Cuando se hace referencia a que los ordenadores no estaban interconectados por medio de Internet, se toma fundamentalmente la perspectiva del usuario con las clásicas computadoras de sobremesa orientadas a la ofimática. El asimismo clásico ordenador portátil, junto precisamente a Internet, puede considerarse un claro paso inicial hacia el concepto y formato tableta.
Esta combinación de computadora portátil e Internet protagonizó durante más o menos un par de décadas los procesos informáticos dando lugar a lo que podríamos dejar de calificar como simple ofimática y hacerlo como teleofimática, incluyendo igualmente tareas organizativas no sólo de oficina, sino de ámbito personal o doméstico. La posterior popularización firme y amplia de la telefonía inteligente permitió facilitar con una todavía mayor ubicuidad la tendencia al mayor uso de la teleofimática, la blogosfera y demás recursos de tipo telemático.
A partir de la erosión de lo analógico que la tendencia descrita impulsaba se entra en una nueva fase más digital aún según se profundiza en la IoT que tanto hace posible interconectar dispositivos mucho más allá incluso de lo englobable bajo el concepto y formato tableta. La teleofimática, la blogosfera y demás recursos telemáticos abarcan o pueden así abarcar el alcance a otros aparatos, con lo que una cierta especialización de dispositivos no deja de haber de todos modos.
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