Motivos y soluciones en cuanto a una nula autoría de blog, o de prácticamente cualquier proyecto, pueden radicar por igual en las, también tipologías de autorías, individual o grupal. Ni lo individual es de por sí peor que lo grupal en tanto que causa de una nula autoría, ni a la inversa; ni asimismo es de por sí mejor lo individual que lo grupal en tanto que remedio, ni al revés.
En toda causa de nula autoría, con independencia de que originara tal causa una autoría individual o grupal, yacerá una clara desorganización justo por parte de la autoría de la que se tratase, incluyendo la situación por la que cualquiera que, incluso no procediendo con total propiedad de manera desorganizada, no calcula con acierto el encaje del volumen de tareas que implica el proyecto planteado y las que en tanto que autoría es capaz de realizar con arreglo a lo que desde el público o los públicos pueda esperarse. La desorganización, no restringiéndose al simple proceder sin orden, es contemplable también en su vertiente de ausencia de que podamos abastecer lo que hayamos concebido, por más que ello sea fruto de una sana ambición. Si en aquello de lo que nos ocupemos, aun poniendo todo el entusiasmo, no medimos bien hasta dónde tenemos opciones, individual o grupalmente, de realizar las tareas al respecto, causaremos por primera vez o repetiremos una situación de nula autoría.
Por más que haya organización y entusiasmo, no apreciarás que funcionen demasiado dándose el caso de que en ti, o en tu grupo, a la práctica no haya opciones viables para impulsar la trayectoria del blog u otro proyecto planteado del que se trate. Adopta la solución de una perspectiva más evolutiva en el sentido de menos a más y entonces la sana ambición se desarrollará mucho mejor que pretendiendo darle salida de golpe, pues un mal gestionado ímpetu puede con facilidad derivar en una inicial o nueva nula autoría por colapso.
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