Con una antifluidez anulada o reducida a su mínima expresión, habrá en un proyecto comunicador como pueda ser un blog o similar un camino bastante despejado por el que la actualización de la iniciativa no deje de, sobre la base de los fundamentos que de la autoría hayan surgido, responder a lo que se espere por parte del público o de los públicos. Esto no resulta sino lo esencial para que ir hacia la profesionalidad en un blog o la iniciativa que sea se haga más que factible.
Pese a que empiecen sin serlo, todo emprendedor y, en consecuencia, proyecto que aspiren a ser profesionales harán bien, en sus estadios incipientes, en adquirir por costumbre el establecimiento de unos fundamentos, el control con el que asegurar una fluidez de trayectoria y que esa trayectoria, en particular en lo tocante a microblogs o redes sociales pero sin dejar de lado el carácter céntrico del correspondiente macroblog o blog al uso, resulte de constante actualización en función de un ritmo o período. Todo ello contribuye a la fidelización de cualquier público al que nos dirijamos; y sin tal fidelización será complicado lograr una cierta potestad de atribución de profesionalidad con lo cual pueda calificársenos y calificarse a nuestro proyecto. Si pretendemos que la profesionalidad llegue a una plenitud constituyendo una directa vertiente económica en sí misma, cabe que en este sentido y desde la sana ambición seamos autoexigentes en alto grado.
La manera de en la blogosfera medir la efectiva fidelización está en los indicadores de interactividad, con especial importancia de los que son indicadores precisamente públicos. Al combinar una fidelización bien lograda y un adecuado nivel de transparencia, dispondrás de un grado de profesionalidad perfectamente reconocible, a partir de lo cual, lejos de ser motivo de extrema relajación, tendrás que seguir haciendo cuanto sea por mejorar, valiéndote entonces de en especial tu flexibilidad organizativa.
OscarWeblogs
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