La admiración por las fuentes de las que se pretenda nutrir una autoría para elaborar su propia obra en blogs u otras vertientes comunicacionales no justifica la suficiente falta de diferenciación estilística. Al contrario, diferenciar el estilo de la fuente de inspiración que sea es con toda probabilidad la mayor forma de expresar respeto por la originalidad de tal fuente.
Si más allá de ser, en términos modernos, simples espectadores o, en términos ya posmodernos, simples cibernautas pretendemos aportar calidad estilística blogueando tenemos que procurar por descontado nutrirnos de aquellas fuentes de inspiración que, igual que en otras vertientes comunicacionales, se espera que sustenten la obra de una autoría nueva. Erraremos, no obstante, en usar descuidadamente la facilidad de acceso y de copia que para toda clase de fuentes puede emplearse Internet.
Y no sólo Internet por esa facilidad; respecto a cualquier fuente de la que te limites a copiar sin más el estilo formal o esencial estarás demostrando más oportunismo que admiración. Tampoco es justificable la simple copia por el no en pocas ocasiones recurrente principio de si algo funciona para qué cambiarlo, pues así restringes tu propio potencial para crear originalidad.
OscarWeblogs
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