Extrapolando el impacto blóguer

Cuando se valoren la positividad y la negatividad obtenidas de aquello que se publique, por más generalista que sea el público y por mayor impacto comunicativo que se consiga, habrá que recurrir en mayor o menor medida a la extrapolación. Un componente estadístico va a tener que abordarse, pues, en todo blog que pretenda una mínima incidencia remarcable.

Difícilmente, si no del todo imposiblemente, podremos conseguir de lo que sea que hayamos difundido la opinión de todos y cada uno de los humanos, incluso contando sólo a los humanos civilizados y, para el caso concreto de lo blóguer, los humanos civilizados familiarizados en general con Internet y en particular con la blogosfera. Lo que marquen los diferentes indicadores de interactividad bidireccional, por mucha positividad o mucha negatividad que nos muestren, no dejará de ser una aproximación a lo que literalmente todo el mundo opinaría de lo que hagamos, pero bien puede ser una aproximación muy acertada contemplándolo estadísticamente. Tendremos que proceder, así pues, extrapolando el impacto blóguer que generemos a partir de lo recabado para hacernos una idea de la buena o mala receptividad que causemos: de la buena, aun por mucha que sea, tendremos que procurar que no nos nuble de orgullo ni de soberbia; de la mala, nos tocará valorar muy en especial toda la que emane de una negatividad constructiva en pro de nuestra constante mejora; y en ambos casos, cabe que no dejemos de lado que siempre acostumbrará a haber una, aunque sea mínima, reacción no evidenciable y que no significa no reacción.

Al asumir desde un principio que la obtención o no de reacciones interactivas bidireccionales con el público, o los públicos, no será siempre simétrica respecto a las expectativas que tengas, estarás dando solidez a la ausencia de toda decepción posible ante la mala receptividad que, por muy sorprendente que te resulte, puedas llegar a producir. Sin embargo, no abandones una actitud sanamente ambiciosa en aquello que hayas emprendido dentro o fuera de la blogosfera.

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