Al usuario común le puede parecer asombroso lo que están logrando las máquinas que delinean pero en verdad esta clase de máquinas, los plóters, llevan funcionando desde hace unas cuantas décadas. Con bastante probabilidad gracias al tipo de difusión que permite en general Internet, y en particular la blogosfera, los plóters se estén dando a conocer más en los últimos tiempos. Además, debido a la tendencia del avance tecnológico que por su parte los propios plóters también experimentan, estos dispositivos son cada vez más versátiles.
Por muy sorprendente que nos pueda parecer un plóter, en particular todo plóter de entre los más recientes, éste aparato no sólo realiza algo que representa una evolución de lo que ya la tradicional imprenta empezó a facilitar, sino que en definitiva no es más que una clase de máquina muy parecida a otra, creada también unas décadas atrás, y que sí es común en cualquier hogar: al fin y al cabo, lo que un plóter hace no es sino imprimir, haciendo por tanto lo mismo que una impresora aunque disponiendo de una mayor complejidad y, a partir de ahí, muchas más opciones de dar forma final a lo impreso. Tanto es así que lo que es obra de plóters, según sean programados, ya hasta puede tratarse, más que de documentos impresos, de auténticas pinturas. Quizá, y por ser un dispositivo afín a la impresora, hasta no sea muy difícil que con el plóter se dé, si no se ha dado ya, la misma hibridación con el escáner que escáner e impresora hicieron en su momento: tal híbrido entre plóter y escáner permitiría que un mismo dispositivo, tras escanear en él una foto de una pintura de lienzo o incluso al escanear la misma pintura en sí, pudiera reproducir, en tanto que plóter, esa pintura, pero no sólo imprimiéndola en la típica hoja de papel, sino en un lienzo y con los apropiados pigmentos, tal y como si fuese la pintura original. Sería también, o debiera ser, factible una reproducción tal desde un simple archivo informático de imagen que no necesariamente fuese hecho desde el propio escáner que el plóter tuviese unido.
Muy en especial si eres artista plástico un plóter te sería útil si se pudiese combinar, no tanto con un escáner aunque también, sino con un lápiz inteligente, con lo cual tendrías opción de hacer que tus obras directa y puramente digitales se materializasen en base a diferentes soportes físicos partiendo de tu patrón digital y original. En todo caso, si el ámbito por el que tus obras van a ser conocidas es la blogosfera, o en general Internet, hasta el uso más sofisticado del plóter es probable que más bien te acabe sirviendo en exclusiva a modo de archivar en soporte físico lo que sea fruto de tu creatividad.
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