Variar el ritmo interno

En una acción de transparencia se muestra aquello que hace tener una cierta idea, a quien es externo al proyecto del que se trate, de cómo funcionan los procedimientos internos que conducen a la realización de la iniciativa. La realidad cotidiana sin embargo, por muy abierta que sea la acción de transparencia que se haga, hace que esa cierta idea se ajuste más o menos a lo que en verdad es el funcionamiento habitual que da lugar al desarrollo del proyecto.

Toda la transparencia que dentro de unos márgenes razonables queramos aplicar a nuestro proyecto, y dando con ello una buena impresión de proximidad y de familiaridad, no dejará de ser siempre una idea aproximada, en especial hacia quien sea por completo externo a nuestra iniciativa. La transparencia total no sería factible salvo que retransmitiésemos a cámara abierta en todo momento todo cuanto pasa en cada rincón de los espacios relacionados con nuestra iniciativa, lo cual a nuestro parecer no sería, incluso de poder hacerse, algo auténticamente interesante en ningún proyecto. En cualquier caso, lo que dentro de los márgenes razonables mencionados, y que son lo que entendemos que es conveniente aplicar, la transparencia da una noción del ritmo interno de lo que estamos llevando a cabo en el marco de lo que realicemos; pero a veces, y quizá a menudo, ese ritmo, lejos de ser constante, lo alteraremos, incluso muy a conciencia, ante lo que, sea de modo previsible, o en cambio, imprevisible, se produzca eventualmente y que suponga hasta un serio obstáculo al correcto desarrollo de nuestros procedimientos.

Múltiples son los factores que te lleven a considerar variar el ritmo interno que sigas en los procesos mediante los cuales, en el propio ámbito interno e independientemente del grado de transparencia que apliques, lleves a cabo la confección de tu blog, y en general de toda clase de proyecto. Lo importante es que evites que la variación en el ritmo interno cause una alteración sustancial de lo que esperas transmitir al público y, a su vez, de lo que el público espere de ti.

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