Mientras llegaba, gracias a los servidores o computadoras colectivas, la teleconectividad de las computadoras personales o de usuario, lo más parecido a Internet que hubo, y durante bastante tiempo, fue Arpanet. Tras generalizarse la conectividad con Internet, la IoT permite otras teleconectividades desde varios tipos de hardware.
Lejos de que lo prácticamente único teleconectable para la amplia interactividad en Internet sea el ordenador o el móvil, hoy los dispositivos que se nutren del acceso a la red de redes es amplio y variado. Por su parte, el respectivo hardware al que se corresponde el ordenador o el móvil, junto a otros aparatos de pantalla, parece tender, en la forma, a unificarse hacia lo que viene a ser la tableta.
De ahí que bien puedes considerar que, en función de respectivamente sus menores o mayores dimensiones, los dispositivos tradicionalmente llamados móvil, ordenador y televisor sean definibles cada vez más como minitableta, tableta y maxitableta. Las teleconectividades, pues, que son implementables entre tabletas, otros dispositivos de usuario y los servidores caracterizan en la actualidad, por lo menos en buena parte, la infraestructura de las telecomunicaciones.
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