Juguetear

A cualquier proyecto que tenga el propósito de causar relevante impacto positivo en la sociedad, y sea una iniciativa lucrativa o no, merece respetársele la sola finalidad referida de nivel social, acabe consiguiendo o no tal proyecto el éxito que por parte de quien tenga a cargo esa iniciativa se esperase. En esto los blogs ni son ni debieran considerarse excepción, pero bien es cierto que en la blogosfera, y en especial en cuanto a proyectos cien por cien incipientes, reflejar esa finalidad de nivel social, así como el auténtico potencial de tal finalidad, resulta difícil y esto sólo se solventa, por lo menos en buena parte de casos, mediante la adecuada dinamización.

Si pretendemos el éxito, y más si lo pretendemos rápidamente, el buen cultivo de la interactividad tanto unidireccional como bidireccional resulta imprescindible: interactuar al máximo con cualquier plataforma bloguera que empleemos y así lograr un proyecto bien sintetizado es tan importante como interactuar con nuestro público, o nuestros públicos. Pero la excesiva rapidez con la que querer conseguir el éxito nos hace correr el riesgo de sentir agobio, y desde nuestra perspectiva, dotar, en cambio, de una larga infancia un proyecto en general y bloguero en particular es un camino que puede resultar muy adecuado. Estando al mismo tiempo en los ciclos primerizos de una iniciativa y de nivel de emprendimiento, la larga infancia puede devenir fantástica, pues aunque tal vez la gente no acabe de apreciar que detrás de la iniciativa hay algo que tiene auténticamente fundamento, lo importante es que mientras no demos la clara sensación de total falta de sentido, ni reflejemos finalidades obscenas ni mucho menos delictivas, nos dediquemos a juguetear con todo lo interactivo: se trata, en el caso concreto de los blogs, de que en las etapas en las que tanto en el proyecto como en nosotros mismos en tanto que emprendedores falte la veteranía procuremos explorar diferentes fórmulas de expresar y presentar lo que en la blogosfera publiquemos, si bien, y más allá de si se trata o no de blogs, partiendo de la base esencial de determinar unas mínimas líneas directrices que nos eviten estar sustituyendo un proyecto entero por otro cada dos por tres. La etapa previa a sacar a la luz lo que sea que en el ámbito bloguero acabemos mostrando debe asegurarnos haber meditado lo suficiente acerca del proyecto como para que por mucho que luego, al ya estar publicado, vaya cambiando, no cause perturbación a cualquiera que lo visite.

Cuando dispongas de veteranía tanto propia como de tu proyecto o tus proyectos, tal vez sea una buena ocasión para plantearte juguetear con un proyecto nuevo con el que aportar una agradable sorpresa a todo público destinatario que ya tengas familiarizado pero también a algún otro sector de público al que hasta el momento no te hayas dirigido. La expansión que en este sentido hagas, si te has dedicado hasta entonces a lo lucrativo, puede constituir tu oportunidad de aportar algo que sea no lucrativo, y viceversa, dedicándote por tanto a lo lucrativo habiéndote especializado antes en lo no lucrativo. De emprender en cualquier caso un nuevo proyecto sin previamente haber hecho ninguno relacionado con la blogosfera, plantéate con determinación abordar ahora este ámbito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario