Ya antes de que empezasen a evolucionar hacia el concepto de tableta y de que se interconectasen por Internet, aglutinaban las computadoras funciones suficientes como para ir erosionándose una extrema especialización tecnológica propia de lo analógico. Sin Internet ni el hipertexto, no obstante, tal erosión habría sido probablemente mucho menos intensa.
Acentuar la erosión de lo analógico ha sido a lo que Internet y, dentro de la misma, la blogosfera han contribuido decididamente, pasando por una etapa primigenia en la que todavía incluso lo propiamente digital parecía mantener una notable especialización tecnológica, con muchos dispositivos periféricos al dispositivo central que era el ordenador. Luego, con un claro impulso hacia lo nanotecnológico, ha sido posible la inclusión de dispositivos como en particular la cámara de foto y de vídeo dentro mismo de la computadora, dejando de ser periféricos tales dispositivos ahora internos y pasando a ser tabletas los ordenadores.
Propiamente, puedes considerar que lo que suele entenderse por tableta es la sola evolución de la computadora, pero la innegable similitud de las tabletas con los teléfonos y televisores inteligentes hace coherente englobarlos bajo el mismo concepto. Tiene pleno sentido que no a mucho tardar estas todavía hoy consideradas a menudo diferentes clases de artefacto pasen a sólo representar diferentes tallas de un mismo dispositivo.
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