Otro nuevo capítulo en la historia del arte

Un plóter que se combinase, incluso hasta el punto de la hibridación, con el escáner o con el lápiz inteligente, o con ambos, tendría una serie de ventajas que, por lo menos potencialmente, serían capaces de abrir muchas opciones más allá de la propia producción artística. En este sentido son planteables, en un principio también, mejoras en la conservación, y en la restitución, de obras de arte de cualquier época.

La delicadez que implica todo tratamiento que una obra artística dañada o deteriorada necesita es una cuestión muy a tener en cuenta: hasta qué punto se puede dejar un tratamiento tal a merced de una máquina, o bien, en qué medida esta tarea debe permanecer más o menos bajo acción, o por lo menos supervisión, humana, debe ser algo que determinen las propias personas expertas vinculadas a tal ámbito; por eso, tan sólo a título de sugerencia desde aquí vamos a plantear algunos casos hipotéticos en los que la hibridación supuesta sería un aporte relevante en esta clase de tarea. En la conservación de obras plásticas, o hasta escultóricas y demás en caso de que contemos con posibilidades de impresión 3D e incluso 4D, el supuesto dispositivo híbrido podría restituir las partes que se fuesen deteriorando, o bien, aplicar los elementos necesarios en pro de evitar el deterioro en cuestión, siempre en base al patrón original debidamente memorizado por la máquina. Respecto a la restitución, y nos referimos aquí más en concreto a obras que ya nos las encontremos dañadas o deterioradas, el dispositivo híbrido podría actuar sobre la propia pieza y restituirla en base también al patrón que se hubiese introducido: a partir de ahí se podría proceder del mismo modo que en cuanto a la conservación.

No debiera sorprenderte que lo artesanal, habiendo empezado con la imprenta un particular proceso de devenir muy sustituido por parte de lo mecánico, siga por tal camino llegando a estar del todo marcado, en concreto, por la tecnología digital, con lo cual se acabe dejando a un lado, si no del todo sí casi, lo propio de la artesanía y de todo lo analógico. Habrá así, y en este caso a partir de un cambio muy sustancial, otro nuevo capítulo en la historia del arte, de lo cual, con toda probabilidad, en la blogosfera se comentará mucho.

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