Los niveles comunicacionales más concreto y más amplio

Valga, mientras no se especifique una absoluta restricción a los idiomas, como aplicable a cualquier código comunicativo lo referente a los formalismos estricto y abierto, no sólo, pues, a códigos alfanuméricos. Lo conceptual, morfosintáctico y sintáctico resultan, en este sentido, en su justa medida y, cuando convenga, salvando las distancias, adaptables a lo graficoplástico y lo audiovisual.

Nos acogemos a la percepción amplia del concepto de texto para justificar que otras vías comunicacionales pueden también concebirse a partir de la idea de que tienen una dimensión conceptual, morfosintáctica y sintáctica, de las cuales la primera parece que es bastante obvia, pero quizá no tanto por lo común las otras. La facilidad para comprender que lo conceptual es compartido por lo alfanumérico, graficoplástico y audiovisual se suma a la misma facilidad con la que es entendible que se comparte por estos códigos lo contextual. Son, por lo tanto, los niveles comunicacionales más concreto y más amplio los que dan la impresión de aunar los diversos formatos comunicativos.

Esta compartición que mantendrían por lo menos lo alfanumérico, lo graficoplástico y lo audiovisual en cuanto a lo conceptual y lo contextual apoya la idea de una posible gramática multimedia en la que, idealmente, cada formato además del alfanumérico formaría esa gramática particular recurriendo a su propio código, esto es imagen fija y móvil y, en su caso, audio no alfanumérico, respectivamente. El código alfanumérico, sin embargo, parece mantenerse como el más capaz de, también en su caso, configurar gramáticas de otros códigos.

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