Mecanografiando

De las habilidades que se precisan en los dispositivos esenciales parece que las que se refieren más en concreto al propio dispositivo físico son tan simples que sólo cabe preocuparse de desarrollar destreza en todo lo referente a las aplicaciones informáticas. Sin embargo, resulta una gran ventaja conocer, en particular respecto al ordenador convencional, algo más que cómo encenderlo, cómo apagarlo, alguna cosa en cuanto a cables y un manejo simple del teclado.

La mecanografía puede que a alguien le parezca un destreza apropiada y con pleno sentido sólo en cuanto a la tradicional máquina de escribir y a la época en la que a tal utensilio no le había sustituido el ordenador convencional. Bien es cierto que, al ser el papel el soporte en el que con la máquina de escribir se plasma directamente aquello que se exprese, la habilidad de mecanografiar permite evitar al máximo malgastar papel, ya que, mecanografiando bien, al no cometerse por lo menos muchos errores que queden reflejados sin remedio en la hoja, no hay que tirar tal hoja y colocar una nueva para volver a empezar y seguir así según el caso hasta obtener la hoja en la que el escrito esté del todo correcto. Con el ordenador convencional, al poder decidir si usamos, empleando una impresora, el papel y al poder decidir también en tal caso el momento en que plasmamos en papel lo que expresemos, nos puede parecer que la mecanografía no importa tanto y que, en este sentido, pensemos que, por mucho que no mecanografiemos bien y por mucho que por ello nos equivoquemos con el teclado de un ordenador convencional, no pasa nada porque ya nos aseguraremos antes de imprimir de revisar el texto: no obstante, una mentalidad así nos parece inapropiada, ya que mecanografiar lo mejor que podamos, en particular en la blogosfera, y en otros ámbitos de Internet como el correo electrónico, es una habilidad que nos facilita mucho hacer bien lo que elaboremos, incluso aunque el principal formato al que nos dediquemos no sea texto.

Si en la blogosfera en particular y en Internet en general te dedicas poco o prácticamente nada a elaborar contenidos en formato texto, no debieras descuidar de todos modos tener práctica en mecanografía. Aunque sólo sea para titular, o bien, para etiquetar, aquello que hagas en otros formatos, se trate de imagen, sonido o audiovisual, una buena destreza mecanografiando te permitirá una mayor capacidad de teclear con precisión al mismo tiempo que con rapidez, terminando antes y mejor aquello que ofrezcas a tu público, o a tus públicos.

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