Quedando simplificados, o por lo menos simplificables, en dos los perfiles profesionales de la comunicación visual, resulta apropiado que a efectos prácticos la denominación de sus también simplificadas, o simplificables, técnicas quede, o pueda llegar a quedar, en algo más sencillo que la separación entre hecho a mano, hecho a máquina y hecho a plena máquina. Ya que en definitiva, y en mayor o menor medida, ambos perfiles, al igual que cada vez más todos los perfiles profesionales, van a caracterizarse por la utilización de maquinaria, que en concreto va a ser tecnología digital, la mejor opción sería quedarse con la denominación que está situada en el término medio: hecho a máquina.
Teniendo en cuenta que el lápiz digital va a ser determinante en profesionales de lo graficoplástico y que lo que con tal instrumento haga un profesional, incluso si no imprime eso que haga, no resulta, o acabará del todo por no resultar, distinguible, al menos a simple vista, respecto a lo que delinee un plóter, aquello que en escritura y en ilustración se haga nos acabará resultando con toda probabilidad más propio suponerlo, por defecto, hecho a máquina, si bien respecto a lo que tengamos la certeza de que lo ha delineado directamente un humano, aun habiéndose usado un lápiz digital, lo podemos seguir denominando hecho a mano; sin embargo, si tenemos constancia de que ha sido obra de un plóter puede ser apropiado incluso, más allá de emplear la denominación hecho a máquina, recurrir a la expresión hecho a plena máquina. En lo que en particular a escritura se refiere, que generalicemos el ámbito de lo hecho a máquina no tiene por qué afectar a lo que la mecanografía contempla, siempre que sigamos asociando mecanografía a teclear: la escritura mediante delineado de un humano con lápiz digital o mediante delineado de cualquier tipo que haga un plóter, por denominar tal escritura de alguna manera si quisiéramos considerarla más o menos ligada a la mecanografía, sería en todo caso calificable de algo así como mecanomanografía, ya que en lo delineado de tal manera interviene directamente una mano humana, o bien, una mano, o casi mano, mecánica.
La correcta utilización de las expresiones hecho a mano, hecho a máquina y hecho a plena máquina te requerirá prácticamente siempre tener la certeza de cómo se ha desarrollado cualquier obra del ámbito visual, pero es bastante probable que la sola expresión hecho a máquina acabe por ser la única que sirva. En un tiempo que no debiera quedar mucho para que llegue será la expresión hecho a máquina con la que te va a resultar más fácil acertar a simple vista en cuanto a determinar la elaboración de cualquier obra visual que contemples: esto lo impulsará mucho la circunstancia de que los propios artistas, en particular los de las jóvenes generaciones, sigan profundizando en su tendencia a la utilización de la tecnología informática.
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