo manuscrito es donde el lápiz inteligente marca de modo definitivo la diferencia respecto al uso del ratón de ordenador para lo digital en base al estilo de lo hecho a mano: ahí, incluso para el más hábil en el uso del ratón, el lápiz digital representa un utensilio mucho más manejable, ágil y preciso.
Sí a los gráficos de lápiz digital, no a los de ratón ni escáner
Pese a que la imperfección habitual, y propia, del delineado mediante ratón de ordenador no implica que incluso a base de paciencia y mucha habilidad se consiga con tal utensilio hacer dibujos maravillosos, es precisamente con paciencia y mucha habilidad con lo que hay opciones de conseguir realizar con el ratón informático ilustraciones puramente digitales que por lo menos sean mínimamente de buen trazo o que incluso sean maravillosas. No obstante, con el lápiz digital se va perdiendo por completo el sentido de considerar el ratón en tanto que instrumento para dibujo, y mucho menos para escritura a mano o, en realidad, intento de escritura a mano: más aún cuando incluso ya se cuenta también con el complemento del cuaderno inteligente.
Bien en la misma pantalla del dispositivo esencial debidamente habilitado, bien mediante el complemento de un cuaderno inteligente, cuyas páginas pueden hasta ser reutilizables, el lápiz digital no sólo nos permite ahorrar papel, prescindiendo del escáner, sino que nos permite prescindir del todo de la idea de pasar por el ratón de ordenador en pro de hacer imágenes, en este caso directamente digitales. Para nuestra actividad informática general, y en particular en lo que ofrezcamos en la blogosfera, esto facilita enormemente la elaboración, y la publicación, a una mayor rapidez, a la vez que con precisión y eficacia, en cuanto a contenidos gráficos directamente digitales pero en base a la técnica del hecho a mano, sean ilustraciones sean manuscritos. El ratón de ordenador va a poder reservarse para el manejo específico del cursor en lo referente a las típicas acciones de movimiento, y selección, en los entornos de los programas informáticos y de las ubicaciones de Internet, sin perjuicio de usarlo más puntualmente en cuestiones de gráficos: no hace falta respecto a este clásico utensilio amontonar paciencia y disponer de mucha habilidad en pro de manejarlo de tal manera que nos permita hacer muy buenas ilustraciones, lo cual por mucho que llegáramos a conseguirlo estaríamos siempre en desventaja no sólo respecto al lápiz y al cuaderno digitales sino respecto al lápiz, o también al boli, al rotulador, etcétera, tradicional y al cuaderno, u otros soportes físicos, también tradicionales.
La rapidez con la que el lápiz digital te permite delinear, colorear y borrar ilustraciones, y textos, directamente digitales que además resultan de trazo preciso hace que tal instrumento, acompañado en su caso de cuaderno inteligente, te convenga aprender a utilizarlo de modo muy especial si realizas algún blog de tipo personal, y en concreto si es un blog puramente de ilustraciones: te conviene en este sentido que te convenzas de declarar sí a los gráficos de lápiz digital, no a los de ratón ni escáner. De hecho, en comparación al uso directo del ratón de ordenador y al uso del escáner, la referida rapidez acompañada del mencionado trazo preciso da mejor respuesta a la habitual celeridad que marca el uso común de los dispositivos móviles esenciales con los que a nivel general el público está ya familiarizado.
Bien en la misma pantalla del dispositivo esencial debidamente habilitado, bien mediante el complemento de un cuaderno inteligente, cuyas páginas pueden hasta ser reutilizables, el lápiz digital no sólo nos permite ahorrar papel, prescindiendo del escáner, sino que nos permite prescindir del todo de la idea de pasar por el ratón de ordenador en pro de hacer imágenes, en este caso directamente digitales. Para nuestra actividad informática general, y en particular en lo que ofrezcamos en la blogosfera, esto facilita enormemente la elaboración, y la publicación, a una mayor rapidez, a la vez que con precisión y eficacia, en cuanto a contenidos gráficos directamente digitales pero en base a la técnica del hecho a mano, sean ilustraciones sean manuscritos. El ratón de ordenador va a poder reservarse para el manejo específico del cursor en lo referente a las típicas acciones de movimiento, y selección, en los entornos de los programas informáticos y de las ubicaciones de Internet, sin perjuicio de usarlo más puntualmente en cuestiones de gráficos: no hace falta respecto a este clásico utensilio amontonar paciencia y disponer de mucha habilidad en pro de manejarlo de tal manera que nos permita hacer muy buenas ilustraciones, lo cual por mucho que llegáramos a conseguirlo estaríamos siempre en desventaja no sólo respecto al lápiz y al cuaderno digitales sino respecto al lápiz, o también al boli, al rotulador, etcétera, tradicional y al cuaderno, u otros soportes físicos, también tradicionales.
La rapidez con la que el lápiz digital te permite delinear, colorear y borrar ilustraciones, y textos, directamente digitales que además resultan de trazo preciso hace que tal instrumento, acompañado en su caso de cuaderno inteligente, te convenga aprender a utilizarlo de modo muy especial si realizas algún blog de tipo personal, y en concreto si es un blog puramente de ilustraciones: te conviene en este sentido que te convenzas de declarar sí a los gráficos de lápiz digital, no a los de ratón ni escáner. De hecho, en comparación al uso directo del ratón de ordenador y al uso del escáner, la referida rapidez acompañada del mencionado trazo preciso da mejor respuesta a la habitual celeridad que marca el uso común de los dispositivos móviles esenciales con los que a nivel general el público está ya familiarizado.
Un trazo bien hecho
La generalización del uso del primer ordenador convencional, el de sobremesa, y la de la capacidad de dibujar con él, iban acompañadas del carácter divertido, y entrañable, de todo aquello que se notase pixelado, en particular los videojuegos. Con el paso del tiempo ha quedado claro que si algún dispositivo informático esencial aspira a ser una herramienta de alta calidad para colorear pero en especial también para delinear consiguiendo siempre un trazo bien hecho precisa que se le dote de algo como el lápiz inteligente.
Que al dibujar haciendo uso del ratón del ordenador poco se logre hacer bien cualquier trazo que se desee no implica que a base de paciencia y mucha habilidad seamos capaces de hacer con tal utensilio auténticas maravillas de dibujos, pero en cualquier caso rara será la ocasión en la que por esta vía obtengamos mejores resultados, y de manera más rápida, que delineando con lápiz o con boli tradicionales sobre papel. Haciendo uso del lápiz inteligente obtenemos siempre un buen trazo que nos permite que la manera de que realicemos buenas imágenes digitales no sea únicamente la de escanear; así pues, el escáner es factible a partir de ahí reservarlo por completo a la digitalización que precisemos de otras piezas, sean dibujos sean escritos o una combinación, pero no de las que hagamos nosotros mismos. Resulta una apropiada ocasión para recalcar que si la denominación de boli digital puede tener algún sentido, a nuestro parecer, es desde la perspectiva no de quien realiza la pieza sino desde la de quien la aprecia sin tener opción de borrarla, pues entonces sí hay una semejanza con el bolígrafo ya que algo que esté hecho con lápiz físico genérico se caracteriza por ser borrable en todo momento por quien haya hecho ese algo o por cualquier otro, de no ser que a ese mismo algo se le proteja, por ejemplo, con alguna especie de lámina de material transparente.
Hasta para escribir a mano el lápiz digital proporciona una alta precisión que en cambio el ratón del ordenador ni de lejos alcanza: si ya con el ratón es difícil hacer una buena ilustración mediante un programa informático pertinente cualquiera, intentar escribir como si se hiciese a mano resulta muy imperfecto. Seguimos recomendándote además la denominación de lápiz digital, o bien, inteligente, precisamente por la denominación de lápiz también empleada en cualquier programa informático de dibujo: ninguno, que desde aquí sepamos, denomina boli a ninguna de sus herramientas.
Que al dibujar haciendo uso del ratón del ordenador poco se logre hacer bien cualquier trazo que se desee no implica que a base de paciencia y mucha habilidad seamos capaces de hacer con tal utensilio auténticas maravillas de dibujos, pero en cualquier caso rara será la ocasión en la que por esta vía obtengamos mejores resultados, y de manera más rápida, que delineando con lápiz o con boli tradicionales sobre papel. Haciendo uso del lápiz inteligente obtenemos siempre un buen trazo que nos permite que la manera de que realicemos buenas imágenes digitales no sea únicamente la de escanear; así pues, el escáner es factible a partir de ahí reservarlo por completo a la digitalización que precisemos de otras piezas, sean dibujos sean escritos o una combinación, pero no de las que hagamos nosotros mismos. Resulta una apropiada ocasión para recalcar que si la denominación de boli digital puede tener algún sentido, a nuestro parecer, es desde la perspectiva no de quien realiza la pieza sino desde la de quien la aprecia sin tener opción de borrarla, pues entonces sí hay una semejanza con el bolígrafo ya que algo que esté hecho con lápiz físico genérico se caracteriza por ser borrable en todo momento por quien haya hecho ese algo o por cualquier otro, de no ser que a ese mismo algo se le proteja, por ejemplo, con alguna especie de lámina de material transparente.
Hasta para escribir a mano el lápiz digital proporciona una alta precisión que en cambio el ratón del ordenador ni de lejos alcanza: si ya con el ratón es difícil hacer una buena ilustración mediante un programa informático pertinente cualquiera, intentar escribir como si se hiciese a mano resulta muy imperfecto. Seguimos recomendándote además la denominación de lápiz digital, o bien, inteligente, precisamente por la denominación de lápiz también empleada en cualquier programa informático de dibujo: ninguno, que desde aquí sepamos, denomina boli a ninguna de sus herramientas.
Delinear, colorear y borrar
Quien mediante un programa informático pertinente haya intentado dibujar haciendo uso del ratón del ordenador se habrá dado cuenta de lo poco que así se logra hacer bien cualquier trazo que se desee. El lápiz digital, de aún incipiente generalización, es una herramienta que permite con precisión delinear, colorear y borrar, sacando así el máximo provecho de las aplicaciones de escritura y de dibujo y yendo mucho más allá por tanto del trazo imperfecto del ratón y más allá de las habituales formas prediseñadas que hay en prácticamente cualquier programa básico.
Aunque también se emplee la expresión de boli digital, o boli inteligente, tal denominación nos parece que en verdad es bastante menos apropiada que la de lápiz digital, o también inteligente, ya que tal instrumento siempre tiene, o debiera tener, en tanto que ventaja el permitir que borremos lo que hayamos trazado, o coloreado, y esto es lo que ya en el puro formato físico es propio de un lápiz, mientras que un bolígrafo de tinta se caracteriza, a causa de la propia tinta, por no proporcionar opción de borrar lo ya trazado, o bien, coloreado. Lo que hace que en un dispositivo informático, al emplear el lápiz digital, algo se convierta en no directamente modificable es la conversión a archivo de ese algo que hayamos elaborado, sin perjuicio de que si queremos volver a modificar tal archivo lo abramos y tengamos opción de que el lápiz digital nos dé de nuevo opción de trazar y colorear, siendo en todo momento borrable lo que hagamos. El bolígrafo como tal, en tanto que un utensilio con el que delinear, y colorear, pero sin que sea borrable lo que así se haga, con toda probabilidad quede relegado en exclusiva a su tradicional forma no digital: el lápiz, debidamente reinventado mediante tecnología digital, sí tiene una función con más perspectiva de éxito en tiempos próximos.
En tu vertiente de realizador de contenidos que estén destinados a algún blog, en particular si se trata de contenidos en formato de imagen, el lápiz digital va a resultarte un utensilio muy conveniente de manejar, por lo menos en lo que concierne a tener cierta práctica por si, aun no necesitándolo por el momento, te resultase apropiado más adelante. Se trata de un instrumento que está vinculado del todo, o casi, en exclusiva, por ahora, a dispositivos esenciales móviles, por lo menos en lo que se refiere al público general.
Aunque también se emplee la expresión de boli digital, o boli inteligente, tal denominación nos parece que en verdad es bastante menos apropiada que la de lápiz digital, o también inteligente, ya que tal instrumento siempre tiene, o debiera tener, en tanto que ventaja el permitir que borremos lo que hayamos trazado, o coloreado, y esto es lo que ya en el puro formato físico es propio de un lápiz, mientras que un bolígrafo de tinta se caracteriza, a causa de la propia tinta, por no proporcionar opción de borrar lo ya trazado, o bien, coloreado. Lo que hace que en un dispositivo informático, al emplear el lápiz digital, algo se convierta en no directamente modificable es la conversión a archivo de ese algo que hayamos elaborado, sin perjuicio de que si queremos volver a modificar tal archivo lo abramos y tengamos opción de que el lápiz digital nos dé de nuevo opción de trazar y colorear, siendo en todo momento borrable lo que hagamos. El bolígrafo como tal, en tanto que un utensilio con el que delinear, y colorear, pero sin que sea borrable lo que así se haga, con toda probabilidad quede relegado en exclusiva a su tradicional forma no digital: el lápiz, debidamente reinventado mediante tecnología digital, sí tiene una función con más perspectiva de éxito en tiempos próximos.
En tu vertiente de realizador de contenidos que estén destinados a algún blog, en particular si se trata de contenidos en formato de imagen, el lápiz digital va a resultarte un utensilio muy conveniente de manejar, por lo menos en lo que concierne a tener cierta práctica por si, aun no necesitándolo por el momento, te resultase apropiado más adelante. Se trata de un instrumento que está vinculado del todo, o casi, en exclusiva, por ahora, a dispositivos esenciales móviles, por lo menos en lo que se refiere al público general.
El fantástico mundo de los emoticonos
Desde que se ha popularizado la escritura rápida mediante dispositivos móviles no sólo se han producido tendencias a abreviar sino también a añadir. Los emoticonos, si bien pudieran haberse generalizado antes, no han pasado a ser de uso muy frecuente hasta que la mensajería móvil penetró en el gran público. En la blogosfera no han dejado de ser también recursos habituales que amenizan lo que se publique.
Siendo el de este mismo blog un logo basado en emoticonos no podíamos dejar de abordar estos elementos que, hasta que la mecanografía informal no se hizo de uso común, no tuvieron, por lo menos a gran escala, un uso relevante. Desde la simple combinación de los dos puntos y el paréntesis, cerrado o abierto según pretendamos indicar respectivamente alegría o tristeza, hasta las más variadas uniones de caracteres que expresen de lo más diverso que se nos pueda ocurrir, el fantástico mundo de los emoticonos ha pasado a formar parte de la inercia con la que nos comunicamos mediante dispositivos no sólo móviles, sino hasta escribiendo un correo electrónico desde un ordenador convencional de sobremesa. A diferencia de los 'emojis', que podríamos considerar por lo menos en el ámbito de los dispositivos informáticos los derivados de los emoticonos, hacer un emoticono no precisa más que los caracteres alfanuméricos y los símbolos, pero resulta habitual que los dispositivos actuales dispongan de conversiones automáticas de emoticono a 'emoji'. Nos parece buena ocasión para poner de manifiesto que, según nuestro parecer y ya que en particular en redes sociales este mismo proyecto bloguero hace uso de 'emojis', hacen falta más 'emojis': ante una perspectiva de que la comunicación telemática vaya creciendo en todos los ámbitos y de que cada vez más gente precise comunicarse con este tipo de elementos ya tan comunes, habría que poner aún más ‘emojis’ de los que en la actualidad existen.
Cuando te plantees en qué medida conviene usar emoticonos, y 'emojis', puedes tomar una guía similar a la que sería aplicable a las abreviaturas típicas de los mensajes de móvil. En este sentido, aunque en los mensajes cortos, y convenientemente informales, tanto emoticonos como 'emojis' son de uso muy recomendable y muy ameno, cuando hagas textos más elaborados, aun usando un estilo expresivo informal, mejor deja a un lado el empleo, por lo menos abundante, de tales elementos o en vez de aportar expresividad contribuirás a restar profundidad de contenido.
Siendo el de este mismo blog un logo basado en emoticonos no podíamos dejar de abordar estos elementos que, hasta que la mecanografía informal no se hizo de uso común, no tuvieron, por lo menos a gran escala, un uso relevante. Desde la simple combinación de los dos puntos y el paréntesis, cerrado o abierto según pretendamos indicar respectivamente alegría o tristeza, hasta las más variadas uniones de caracteres que expresen de lo más diverso que se nos pueda ocurrir, el fantástico mundo de los emoticonos ha pasado a formar parte de la inercia con la que nos comunicamos mediante dispositivos no sólo móviles, sino hasta escribiendo un correo electrónico desde un ordenador convencional de sobremesa. A diferencia de los 'emojis', que podríamos considerar por lo menos en el ámbito de los dispositivos informáticos los derivados de los emoticonos, hacer un emoticono no precisa más que los caracteres alfanuméricos y los símbolos, pero resulta habitual que los dispositivos actuales dispongan de conversiones automáticas de emoticono a 'emoji'. Nos parece buena ocasión para poner de manifiesto que, según nuestro parecer y ya que en particular en redes sociales este mismo proyecto bloguero hace uso de 'emojis', hacen falta más 'emojis': ante una perspectiva de que la comunicación telemática vaya creciendo en todos los ámbitos y de que cada vez más gente precise comunicarse con este tipo de elementos ya tan comunes, habría que poner aún más ‘emojis’ de los que en la actualidad existen.
Cuando te plantees en qué medida conviene usar emoticonos, y 'emojis', puedes tomar una guía similar a la que sería aplicable a las abreviaturas típicas de los mensajes de móvil. En este sentido, aunque en los mensajes cortos, y convenientemente informales, tanto emoticonos como 'emojis' son de uso muy recomendable y muy ameno, cuando hagas textos más elaborados, aun usando un estilo expresivo informal, mejor deja a un lado el empleo, por lo menos abundante, de tales elementos o en vez de aportar expresividad contribuirás a restar profundidad de contenido.
Mecanografiar en plan informal
Es una gran ventaja la capacidad, y la costumbre, de mensajearse con la rapidez que permiten en particular los dispositivos móviles; y en esta clase de comunicación va muy bien abreviar el texto de las variadas maneras que puedan darse. Lo importante está en tener claro hasta dónde extrapolar tal costumbre de mecanografiar en plan informal, y esto requiere que la informalidad en sí misma no se tome en tanto que lo que por fuerza es siempre, o casi siempre, lo adecuado.
La generalización de la escritura rápida mediante el teclado de dispositivos informáticos, al conllevar la adopción de la costumbre de abreviar las palabras y el hecho de asociar tal costumbre en particular, y tal tipo de escritura en general, a la informalidad quizá lleve a no poca gente a tener la convicción, incorrecta desde nuestra perspectiva, de que lo informal es lo que va a acabar, o ya ha acabado, primando en todos los ámbitos de la sociedad, y muy en especial en todo lo que tenga una vertiente informática, o sea, en prácticamente todo. En lo que en concreto concierne a la blogosfera, la mecanografía informal puede ser de hecho una costumbre muy pertinente en muchos de los mensajes que publiquemos particularmente en redes sociales pero, incluso comunicándonos así en estos canales, no está de más tener una buena habilidad en mecanografía formal, en especial si tenemos la sana ambición de aportar, aunque sea de vez en cuando, mensajes en texto más elaborado: tal ambición es la que, según nos parece, permite sacar en verdad el mayor partido a todas las potencialidades del ámbito bloguero, por lo menos en lo que concierne a publicar texto. Con la mecanografía formal tenemos mayor capacidad de hacer con agilidad textos elaborados y que, por su extensión así como por su habitual complejidad de contenido, escribirlos y leerlos en las formas en las que se acostumbran a abreviar las palabras en mensajes de móvil resultaría farragoso en gran medida.
Al realizar textos elaborados, y en los que por tanto conviene dejar a un lado las típicas abreviaciones de los mensajes cortos de los dispositivos móviles, no tienes por qué dejar a un lado lo que en sí mismo es el estilo informal. Que mecanografiar en plan informal se haya popularizado tanto no implica que expresarse en plan informal mediante texto se tenga que hacer por esa vía, incluso cuando te comuniques por medios telemáticos: puedes mecanografiar de modo formal pero escribiendo textos que, siendo del todo correctos ortográficamente, estén elaborados en un estilo informal de expresión.
La generalización de la escritura rápida mediante el teclado de dispositivos informáticos, al conllevar la adopción de la costumbre de abreviar las palabras y el hecho de asociar tal costumbre en particular, y tal tipo de escritura en general, a la informalidad quizá lleve a no poca gente a tener la convicción, incorrecta desde nuestra perspectiva, de que lo informal es lo que va a acabar, o ya ha acabado, primando en todos los ámbitos de la sociedad, y muy en especial en todo lo que tenga una vertiente informática, o sea, en prácticamente todo. En lo que en concreto concierne a la blogosfera, la mecanografía informal puede ser de hecho una costumbre muy pertinente en muchos de los mensajes que publiquemos particularmente en redes sociales pero, incluso comunicándonos así en estos canales, no está de más tener una buena habilidad en mecanografía formal, en especial si tenemos la sana ambición de aportar, aunque sea de vez en cuando, mensajes en texto más elaborado: tal ambición es la que, según nos parece, permite sacar en verdad el mayor partido a todas las potencialidades del ámbito bloguero, por lo menos en lo que concierne a publicar texto. Con la mecanografía formal tenemos mayor capacidad de hacer con agilidad textos elaborados y que, por su extensión así como por su habitual complejidad de contenido, escribirlos y leerlos en las formas en las que se acostumbran a abreviar las palabras en mensajes de móvil resultaría farragoso en gran medida.
Al realizar textos elaborados, y en los que por tanto conviene dejar a un lado las típicas abreviaciones de los mensajes cortos de los dispositivos móviles, no tienes por qué dejar a un lado lo que en sí mismo es el estilo informal. Que mecanografiar en plan informal se haya popularizado tanto no implica que expresarse en plan informal mediante texto se tenga que hacer por esa vía, incluso cuando te comuniques por medios telemáticos: puedes mecanografiar de modo formal pero escribiendo textos que, siendo del todo correctos ortográficamente, estén elaborados en un estilo informal de expresión.
¿Para qué aprender a mecanografiar bien?
La mecanografía bien merece que se la contemple en un sentido más amplio del que por inercia hay tendencia a restringirla, al igual que pasa con el concepto de ordenador. Si por mecanografía se entiende la escritura directa mediante una máquina con teclado habilitado a tal efecto, lo cual la diferencia de la técnica de la imprenta, es mecanografía incluso la escritura en pequeños dispositivos móviles con teclado físico y en dispositivos de pantalla táctil.
Desde la introducción del teléfono móvil al gran público, la mensajería de texto mediante tal dispositivo quizá contribuyó más a generalizar la idea de que para la mayoría de la gente la mecanografía no es muy necesaria. Al popularizarse la rutina de comunicarnos escribiendo mensajes cortos, de textos abreviados de las más variadas maneras, sin importar demasiado la ortografía sino que el texto se entienda y hasta cause, por ese mismo estilo abreviado, cierta diversión, a cualquiera le puede resultar obvio pensar con más motivo aún que ¿para qué aprender mecanografía? Si con teclear sólo con un par de dedos nos valemos para esta comunicación que ha pasado a ser tan habitual ¿hace falta que se enseñe a mecanografiar? Estas mismas preguntas encierran, a nuestro entender, la contradicción de que precisamente al escribir aunque sea con dos dedos, o incluso uno, mientras se use un teclado, sea físico sea virtual, estamos mecanografiando: así que lo propio sería en todo caso preguntarnos ¿para qué aprender a mecanografiar bien? La mecanografía en su inicio por descontado era sólo aplicable a la técnica de usar la máquina de escribir, y después también al uso del ordenador convencional, pero desde nuestra perspectiva, la mecanografía abarca también la escritura en cualquier clase de teclado, independientemente del número de dedos utilizados, del tamaño de tal teclado y de si el teclado en cuestión es físico o, en cambio, virtual. Si bien, a diferencia de la mecanografía para máquina de escribir o para ordenador convencional, no parece necesario llegar a introducir la mecanografía en otros dispositivos en tanto que contenido de una posible materia didáctica, tener habilidad en la mecanografía de teclado convencional nos hará con toda probabilidad aún más fácil escribir con rapidez, pero también con precisión, en otros dispositivos.
Por muy informal que te parezca que es a nivel genérico todo lo relacionado con mensajería instantánea mediante dispositivos móviles, no creas que no te conviene tener habilidad de escribir también correctamente con tales aparatos, al menos en ciertas circunstancias. Si dominas la buena mecanografía con teclado convencional, escribir bien cuando te convenga mediante dispositivos de dimensiones más reducidas te será más fácil, lo cual a veces te puede servir de manera muy especial al tener que manejar la blogosfera y el correo electrónico.
Desde la introducción del teléfono móvil al gran público, la mensajería de texto mediante tal dispositivo quizá contribuyó más a generalizar la idea de que para la mayoría de la gente la mecanografía no es muy necesaria. Al popularizarse la rutina de comunicarnos escribiendo mensajes cortos, de textos abreviados de las más variadas maneras, sin importar demasiado la ortografía sino que el texto se entienda y hasta cause, por ese mismo estilo abreviado, cierta diversión, a cualquiera le puede resultar obvio pensar con más motivo aún que ¿para qué aprender mecanografía? Si con teclear sólo con un par de dedos nos valemos para esta comunicación que ha pasado a ser tan habitual ¿hace falta que se enseñe a mecanografiar? Estas mismas preguntas encierran, a nuestro entender, la contradicción de que precisamente al escribir aunque sea con dos dedos, o incluso uno, mientras se use un teclado, sea físico sea virtual, estamos mecanografiando: así que lo propio sería en todo caso preguntarnos ¿para qué aprender a mecanografiar bien? La mecanografía en su inicio por descontado era sólo aplicable a la técnica de usar la máquina de escribir, y después también al uso del ordenador convencional, pero desde nuestra perspectiva, la mecanografía abarca también la escritura en cualquier clase de teclado, independientemente del número de dedos utilizados, del tamaño de tal teclado y de si el teclado en cuestión es físico o, en cambio, virtual. Si bien, a diferencia de la mecanografía para máquina de escribir o para ordenador convencional, no parece necesario llegar a introducir la mecanografía en otros dispositivos en tanto que contenido de una posible materia didáctica, tener habilidad en la mecanografía de teclado convencional nos hará con toda probabilidad aún más fácil escribir con rapidez, pero también con precisión, en otros dispositivos.
Por muy informal que te parezca que es a nivel genérico todo lo relacionado con mensajería instantánea mediante dispositivos móviles, no creas que no te conviene tener habilidad de escribir también correctamente con tales aparatos, al menos en ciertas circunstancias. Si dominas la buena mecanografía con teclado convencional, escribir bien cuando te convenga mediante dispositivos de dimensiones más reducidas te será más fácil, lo cual a veces te puede servir de manera muy especial al tener que manejar la blogosfera y el correo electrónico.
Mecanografiando
De las habilidades que se precisan en los dispositivos esenciales parece que las que se refieren más en concreto al propio dispositivo físico son tan simples que sólo cabe preocuparse de desarrollar destreza en todo lo referente a las aplicaciones informáticas. Sin embargo, resulta una gran ventaja conocer, en particular respecto al ordenador convencional, algo más que cómo encenderlo, cómo apagarlo, alguna cosa en cuanto a cables y un manejo simple del teclado.
La mecanografía puede que a alguien le parezca un destreza apropiada y con pleno sentido sólo en cuanto a la tradicional máquina de escribir y a la época en la que a tal utensilio no le había sustituido el ordenador convencional. Bien es cierto que, al ser el papel el soporte en el que con la máquina de escribir se plasma directamente aquello que se exprese, la habilidad de mecanografiar permite evitar al máximo malgastar papel, ya que, mecanografiando bien, al no cometerse por lo menos muchos errores que queden reflejados sin remedio en la hoja, no hay que tirar tal hoja y colocar una nueva para volver a empezar y seguir así según el caso hasta obtener la hoja en la que el escrito esté del todo correcto. Con el ordenador convencional, al poder decidir si usamos, empleando una impresora, el papel y al poder decidir también en tal caso el momento en que plasmamos en papel lo que expresemos, nos puede parecer que la mecanografía no importa tanto y que, en este sentido, pensemos que, por mucho que no mecanografiemos bien y por mucho que por ello nos equivoquemos con el teclado de un ordenador convencional, no pasa nada porque ya nos aseguraremos antes de imprimir de revisar el texto: no obstante, una mentalidad así nos parece inapropiada, ya que mecanografiar lo mejor que podamos, en particular en la blogosfera, y en otros ámbitos de Internet como el correo electrónico, es una habilidad que nos facilita mucho hacer bien lo que elaboremos, incluso aunque el principal formato al que nos dediquemos no sea texto.
Si en la blogosfera en particular y en Internet en general te dedicas poco o prácticamente nada a elaborar contenidos en formato texto, no debieras descuidar de todos modos tener práctica en mecanografía. Aunque sólo sea para titular, o bien, para etiquetar, aquello que hagas en otros formatos, se trate de imagen, sonido o audiovisual, una buena destreza mecanografiando te permitirá una mayor capacidad de teclear con precisión al mismo tiempo que con rapidez, terminando antes y mejor aquello que ofrezcas a tu público, o a tus públicos.
La mecanografía puede que a alguien le parezca un destreza apropiada y con pleno sentido sólo en cuanto a la tradicional máquina de escribir y a la época en la que a tal utensilio no le había sustituido el ordenador convencional. Bien es cierto que, al ser el papel el soporte en el que con la máquina de escribir se plasma directamente aquello que se exprese, la habilidad de mecanografiar permite evitar al máximo malgastar papel, ya que, mecanografiando bien, al no cometerse por lo menos muchos errores que queden reflejados sin remedio en la hoja, no hay que tirar tal hoja y colocar una nueva para volver a empezar y seguir así según el caso hasta obtener la hoja en la que el escrito esté del todo correcto. Con el ordenador convencional, al poder decidir si usamos, empleando una impresora, el papel y al poder decidir también en tal caso el momento en que plasmamos en papel lo que expresemos, nos puede parecer que la mecanografía no importa tanto y que, en este sentido, pensemos que, por mucho que no mecanografiemos bien y por mucho que por ello nos equivoquemos con el teclado de un ordenador convencional, no pasa nada porque ya nos aseguraremos antes de imprimir de revisar el texto: no obstante, una mentalidad así nos parece inapropiada, ya que mecanografiar lo mejor que podamos, en particular en la blogosfera, y en otros ámbitos de Internet como el correo electrónico, es una habilidad que nos facilita mucho hacer bien lo que elaboremos, incluso aunque el principal formato al que nos dediquemos no sea texto.
Si en la blogosfera en particular y en Internet en general te dedicas poco o prácticamente nada a elaborar contenidos en formato texto, no debieras descuidar de todos modos tener práctica en mecanografía. Aunque sólo sea para titular, o bien, para etiquetar, aquello que hagas en otros formatos, se trate de imagen, sonido o audiovisual, una buena destreza mecanografiando te permitirá una mayor capacidad de teclear con precisión al mismo tiempo que con rapidez, terminando antes y mejor aquello que ofrezcas a tu público, o a tus públicos.
Contenidos multimedia a la vez que de calidad alta
En función de la clase de ordenador, en su sentido más amplio, que se use se estará cultivando, en cuanto a formato de contenidos, una trayectoria bloguera más genérica, o bien, más especializada. Todo bloguero, igual que todo internauta en general, tiene que recurrir a los dispositivos esenciales pero en la medida en que haga uso de dispositivos específicos se estará orientando en una más determinada dirección la especialización en el formato de lo que se publique.
Ya que los dispositivos esenciales son los que, seamos blogueros más o menos experimentados, tendremos que usar de todos modos, a cualquiera que esté en ciclos potenciales, o bien, iniciales de su propia trayectoria bloguera le conviene en particular empezar por familiarizarse con tales dispositivos, y dejar para más adelante el aprendizaje de todo lo relacionado con cualquier dispositivo específico, por muy clara que el bloguero en cuestión tenga la preferencia de acabar dedicándose en especial a elaborar determinados contenidos para los que se precisen dispositivos específicos. No tendría demasiado sentido adiestrarnos mucho en el uso de un dispositivo específico, o de varios dispositivos específicos, si luego no somos capaces de emplear algún dispositivo esencial. Por poner de ejemplo el dispositivo específico popularizado desde hace más tiempo: ¿de qué sirve tener pleno conocimiento de cómo funciona una impresora si no tenemos ni idea de cómo hacer uso de un dispositivo esencial, en particular el ordenador convencional, al que conectar tal impresora? De todos modos, la vía por la que tendremos un considerable nivel de opciones de elaborar, y difundir, contenidos multimedia a la vez que de calidad alta es desarrollando el máximo de habilidades respecto a dispositivos informáticos específicos.
Quizá por el devenir de tu propia trayectoria emprendedora general, y bloguera en particular, te familiarices de manera profunda más con dispositivos específicos que con esenciales pero, debido a que los esenciales por sí mismos tienen capacidades muy y cada vez más completas, te va a ser complicado, incluso queriendo, no recurrir a los dispositivos esenciales más que de modo puntual. Por mucho que desarrolles bien el uso de un dispositivo específico, si no tienes suficiente conocimiento de los dispositivos esenciales puede que todo lo bueno que hayas sido capaz de hacer con el dispositivo específico que sea quede desvirtuado por el mal uso que luego hagas al tener que recurrir a un dispositivo esencial para publicar por vía telemática.
Ya que los dispositivos esenciales son los que, seamos blogueros más o menos experimentados, tendremos que usar de todos modos, a cualquiera que esté en ciclos potenciales, o bien, iniciales de su propia trayectoria bloguera le conviene en particular empezar por familiarizarse con tales dispositivos, y dejar para más adelante el aprendizaje de todo lo relacionado con cualquier dispositivo específico, por muy clara que el bloguero en cuestión tenga la preferencia de acabar dedicándose en especial a elaborar determinados contenidos para los que se precisen dispositivos específicos. No tendría demasiado sentido adiestrarnos mucho en el uso de un dispositivo específico, o de varios dispositivos específicos, si luego no somos capaces de emplear algún dispositivo esencial. Por poner de ejemplo el dispositivo específico popularizado desde hace más tiempo: ¿de qué sirve tener pleno conocimiento de cómo funciona una impresora si no tenemos ni idea de cómo hacer uso de un dispositivo esencial, en particular el ordenador convencional, al que conectar tal impresora? De todos modos, la vía por la que tendremos un considerable nivel de opciones de elaborar, y difundir, contenidos multimedia a la vez que de calidad alta es desarrollando el máximo de habilidades respecto a dispositivos informáticos específicos.
Quizá por el devenir de tu propia trayectoria emprendedora general, y bloguera en particular, te familiarices de manera profunda más con dispositivos específicos que con esenciales pero, debido a que los esenciales por sí mismos tienen capacidades muy y cada vez más completas, te va a ser complicado, incluso queriendo, no recurrir a los dispositivos esenciales más que de modo puntual. Por mucho que desarrolles bien el uso de un dispositivo específico, si no tienes suficiente conocimiento de los dispositivos esenciales puede que todo lo bueno que hayas sido capaz de hacer con el dispositivo específico que sea quede desvirtuado por el mal uso que luego hagas al tener que recurrir a un dispositivo esencial para publicar por vía telemática.
¿Qué es un ordenador?
Aun siendo muy variada la oferta de dispositivos que se encuentra a fechas actuales a disposición de la comunidad usuaria de la informática, todo es reducible, a efectos de una mayor comprensión por lo menos, a la condición de ordenador. Recurrir a lo que concierne a la interactividad contribuye a aclarar lo que por ordenador en verdad se puede entender. Una primera distinción en este sentido lleva a diferenciar entre el ordenador de pleno funcionamiento propio y el de finalidad accesoria.
El ordenador es la herramienta básica para todo usuario de Internet en general y todo bloguero en particular, y cuando nos referimos al ordenador así tal cual lo estamos haciendo respecto a lo que es el ordenador convencional, que a su vez puede ser de sobremesa, o bien, portátil; pero al menos a nuestro entender, ordenador no sólo es el convencional: entonces ¿qué es un ordenador? Desde la perspectiva de lo que guarda relación con la interactividad, un ordenador sería todo aparato que nos permite generar con él, por su condición de digital, interactividad unidireccional basada en el código binario: esto es que, siempre en base a la tecnología digital, por cada 'input' que produzcamos en un dispositivo, tal dispositivo nos generará como mínimo un 'output'. A partir de ahí, los ordenadores serán aparatos con pleno funcionamiento propio, o bien, accesorios: en el primer caso, por ejemplo, el ordenador convencional, sea de sobremesa sea portátil, y la cámara audiovisual; en el segundo, también por ejemplo, el lápiz digital y el micrófono externo. Dentro de los aparatos con pleno funcionamiento propio distinguiremos, por un lado, los dispositivos esenciales, que serían el ordenador convencional, el teléfono móvil inteligente y la tableta, los dos últimos caracterizados por su pantalla táctil; y por otro lado, los dispositivos específicos, que serían las cámaras audiovisuales y demás aparatos habidos y por haber más o menos parecidos.
Si bien a todos los ordenadores les caracteriza en esencia, y no podría ser de otra manera, la interactividad unidireccional, sólo algunos te permiten ejercer plenamente interactividad bidireccional, en concreto vía Internet. Mediante los dispositivos informáticos esenciales tendrás pleno acceso a la dimensión internauta y eso es lo que en gran medida les confiere ese carácter esencial en el actual contexto en el que a nivel mundial todo lo telemático sigue cobrando cada vez más fuerza.
El ordenador es la herramienta básica para todo usuario de Internet en general y todo bloguero en particular, y cuando nos referimos al ordenador así tal cual lo estamos haciendo respecto a lo que es el ordenador convencional, que a su vez puede ser de sobremesa, o bien, portátil; pero al menos a nuestro entender, ordenador no sólo es el convencional: entonces ¿qué es un ordenador? Desde la perspectiva de lo que guarda relación con la interactividad, un ordenador sería todo aparato que nos permite generar con él, por su condición de digital, interactividad unidireccional basada en el código binario: esto es que, siempre en base a la tecnología digital, por cada 'input' que produzcamos en un dispositivo, tal dispositivo nos generará como mínimo un 'output'. A partir de ahí, los ordenadores serán aparatos con pleno funcionamiento propio, o bien, accesorios: en el primer caso, por ejemplo, el ordenador convencional, sea de sobremesa sea portátil, y la cámara audiovisual; en el segundo, también por ejemplo, el lápiz digital y el micrófono externo. Dentro de los aparatos con pleno funcionamiento propio distinguiremos, por un lado, los dispositivos esenciales, que serían el ordenador convencional, el teléfono móvil inteligente y la tableta, los dos últimos caracterizados por su pantalla táctil; y por otro lado, los dispositivos específicos, que serían las cámaras audiovisuales y demás aparatos habidos y por haber más o menos parecidos.
Si bien a todos los ordenadores les caracteriza en esencia, y no podría ser de otra manera, la interactividad unidireccional, sólo algunos te permiten ejercer plenamente interactividad bidireccional, en concreto vía Internet. Mediante los dispositivos informáticos esenciales tendrás pleno acceso a la dimensión internauta y eso es lo que en gran medida les confiere ese carácter esencial en el actual contexto en el que a nivel mundial todo lo telemático sigue cobrando cada vez más fuerza.
Aún más allá de los dispositivos informáticos esenciales
Los dispositivos informáticos específicos de grabación, de emisión y de otras funciones, desde el simple micrófono externo a la cámara audiovisual permiten, cada vez más, que desarrollar habilidades multimedia esté al alcance de cualquiera. Tales dispositivos precisan de todos modos los dispositivos informáticos esenciales, en particular con el objetivo de que la elaboración final se suba a la blogosfera.
Cuando nos estemos refiriendo a desarrollar habilidades multimedia lo que guarda relación con la cámara audiovisual sirve también para entender que, a título general por lo menos, estamos abordando además la imagen fotográfica, pues precisamente por el hecho de que hasta los dispositivos especializados van simplificándose, es habitual que las cámaras audiovisuales incluyan la función de cámara de fotos. No obstante, en pro de ampliar el listado de dispositivos específicos con los que va bien que nos familiaricemos, y yendo así pues aún más allá de los dispositivos informáticos esenciales, no sólo cabe mencionar lo fotográfico sino también, ya dejando de lado las cámaras, accesorios digitales que en el ámbito del dibujo nos permiten elaborar imágenes directamente en dispositivos de pantalla táctil: se trata de los lápices, y bolis, digitales; incluyamos además dentro de los dispositivos informáticos específicos la impresora, que es el de uso generalizado desde hace más tiempo; e incluyamos asimismo el escáner y el híbrido de éste con la impresora. Ya usemos simples accesorios tales como el micro externo o como el lápiz o boli digital, ya usemos aparatos con pleno funcionamiento propio, lo que elaboremos con dispositivos específicos debe acabar volcado en algún dispositivo esencial, que es la clase de dispositivo que por sus características nos permite el buen acceso a Internet, y por lo tanto a cualquier blog que realicemos y al que queramos nutrir de multimedia.
En mayor o menor medida, el sistema operativo que tendrás que emplear en todo lo que elabores a nivel multimedia será el de algún dispositivo esencial, por mucho que manejes dispositivos específicos. Al emplear simples aparatos accesorios esto se aprecia de manera muy clara, pues son dispositivos que, aun sirviendo de complementos a dispositivos específicos de pleno funcionamiento propio, acostumbran a ser empleables también en dispositivos esenciales; pero en los dispositivos digitales específicos tales como cámaras, que tienen su propio aplicativo informático, la conectividad con los dispositivos esenciales también te será imprescindible.
Cuando nos estemos refiriendo a desarrollar habilidades multimedia lo que guarda relación con la cámara audiovisual sirve también para entender que, a título general por lo menos, estamos abordando además la imagen fotográfica, pues precisamente por el hecho de que hasta los dispositivos especializados van simplificándose, es habitual que las cámaras audiovisuales incluyan la función de cámara de fotos. No obstante, en pro de ampliar el listado de dispositivos específicos con los que va bien que nos familiaricemos, y yendo así pues aún más allá de los dispositivos informáticos esenciales, no sólo cabe mencionar lo fotográfico sino también, ya dejando de lado las cámaras, accesorios digitales que en el ámbito del dibujo nos permiten elaborar imágenes directamente en dispositivos de pantalla táctil: se trata de los lápices, y bolis, digitales; incluyamos además dentro de los dispositivos informáticos específicos la impresora, que es el de uso generalizado desde hace más tiempo; e incluyamos asimismo el escáner y el híbrido de éste con la impresora. Ya usemos simples accesorios tales como el micro externo o como el lápiz o boli digital, ya usemos aparatos con pleno funcionamiento propio, lo que elaboremos con dispositivos específicos debe acabar volcado en algún dispositivo esencial, que es la clase de dispositivo que por sus características nos permite el buen acceso a Internet, y por lo tanto a cualquier blog que realicemos y al que queramos nutrir de multimedia.
En mayor o menor medida, el sistema operativo que tendrás que emplear en todo lo que elabores a nivel multimedia será el de algún dispositivo esencial, por mucho que manejes dispositivos específicos. Al emplear simples aparatos accesorios esto se aprecia de manera muy clara, pues son dispositivos que, aun sirviendo de complementos a dispositivos específicos de pleno funcionamiento propio, acostumbran a ser empleables también en dispositivos esenciales; pero en los dispositivos digitales específicos tales como cámaras, que tienen su propio aplicativo informático, la conectividad con los dispositivos esenciales también te será imprescindible.
Más allá de los dispositivos informáticos esenciales
Centrarse en asentar las habilidades necesarias en cuanto al manejo de sensoriales básicos, en especial el manejo de los dispositivos fijos y móviles y de los programas informáticos, facilitará que llegue antes el momento de poder utilizar bien otros sensoriales que, sin dejar de ser también según el caso ordenadores y aplicaciones, permiten hacer contenidos de tipo más elaborado. Tener, en este sentido y en lo que en particular concierne a la blogosfera, desde un principio un nivel de familiaridad alto respecto a sensoriales informáticos básicos es muy recomendable.
En pro de desarrollar habilidades multimedia en el mayor grado que nos resulte factible, habrá, en la trayectoria de cualquier proyecto que hagamos y también en nuestra propia trayectoria emprendedora, algún momento en el que convendrá ir más allá de los dispositivos informáticos esenciales, y también de sus programas, o sea, más allá del ordenador convencional y de los habituales dispositivos móviles de pantalla táctil, así como de los programas que respectivamente, aunque similares en muchos casos, tales aparatos emplean. Si bien los dispositivos básicos a medida que se perfeccionan van facilitándonos que elaboraremos sólo con ellos contenidos de un alto grado de calidad, en ciclos avanzados de nuestra trayectoria y de la de aquello que ofrezcamos al público, con toda probabilidad será preciso que recurramos a aparatos más especializados, y por tanto también, teniendo en cuenta que prácticamente todo aparato es ya digital, a sus programas, o al menos a todo programa fundamental del que más o menos cualquier dispositivo actual se vale: el sistema operativo; así pues, llegados a tal punto es cuando nos toca manejar dispositivos específicos de grabación, e incluso de directa emisión: desde el simple micrófono externo a la cámara audiovisual.
Yendo más allá de los dispositivos informáticos esenciales tendrás buenas opciones de proporcionar contenidos originales más elaborados y más innovadores. Pese a que incluso los dispositivos específicos parecen tener tendencia a simplificarse cada vez más hasta ser casi tan sencillos para cualquiera como lo son los dispositivos esenciales, es mejor que antes de lanzarte a adquirirlos y a usarlos tengas una mínima certeza de que es el momento pertinente en tu trayectoria y en la del blog para el que vayas a emplearlos. Además asegúrate de que cuando emplees dispositivos específicos hayas practicado lo suficiente como para sacarles el mayor provecho y así conseguir que lo que publiques en la blogosfera, e incluso en otros ámbitos, tenga una dimensión multimedia de calidad.
En pro de desarrollar habilidades multimedia en el mayor grado que nos resulte factible, habrá, en la trayectoria de cualquier proyecto que hagamos y también en nuestra propia trayectoria emprendedora, algún momento en el que convendrá ir más allá de los dispositivos informáticos esenciales, y también de sus programas, o sea, más allá del ordenador convencional y de los habituales dispositivos móviles de pantalla táctil, así como de los programas que respectivamente, aunque similares en muchos casos, tales aparatos emplean. Si bien los dispositivos básicos a medida que se perfeccionan van facilitándonos que elaboraremos sólo con ellos contenidos de un alto grado de calidad, en ciclos avanzados de nuestra trayectoria y de la de aquello que ofrezcamos al público, con toda probabilidad será preciso que recurramos a aparatos más especializados, y por tanto también, teniendo en cuenta que prácticamente todo aparato es ya digital, a sus programas, o al menos a todo programa fundamental del que más o menos cualquier dispositivo actual se vale: el sistema operativo; así pues, llegados a tal punto es cuando nos toca manejar dispositivos específicos de grabación, e incluso de directa emisión: desde el simple micrófono externo a la cámara audiovisual.
Yendo más allá de los dispositivos informáticos esenciales tendrás buenas opciones de proporcionar contenidos originales más elaborados y más innovadores. Pese a que incluso los dispositivos específicos parecen tener tendencia a simplificarse cada vez más hasta ser casi tan sencillos para cualquiera como lo son los dispositivos esenciales, es mejor que antes de lanzarte a adquirirlos y a usarlos tengas una mínima certeza de que es el momento pertinente en tu trayectoria y en la del blog para el que vayas a emplearlos. Además asegúrate de que cuando emplees dispositivos específicos hayas practicado lo suficiente como para sacarles el mayor provecho y así conseguir que lo que publiques en la blogosfera, e incluso en otros ámbitos, tenga una dimensión multimedia de calidad.
Un mínimo de concordancia entre asensoriales y sensoriales
Según el ciclo en el que se encuentre un proyecto y el propio emprendedor, las habilidades con las que realizar todo lo que convenga en relación al blog, u otra iniciativa de la que se trate, requerirán un nivel de perfeccionamiento diferente. También las aplicaciones informáticas con las que desarrollar tales habilidades van a ser diferentes pero mientras se consiga una concordancia entre habilidades y aplicaciones, y por tanto entre asensoriales y sensoriales, el ciclo de la trayectoria que sea progresará bien.
Cuando, en la trayectoria de toda iniciativa, o en la nuestra propia en tanto que emprendedores, nos encontremos ante un ciclo que no dé sus frutos cabe evaluar en primera instancia si existe un remarcable desajuste entre habilidades de quien está realizando el proyecto y, en concreto en el ámbito de todo lo que tenga relación con lo informático en general y lo telemático en particular, los programas que se utilizan. Resulta fundamental la concordancia entre lo asensorial y lo sensorial a lo largo de toda la trayectoria de cualquier iniciativa y de cualquiera que, sea a nivel individual o en cambio a nivel grupal, esté llevando a cabo tal proyecto y que pretenda alcanzar el relevante impacto mediante un notable grado de originalidad. Esto no implica que desde los comienzos tengamos que ser expertos en todo lo referente a la puesta en marcha y al mantenimiento de un blog, u otra clase de iniciativa más o menos similar: por muy bien que nos preparemos e incluso tengamos sólidos referentes de otras experiencias, el inicio de algo siempre tendrá tendencia a conllevar cierta falta de llegar a un nivel óptimo, por lo cual demorar demasiado la puesta en marcha de un proyecto, siempre que tengamos la certeza de que disponemos de un mínimo de concordancia entre asensoriales y sensoriales, es tan poco recomendable como emprender algo de manera precipitada.
Mientras te asegures de que tu nivel de habilidades está ajustado a los programas, y a los dispositivos, que tienes para emprender, o mantener, cualquier proyecto, estarás asegurando una cierta capacidad de crear relevante impacto entre tu público, o tus públicos. Si, en particular en el ámbito bloguero, estás en una etapa potencial, o bien, primeriza, no te compliques demasiado con los programas y los dispositivos: empieza con lo fundamental y a medida que tu trayectoria sea de madurez, y que tus habilidades hayan progresado, estarás en condición de abordar sensoriales más complejos.
Cuando, en la trayectoria de toda iniciativa, o en la nuestra propia en tanto que emprendedores, nos encontremos ante un ciclo que no dé sus frutos cabe evaluar en primera instancia si existe un remarcable desajuste entre habilidades de quien está realizando el proyecto y, en concreto en el ámbito de todo lo que tenga relación con lo informático en general y lo telemático en particular, los programas que se utilizan. Resulta fundamental la concordancia entre lo asensorial y lo sensorial a lo largo de toda la trayectoria de cualquier iniciativa y de cualquiera que, sea a nivel individual o en cambio a nivel grupal, esté llevando a cabo tal proyecto y que pretenda alcanzar el relevante impacto mediante un notable grado de originalidad. Esto no implica que desde los comienzos tengamos que ser expertos en todo lo referente a la puesta en marcha y al mantenimiento de un blog, u otra clase de iniciativa más o menos similar: por muy bien que nos preparemos e incluso tengamos sólidos referentes de otras experiencias, el inicio de algo siempre tendrá tendencia a conllevar cierta falta de llegar a un nivel óptimo, por lo cual demorar demasiado la puesta en marcha de un proyecto, siempre que tengamos la certeza de que disponemos de un mínimo de concordancia entre asensoriales y sensoriales, es tan poco recomendable como emprender algo de manera precipitada.
Mientras te asegures de que tu nivel de habilidades está ajustado a los programas, y a los dispositivos, que tienes para emprender, o mantener, cualquier proyecto, estarás asegurando una cierta capacidad de crear relevante impacto entre tu público, o tus públicos. Si, en particular en el ámbito bloguero, estás en una etapa potencial, o bien, primeriza, no te compliques demasiado con los programas y los dispositivos: empieza con lo fundamental y a medida que tu trayectoria sea de madurez, y que tus habilidades hayan progresado, estarás en condición de abordar sensoriales más complejos.
Táctil
Los dispositivos de pantalla táctil han conseguido causar especial impacto entre el público general de todo el mundo. Siendo aún el ordenador convencional imprescindible, por lo menos el portátil, la necesidad de pensar en el desarrollo de cualquier proyecto teniendo en cuenta la adaptación de la iniciativa de que se trate a los nuevos dispositivos es ya inevitable.
Hay elementos en la blogosfera respecto a los cuales las propias plataformas blogueras, en especial las genéricas, se encargan de adaptarlos según el dispositivo desde el que se acceda, pero en todo lo que dependa de quien emprenda un blog también cabe tener muy presente lo que teléfonos móviles inteligentes y tabletas requieren de específico. Que nuestro proyecto ofrezca una presencia atractiva en los dispositivos móviles posteriores al ordenador convencional dependerá en buena medida de lo que seamos capaces de desarrollar en cuanto a todos los aspectos de diseño: nos adentramos así muy en concreto en el ámbito de las habilidades, dentro por tanto de lo que hemos considerado lo asensorial. De norma genérica nos parece recomendable tener la buena síntesis, que, si bien en términos generales no tiene que estar ligada a la brevedad, en lo que en particular concierne al diseño no tiene que implicar diseños simples en exceso: hacer un diseño elaborado de los diferentes elementos que incluyamos en el blog está bien si tal decisión la hemos tomado a conciencia pero lo relevante está en que consigamos el máximo de elementos distinguibles claramente en pantallas de reducidas dimensiones, tales como las de los dispositivos móviles que hemos abordado.
El elemento que de manera muy importante requiere un diseño que se aprecie bien en los dispositivos móviles de pantalla táctil es el logo. Teniendo en cuenta que la pantalla táctil da precisamente una sensación de tocar lo que, incluyendo la blogosfera, sólo era y es manejable, mediante teclado físico, o con ratón, si no procuras adaptar bien los elementos de tu blog, en particular el logo pues es de lo que incluso en redes sociales no adaptarán por ti, estarás privando a todo público receptor de la máxima dimensión en cuanto a lo que se podría experimentar en lo que publiques.
Hay elementos en la blogosfera respecto a los cuales las propias plataformas blogueras, en especial las genéricas, se encargan de adaptarlos según el dispositivo desde el que se acceda, pero en todo lo que dependa de quien emprenda un blog también cabe tener muy presente lo que teléfonos móviles inteligentes y tabletas requieren de específico. Que nuestro proyecto ofrezca una presencia atractiva en los dispositivos móviles posteriores al ordenador convencional dependerá en buena medida de lo que seamos capaces de desarrollar en cuanto a todos los aspectos de diseño: nos adentramos así muy en concreto en el ámbito de las habilidades, dentro por tanto de lo que hemos considerado lo asensorial. De norma genérica nos parece recomendable tener la buena síntesis, que, si bien en términos generales no tiene que estar ligada a la brevedad, en lo que en particular concierne al diseño no tiene que implicar diseños simples en exceso: hacer un diseño elaborado de los diferentes elementos que incluyamos en el blog está bien si tal decisión la hemos tomado a conciencia pero lo relevante está en que consigamos el máximo de elementos distinguibles claramente en pantallas de reducidas dimensiones, tales como las de los dispositivos móviles que hemos abordado.
El elemento que de manera muy importante requiere un diseño que se aprecie bien en los dispositivos móviles de pantalla táctil es el logo. Teniendo en cuenta que la pantalla táctil da precisamente una sensación de tocar lo que, incluyendo la blogosfera, sólo era y es manejable, mediante teclado físico, o con ratón, si no procuras adaptar bien los elementos de tu blog, en particular el logo pues es de lo que incluso en redes sociales no adaptarán por ti, estarás privando a todo público receptor de la máxima dimensión en cuanto a lo que se podría experimentar en lo que publiques.
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