En la blogosfera, y en especial en las redes sociales por ser donde en gran medida la interactividad bidireccional ha tenido tendencia a vehicularse en Internet, se ha facilitado, como nunca antes, que sujetos de toda clase formen parte de una misma comunidad, comunidad en todo caso virtual. Tal aspecto cualitativo va combinado con el aspecto cuantitativo referente a que además es factible pertenecer, también como nunca antes, a un número ilimitado y simultáneo de comunidades, también virtuales.
Tengan o no su vertiente en la realidad más tangible, las comunidades virtuales nos permiten estar en contacto con un montón de gente, estén o no tras una identidad personalizada e identificable, en todo el mundo: esto da a la interactividad en general y a la bidireccional en particular una capacidad transfronteriza que hasta no hace tanto hubiera sido casi inimaginable. A nivel de interactividad puramente unidireccional, las infraestructuras de gran alcance en la distancia no son tan recientes, y contemplando medios comunicativos como el telégrafo o los primeros teléfonos, incluso la interactividad bidireccional ya casi era algo muy parecido a la que practicamos en la actualidad por Internet. No obstante, lo internáutico ha asimilado en tal grado lo multimedia, ya propio en lo informático no telemático, o sea en ordenadores no necesariamente conectados en red, que nos resulta viable a fechas actuales transmitir de manera inmediata, con alcance planetario y de manera abierta una amplia variedad de formatos mediáticos como nunca antes ha habido posibilidad, y todo ello mediante dispositivos altamente versátiles por su condición digital. Incluso los dispositivos digitales de carácter más específico tienen en comparación a, si no todo, casi todo dispositivo analógico, una elevada versatilidad, esto es una elevada capacidad de producir, y en ciertos casos por lo menos transmitir también, multimedia, un multimedia capaz de llegar a cuantas comunidades virtuales pertenezcamos y hasta otra gente que no esté en cualquiera de tales comunidades de las que formemos parte.
Según la plataforma, en particular microbloguera, la manera de crear, y pertenecer a, comunidades virtuales será más o menos distinta: es uno de los aspectos por los que cada red social se diferencia de las demás. Que sea más fácil o menos desarrollar una actividad comunitaria virtual no debe hacer respectivamente ni que, por un lado, te centres demasiado en la clase de comunidad virtual de una red social en particular, ni que, por otro lado, descartes o abandones tu presencia bloguera en una determinada red social: mejor intenta adaptarte y comprender bien el funcionamiento de cada red social.
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