En las obras de carácter impersonal, y más cuanto más grado científico adquieran, deviene especialmente fundamental en qué etapa de la propia trayectoria y de la del proyecto, blóguer o no, se esté. A diferencia de lo personal, que aun siéndole siempre recomendable una mínima coherencia puede permitirse recurrir más a la inventiva, en lo técnico, que cuando es complejo y largo suele ser científico por defecto, no hay lugar más que en todo caso para cierto grado de suposición.
Según los ciclos en los que nos encontremos, si estamos llevando a cabo una obra científica a largo plazo, estaremos más en disposición de un bagaje adquirido que nos permita la mínimamente recomendable autoinspiración en este ámbito, si bien aquí la interactividad respecto a aquello que sea nuestro objeto de estudio será a lo que deberemos dar prioridad. Lo científico debiera partir en todo momento de lo que el objeto de estudio transmite de por sí y no, o no tanto, de nuestras ideas preconcebidas. No obstante, el bagaje adquirido a lo largo del tiempo, si ha dado lugar a unos fundamentos sólidos, nos puede facilitar suponer de entrada hacia dónde puede dirigirse la explicación de cualquier, o casi cualquier, nuevo objeto de estudio que abordemos, hasta tal punto quizá de llegar a elaborar toda una cosmovisión. Sea como fuere, la blogosfera nos resulta idónea para que sin prácticamente límites procedamos a la publicación y difusión de nuestros hallazgos, desde el nivel científico más erudito hasta el más divulgativo. Al igual que con lo artístico, en toda transmisión de mensajes científicos que elaboremos mediante texto alfanumérico es un macroblog lo que nos resultará más útil para desenvolvernos mejor, mientras que las redes sociales, en concreto las especializadas, serán un recurso adecuado en mayor grado para todo lo que en particular en formato audio y audiovisual presentemos.
Ya que en los avances técnicos y científicos contribuyen muy en especial las aportaciones que entre los propios investigadores se hagan, la interactividad bidireccional que proporciona la blogosfera, y muy en concreto la microblogosfera, resulta altamente pertinente que la emplees para fomentar tales aportaciones tuyas y para que aproveches las de los demás. Además de que la tecnología en general hace que la ciencia avance a mayor celeridad, la blogosfera en particular contribuye a que también la difusión de los avances científicos sea más inmediata.
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