Dotarse de tiempo ocupacional extra es, a veces, incluso más importante que el propio tiempo ocupacional, de manera que en lo que suele en principio ser lo normal y que consiste en disponer de mayor tiempo ocupacional que ocupacional extra debe procederse a invertir tal proporción. Teniendo más tiempo ocupacional extra que ocupacional, habrá mejores opciones para concebir con perspectiva lo que en la iniciativa que sea pueda devenir una eventual modificación, en particular en el sentido evolutivo.
En los cambios de ciclo de la trayectoria del blog o de en general cualquier proyecto es cuando conviene mucho que la proporcionalidad de tiempos ocupacional y ocupacional extra varíe en beneficio del ocupacional extra, pues en estos cambios, que ya de por sí tienen tendencia a impregnarse de la imprecisión propia de todo ciclo inicial, será necesario que nuestro nivel de atención se eleve y así consigamos que el cambio de ciclo sea lo mejor posible. Tras el cambio y ya en la nueva etapa de la trayectoria de nuestra iniciativa, la característica proporción al haber más tiempo ocupacional extra que ocupacional podrá, y de hecho deberá, volver a su estado inverso, disminuyendo o, en ocasiones por lo menos, desapareciendo el tiempo ocupacional extra, con lo que sólo nos quedaríamos casi o por completo con tiempo propiamente ocupacional y tiempo libre, lo cual es muy distintivo de ciclos de estabilidad en la trayectoria del proyecto del que se trate.
Las proporcionalidades diferentes entre lo ocupacional y lo ocupacional extra serán lo que debe definir el modo mediante el que vehicules el diferente momento en el que la trayectoria de tu iniciativa se encuentre. Cuanta más proporción de tiempo ocupacional en sí, ha de tratarse de un ciclo en estabilidad; cuando más proporción de tiempo ocupacional extra, se tendrá que tratar bien de un ciclo en estado de evolución hacia otro, bien del propio cambio de ciclo, bien de un ciclo nuevo en sus inicios.
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