Si bien todo blóguer debe aspirar a ser ágil dentro de, por lo menos en redes sociales, un constante dinamismo sin dejar de lado su macroblog y en todo momento siendo más meticuloso que impreciso, guardar algo a la espera de que sea el oportuno momento de su publicación no es una situación en absoluto inusual para quien elabore un blog. En particular, las plataformas blogueras genéricas bien pueden hacer, hasta que lo que sea se publique, una función de almacenaje de total privacidad.
La informática en general e Internet en particular están, en especial por medio de los iconos más populares, marcadas por símiles respecto al mundo analógico al que contribuyen a mejorar y hasta en muchos aspectos sustituyen: la carpeta para la organización de datos, el escritorio para la pantalla principal del sistema operativo, el sobre para el correo electrónico, el lápiz, el pincel y demás utensilios clásicos de las artes para programas que abarcan ese ámbito... Todo ello da cierta idea de la tan próxima relación que todavía hay entre el aún familiar para muchos mundo analógico y el digital, destinado a continuar la mejora tecnológica; pero lo curioso además de esto es que entre tales símiles y sus correspondientes iconos populares no está o no ha acostumbrado a estar el baúl, como sí lo ha estado por ejemplo el maletín. Quizá porque con la idea y el icono de la carpeta ya nos resultaba suficiente y porque cuando se han generalizado los sistemas de almacenaje internáuticos hemos pasado directamente a referirnos a la nube, el baúl no ha cuajado en tanto que idea e icono habituales pero nos parece un buen símil para que un blóguer pueda concebir una de las funciones que puede aplicar a su área privada en la plataforma blóguer que lo permita, almacenando allí mismo lo que le parezca con la bastante seguridad de que eso está así a salvo y a la espera de que hacer al respecto la pertinente publicación sea oportuno.
A lo largo de toda la era analógica, la concepción de un legado fácilmente ha ido ligada a un buen baúl por tratarse de una ubicación que si bien su sentido es que acabes por acceder a su contenido, no es necesariamente un contenido al que debas acceder si no es hasta cierto momento y esto, aplicándolo a lo que quieras acabar difundiendo en un blog, puede facilitarte que no caigas por excesiva precipitación en el caso extremadamente opuesto al del síndrome del post o del blog en blanco, que sería publicar sin mesura. Por supuesto puedes encontrar otros símiles como el de caja fuerte, o cofre, pero por el eminente carácter entrañable del baúl parece tal símil más apropiado para la idea general planteada.
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