Si la informática ha dado respuesta en tan gran medida a las necesidades de creación y gestión y hasta sobreproducción de datos es por su condición de lenguaje binario traducible en hipertexto y éste, a su vez, en propiamente multimedia: lo que venimos a denominar, respectivamente, tercer, segundo y primer plano digital. Profundicemos en este tema a continuación.
Al multimedia, que hoy tan habitualmente consumimos a través de la propia blogosfera y de demás recursos telemáticos, se le puede definir por varias características, particularmente por contraposición a los formatos analógicos. En este sentido, lo multimedia, y atendiendo en especial a su dimensión telemática, es definible como más intangible y de mayor ubicuidad potencial, pero nos interesa concretamente su condición de hipertexto, sin la cual las otras serían prácticamente imposibles.
Estar hecho a partir de código informático hace que lo multimedia, sobre todo una vez alojado en el ciberespacio, en efecto sea no sólo más intangible que lo analógico y que lo digital no telemático, sino ubicuo. Siendo hipertextual, una característica del multimedia que lo distingue profundamente de otros formatos, la tecnología digital llega a sus cotas más elevadas de uso generalizado como soporte comunicacional.
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